Pensamiento crítico

  • Rafael Reyes Ruiz
Seamos una sociedad pensante, lejos de fanatismos, con certeza de la realidad objetiva

Todos y todas recibimos información y estímulos externos, de muchas cosas, situaciones, sucesos, de lo que pasa, cosas que vemos, algo que nos cuentan, lo que escuchamos, todo. Esto lo hacemos por medio de nuestros sentidos.

Lo ideal sería que, una vez recibida esta información y estos estímulos externos, lo que hagamos será analizarlo, y por medio de nuestro pensamiento, analizar lo que se recibe y una vez hecho el análisis, decidir qué importancia tiene, decidir la emoción que debe causarnos y si haremos algo al respecto o no.

Esta idea no es mía, es parte de la llamada Inteligencia Emocional, término popularizado por Daniel Goleman en su best seller del mismo nombre. Aunque, para ser sinceros, esta estructura de pensamiento crítico viene desde el cogito ergo sum (pienso luego existo) de René Descartes, que se encuentra en su famoso Discurso del Método de 1637.

Volviendo a la actualidad, la mayoría de las personas no solo no seguimos este razonamiento, sino que hacemos lo contrario. Recibimos información y/o estímulos, y lo primero que hacemos es “sentir”, y con base a eso, reaccionamos, dejando eso de “pensar”, para el último -si es que lo llegamos a hacer-, poniendo a las emociones como primera respuesta de todo lo que recibimos.

Y no me malentiendan, no digo que las emociones sean malas, al contrario, solo que sería importante el conocerlas para así poder gestionarlas, y tener la capacidad de decidir qué emoción aplicar en qué momento y de qué manera. Algo así como el sentido común, que siempre termina siendo el menos común de los sentidos.

Es asombroso cómo hay personas que al escuchar una crítica sobre una situación donde hay un político que es responsable de algún mal acto, sin mayor análisis de lo que se dice, automáticamente se molestan y defienden a dicho político a capa y espada, solo por ser él.

Es común que se critique a grupos políticos o sociales porque durante años no hicieron nada por la sociedad, y ahora personas de esos grupos, o incluso las mismas personas de antes, dicen que harán algo bueno, y ante la crítica, solo responden con emociones que se fundan en creencias carentes de análisis e incluso de un pensamiento racional.

El dogmatismo ciego es lo contrario al pensamiento crítico, y el pensamiento crítico es la base para poder llegar a una mayor certeza de la realidad objetiva. Dejémonos de fanatismos, y empecemos a pensar más.

De tal modo que, al recibir información o estímulos externos, primero analicemos lo que se recibe, pensemos de manera ordenada sobre ello, para así luego decidir qué emoción tener o qué acto realizar. Esto nos hará una sociedad más pensante lejos de fanatismos.

Rescoldos

Si bien se puede tener un pensamiento crítico por las experiencias y vivencias que vamos acumulando, la mejor y más rápida forma de que todos lo tengamos es la educación formal. No veo en los candidatos y las candidatas a las diputaciones hacer propuestas en materia educativa. No veo que tengan un plan para legislar en pro de salir del rezago educacional que existe. Como ciudadanos y ciudadanas, exijamos que trabajen en la materia. Necesitamos como país un pueblo pensante, solo así podremos alcanzar el desarrollo.

@RafaActivista

rafaactivista@gmail.com

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Rafael Reyes Ruiz

Activista social dedicado a brindar ayuda integral a grupos de alta vulnerabilidad. Fundador de Fundación Madai, que apoya a niños con cáncer y sus familias. Miembro de grupos y colectivos de la sociedad civil. Escritor, articulista, conferencista. Desarrollador y promotor del emprendimiento social.