La universidad privada más antigua del estado de Puebla ha recibido un duro golpe del gobierno de Puebla que encabeza Luis Miguel Barbosa Huerta al utilizar las circunstancias para expropiarla. Pero vayamos por partes. La Universidad de las Américas Puebla tiene los siguientes antecedentes: Fundada en 1940 bajo el nombre de México City College, en el año de 1966 la Fundación Mary Street Jenkins -que creó el multimillonario de origen estadounidense William O. Jenkins y la USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos)- asignó los fondos necesarios para que se estableciera en Cholula, Puebla.  Cambia su denominación University of the Américas, siendo aceptada como miembro de la Asociación de Colegios y Escuelas del Sur de Estados Unidos. Esta institución desde hace varias décadas ha sido reconocida como una de las diez instituciones más importantes de nuestro país.

Toda la pesadilla de la UDLAP inicia en el año 2013 cuando los descendientes de Willians O. Jenkins entraron en una disputa familiar por los cuantiosos recursos de esa Fundación Mary Street Jenkins valuados en 750 millones de dólares.

En ese año la familia Jenkins decide separar de esta Fundación Mary Street Jenkins a Guillermo Jenkins de Lara. Al verse perdido en el año 2020 pide el apoyo del gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa quien estaba muy molesto con la comunidad universitaria del estado y especial con la UDLAP por la marcha de protesta más grande ocurrida en el estado el día 5 de marzo de 2020 y que fue contra su gobierno, que aglutinó a 110 000 estudiantes y académicos para exigir seguridad.

El gobernador de Puebla aprovechó esta circunstancia para que, a través de la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla, se usaran las lagunas legales y tomaran posesión de todos los bienes muebles e inmuebles de esta universidad privada. Esto resulta ser una expropiación así sin más y deja a fuera de esta institución a todos los integrantes de la familia Jenkins.

Ante este hecho, Guillermo Jenkins de Lara se siente traicionado por el gobernador de Puebla y lo primero que hace es fumar la pipa de la paz con sus hermanos y madre y toda la familia se une para presentar una queja ante la unidad de controversias del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica y recuperar a la UDLAP, quien en este momento ya es dirigida por un patronato designado por Luis Miguel Barbosa y un rector que es uno de los mejores amigos del gobernador de Puebla y que se llama Armando Ríos Piter.

Si se quejaban de Moreno Valle y su estilo del uso del poder, resulta que hoy ya se le extraña como nunca.