Aborto: excomulgados o delincuentes

  • Luis Soriano Peregrina
El aborto es ya una realidad en México, dejó de ser un sueño para algunas y una pesadilla para otras

Entiendo que esto es una lucha de mujeres, organizaciones y abogadas que han caminado día tras día en la defensa de los derechos de las mujeres, siendo que son ellas y sólo ellas quienes merecen y tienen el crédito por el hecho histórico que se presenció hace unos días en la Suprema Corte y por lo anterior estoy tratando de ser lo más concreto y limitado posible para no invadir caminos, luchas, logros, que como hombre no me corresponden; sin embargo, considero que es necesario sumar esfuerzos quienes estamos convencidos de la dignificación de los derechos humanos, tal y como lo están haciendo también aquellas corrientes ideológicas que históricamente violentan sistemáticamente los derechos humanos y no respetan diversos principios como lo pueden la no repetición y progresividad. Por lo mismo me remito a caminar en la ruta de saber que harán las personas con esta nueva realidad, serán capaces de ir a la cárcel con tal de ser congruentes con su iglesia o están dispuestos a traicionar a su iglesia para no ir a la cárcel.

El día 7 de septiembre de 2021, la Suprema Corte de Justicia en México dentro del expediente Acción de inconstitucionalidad 148/2017, promovida por la entonces PGR contra los Poderes Legislativo y Ejecutivo del Coahuila, demandaron la invalidez de los artículos 195, 196 y 224, fracción II del Código Penal del Estado de Coahuila de Zaragoza, contenidos en el Decreto 990, publicado en el Periódico Oficial local el 27 de octubre de 2017, resolviendo por unanimidad de diez votos que es inconstitucional criminalizar el aborto de manera absoluta, y se pronunció por primera vez a favor de garantizar el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir, sin enfrentar consecuencias penales.

Este hecho ha sido una resolución histórica que marcará un antes y un después en México, no sólo en el mundo de las leyes, sino también en el ámbito familiar, religioso y por supuesto en la administración pública, obligando al Estado a tener que construir políticas y acciones públicas que den respuesta a esta resolución histórica de la Corte. Hoy no estamos hablando de si estás o no a favor del aborto, hoy estamos en la situación de que el Estado está obligado a acuerpar este derecho humano que antes las mujeres no lo tenían y que incluso estaba tipificado como delito, generando programas y estructuras administrativas que puedan enfrentar esta situación.

Hoy el delito ya no lo cometerán las mujeres sino será cometido por aquellos que impidan o entorpezcan hacer efectivo este derecho de las mujeres, llámense diputados, jueces poder ejecutivos federales o locales, incluyendo las municipales. Esta resolución les obliga a tener que actuar y gracias a las reforma de DH del 2011 y diversas resoluciones del Sistema Interamericano de Derechos Humanos no debemos permitir ni tolerar a ninguna autoridad que sean omisa, contradictoria o pretendan aplicar como vigente el aborto como delito o a sabiendas de que dejó de serlo, pretendan no prestar este servicio o incluso se resistan a modificar la ley pues la Corte dejó establecido que no se puede sancionar a una mujer o persona con capacidad de gestar en el ejercicio libre de su decisión de maternidad, y se dejó inválida una norma por considerarla que no se apega a los principios de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y resaltó, en cuanto a ser omiso que ningún congreso local deberá dilatar por ningún motivo las reformas a los diversos ordenamientos locales, de lo contrario serían responsables por omisión de no respetar una decisión de una autoridad legal y legítimamente constituida y se aclara: “esta declaración de inconstitucionalidad no es solo para un estado o una sola ley, es para todo el país”. Insisto aquí ya no procede el llamado un control de constitucionalidad, sino es aplicable el control difuso de convencionalidad y es aplicable el principio pro persona.

Pero también derivado de esta resolución diversos sectores de la sociedad han manifestado su inconformidad y molestia, incluso la Iglesia Católica tiene elementos para excomulgar a todos los ministros de la corte y que tiene dentro de sus normas la facultad de excomulgar a todas aquellas personas ya sean diputados, jueces, mujeres, médicos, personas en general que practiquen el aborto o incluso estén a favor de la resolución de la Suprema Corte, a razón que en el Canon  1398 del Código de Derecho Canónico dice que: “Quien procura  el  aborto,  si  éste  se  produce, incurre  en  excomunión  latae  sententiae  (automática, ipso facto)”.

