Lilia Cedillo, el factótum de la BUAP

  • Miguel Maldonado
Son urgentes las mejores soluciones para una transformación del presente y futuro de la institución

Lilia Cedillo ha transitado por los tres ejes fundamentales de la universidad: la docencia, la investigación y la difusión cultural. Y quizás faltaría agregar un cuarto: el de ser estudiante universitaria en nuestra alma mater, en la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP.

Ha sido estudiante, docente, científica y gestora cultural; esta amplitud de miras le permite tener una visión muy amplia de los problemas y las necesidades de la universidad, pero sobre todo de las soluciones que deben llevarse a cabo. Quizás detectar los problemas sea menos difícil que allanar las soluciones, y para dar soluciones se necesita conocer los alcances y recursos de una institución.

A su paso por la docencia conoció de cerca la importancia de contar con los apoyos suficientes para los profesores y alumnos a fin de desarrollar plenamente sus capacidades y potenciales humanos. Cuando tuvo a bien llevar a cabo la importantísima función de difundir y divulgar la cultura, conoció a un palmo de distancia las necesidades del sector cultural como la radical función de la cultura en la formación de las personas, y como científica ha sabido de las mieles y las hieles que enfrentan los investigadores. Ha celebrado que la universidad tenga los laboratorios más dignos de México y también ha lamentado que los investigadores no tengan siquiera para costear un reactivo.

Cuando una persona con la ecuménica experiencia que ha mostrado Lilia Cedillo formaba parte fundamental, en la antigüedad griega y latina del desarrollo de un pueblo, se le llamaba El factótum. En términos contemporáneos este vocablo se refiere a aquella persona que es la idónea para realizar los grandes cambios en una institución. Etimológicamente, factótum significa aquella persona que ha hecho de todo, o que se ha dedicado a distintas labores.

Lo propio puede decirse de Lilia Cedillo, ha participado activamente en diversos ámbitos dentro de la universidad lo cual le permite poder encontrar las mejores soluciones para las transformaciones que apremian el presente de la institución y además avizorar a la universidad del futuro, porque como dice el de la figura triste: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, que yo me entiendo Sancho.

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Miguel Maldonado

Originario de Puebla, Doctor en Teorías de la Cultura, UDLA-Sorbona. Maestro Ciencias Políticas, BUAP - Universidad McGill. Fue Secretario General de la UDLA, Presidente de El Colegio de Puebla. Dirige la revista Unidiversidad y es colaborador de El Heraldo de México.