¿Qué distingue a una democracia?

  • Araceli Molina Diz
La democracia es el más clásico de los temas de Ciencia Política, pero también de más actualidad

Hemos vivido una jornada electoral ejemplar, en la que se escuchó la voz de los ciudadanos y, como nunca en una elección intermedia, México salió a votar.

He podido escuchar, leer y conversar, por un lado, con personas de la oposición que argumentan su triunfo por evitar que la mayoría absoluta en el Congreso Federal, también he leído y escuchado a morenistas, al presidente López y la 4T, hablando de su triunfo y arremetiendo contra la clase media.

Considero que en esta ocasión, ganó la democracia, ganó la participación ciudadana y, con sus excepciones, ganó México en una jornada electoral desarrollada con orden y civilidad.

La democracia es un concepto sumamente complejo, hoy el término democracia hace referencia a la liberal-democracia, es decir, el ideal democrático de un gobierno emanado del pueblo que se nutre también del ideal del liberalismo como doctrina filosófica y política, con una administración progresista que propugna por el respeto a una serie de derechos fundamentales de los individuos, entre los que destacan la libertad y la propiedad.

La democracia es el más clásico de los temas de Ciencia Política, pero también es uno de los temas de más actualidad; sobre todo dentro del contexto latinoamericano donde la gobernabilidad democrática ha sufrido grandes retrocesos, con la vuelta de gobiernos con rasgos autoritarios es un fenómeno que nos preocupa y nos debe ocupar.

Es fundamental que como ciudadanos entendamos que vivir en un Estado Democrático no significa sólo salir a votar; para vivir en democracia debemos entender ¿qué significa vivir en democracia?, ¿cuáles son los requisitos o las características que un gobierno debe de cumplir para ser considerado democrático?; en otras palabras, ¿qué distingue a una democracia de aquello que no lo es?

Para dar respuesta a esta pregunta cito a un clásico, Robert Dahl en su obra ‘La Poliarquía’, que nos aporta una delimitación de los mínimos que nos permiten saber si vivimos en un país democrático.  Así, para Dahl el término democracia se utiliza para “designar el sistema político entre cuyas características se cuenta su disposición a satisfacer entera o casi enteramente a todos los ciudadanos...” y esto solo se logra si los ciudadanos tienen igualdad de oportunidades para formular y manifestar públicamente sus preferencias, así como recibir igualdad de trato por parte del gobierno en la ponderación de las mismas.

Para lograr lo anterior, se requieren de una serie de garantías institucionales tales como las libertades de asociaciónexpresión y voto, los derechos de elegibilidad para el servicio público, a la competencia en búsqueda de los votos y el apoyo popular, la existencia de pluralidad de fuentes de información, de elecciones libres e imparciales, así como de instituciones que garanticen el respeto a la voluntad popular expresada en los votos y a través de las distintas formas de expresar preferencias (Dahl, 2002; 13-15).

Ésta es nuestra próxima tarea como ciudadanos y ciudadanas deseosos de vivir en un país democrático, cuidar que los legisladores, las autoridades judiciales y las decisiones gubernamentales se encaminen a garantizar estos derechos y libertades, así como, fortalecer a las instituciones que impulsen la vida democrática de nuestro país.

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Araceli Molina Diz
Coautora del libro “La Campaña”, Guía para Estructurar Candidaturas; creadora del podcast Política en Femenino. Consultora con experiencia en políticas, gestión y administración públicas, comunicación política y perspectiva de género.