La Iglesia Católica tiene derecho a excomulgar a las personas que procuren el aborto, si tiene todo su derecho hacerlo conforme lo dice su normatividad aplicable, es decir, si eres una buena cristiana o un buen cristiano tendrás que decidir entre ser excomulgado o ser delincuente. Mi opinión muy personal sería incentivar acciones de prevención por parte del Estado, la iglesia, la familia, etc., para aquellos casos donde sea posible la prevención y para aquellos casos donde no se prevé pues entra el principio de objeción de conciencia.

Como podemos leer, ambos lados tienen justificación legal o moral para pretender ejercer su derecho. Por un lado, tenemos al Derecho Positivo y vigente en México quien a partir de la resolución 148/2017 será acreedor a una sanción penal aquella persona que criminalice a la persona que aborte o que procure el aborto; y por el otro lado, encontramos a la religión católica en la cual cree la mayoría de los mexicanos incluso diputados, jueces, autoridades tanto de partidos conservadores como progresistas, que serán excomulgados. Lo anterior es el ejemplo más claro de tomar una decisión, estarán dispuestas las personas de ir a la cárcel con tal de mantener su creencia religiosa o están dispuestos de traicionar a su religión para no ir a la cárcel. Será sumamente interesante saber qué decisión tomarán por lo menos las y los diputados locales que están obligados a tener que legislar para eliminar al aborto como delito.

En Puebla, el fallo de la Corte dividió opiniones en los diputados que se están recién estrenando, y me parece importante lo que dicen nuestros recién llegados diputados locales de Puebla, unos señalan que “si bien la posición panista siempre ha sido a favor de la vida, el aborto es un tema “tan polarizante” que no se puede encapsular en el Poder Legislativo y se tendrá que llevar a cabo una consulta entre la población.

Otros más dicen que: “que el aborto es un tema distinto en cada estado, pues no es la misma cultura de Veracruz o Ciudad de México que en Puebla, deben participar diferentes grupos y puntos de vista, empezando por las universidades, por lo que destacó la necesidad de realizar una encuesta ciudadana”. Unos más: “Hay que ver las letras chiquitas, hay que analizar y discutir en comisiones si sí, hasta dónde y si no, hasta dónde no. Me gustaría esperarme, pero es un tema que tenemos que sacar a la brevedad.” Lo cierto es que sus opiniones son emocionales y no legales, hablan desde la subjetividad y no objetiva.

Lo delicado es lo mal asesorados que están, y urge que se hagan llegar de asesores principalmente jurídicos que han dejado la justicia de los años cincuenta, donde los derechos humanos era tan solo una ilusión lejana y extranjera, donde no se trata de creer, se trata de cumplir o caer en desacato. El aborto es ya una realidad en México y desde el 7 de septiembre dejó de ser un sueño para algunas y una pesadilla para otras.

Se le propone a la Iglesia Católica, así como a los partidos y grupos Provida y aquellos que están a favor del derecho a decidir, dignifiquemos la doctrina social de la Iglesia y los documentos pontificios que señalan como “principios de la doctrina social de la Iglesia”: la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiariedad y la solidaridad; seamos congruentes con lo que dice el actual Papa de la Iglesia Católica: “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!”

Y no lo dijo solo por decirlo. Su mensaje tiene una profundidad social que les obliga a construir acciones de prevención y contención; en lugar de desgarrarse las vestiduras por lo que fue y lo que no pudo ser. Caminemos todas y todos en la ruta de construir casas de apoyo para mujeres madres que decidieron no abortar y destinen sus recursos en otorgar becas a madres e hijos para el mantenimiento del hogar, comida, ropa, educación, formación, y apoyar en encontrar empleos, guarderías y áreas seguras para las diversas etapas de la infancia y la adolescencia, pues así evitar en las futuras generaciones evitar la excomulgación de las y los pobres, dándoles herramientas técnicas, formativas y de contención suficientes que les permitan salir adelante y de manera digna.

Me parece que el problema más grave no está en ser proaborto o quién está en contra del aborto. El verdadero problema radica en qué hemos hecho para que las personas eviten tener hijos que no deseen y que sí los llegan a tener, todas y todos, pero principalmente los denominados providas tengan todos los medios de contención y apoyo gratuitos para esas familias que decidieron NO abortar. Es impensable creer que nuestra tarea como sociedad está en ser guardianes del embarazo y preferir que las niñas y niños muera por el abandono, por la pobreza, por el hambre.

Espero recibir de parte de ustedes propuestas a este respecto en mis redes sociales, @LuisSorianoVC

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Luis Soriano Peregrina

Abogado, defensor de derechos humanos. Fue subsecretario de Derechos Humanos y primer encargado de la Comisión de Búsqueda en Puebla. Actualmente es director para América Latina de la Organización Mundial de DH y Paz y presidente de Voz Ciudadana por los Derechos Humanos