Distinción

  • Víctor Reynoso
Ningún político admitiría que utiliza a la población más desprotegida para llegar al poder

Una distinción crucial para entender al gobierno federal actual: no es lo mismo utilizar el poder político para ayudar a los pobres, que utilizar a los pobres para alcanzar y mantenerse en el poder político. La tragedia de la Línea 12 del Metro da luces sobre esta diferencia.

La distinción no tiene que ver con los dichos del gobierno, ni tampoco con sus intenciones. Ningún político admitiría que utiliza a la población más desprotegida para llegar al poder. Y las buenas intenciones pavimentan el camino del infierno. Lo que cuentan son los resultados.

Después de la tragedia del Metro a López Obrador se le preguntó por qué no había visitado a los familiares de las víctimas. El presidente más fotografiado de la historia de México argumentó que tomarse fotografías en ese contexto es conservador. Aunque no tuvo inconveniente en ser fotografiado y filmado en la refinería de Minatitlán.

Se molestó con el tema del Metro, y lanzó una expresión que probablemente, puesta en este contexto, se vuelva característica de su estilo: “¡al carajo!”

El Metro es de enorme beneficio para la población más pobre de la capital del país. Es el medio de transporte más barato y eficiente. Tiene un costo, que se cubre en buena parte con subsidios, con dinero de los contribuyentes, pero creo que vale la pena. No es un reparto directo de dinero a los más pobres. Sí es un aporte muy relevante para su calidad de vida.

Cuenta con 12 líneas. Once se construyeron entre 1969 y 1997, en 28 años de gobiernos priistas. En los 24 años que el PRD y Morena llevan gobernando la ciudad, solo se ha construido una, la 12, sin comparación la más problemática y cuestionada de todas.

Según datos publicados recientemente, ha habido 5 accidentes en la historia del metro de la Ciudad de México. Tres de ellos en los últimos tres años, en una historia de 52 años. Sería raro que fuera casualidad. En este aspecto concreto, el transporte público en la capital del país, los tan vilipendiados gobiernos priistas hicieron mucho más por los pobres que los considerados gobiernos de izquierda.

Es solo un aspecto de los muchos que constituyen nuestra vida pública. Pero no es un aspecto menor. Es uno de los temas en los que conviene ir viendo la respuesta a la pregunta inicial: el gobierno actual, ¿usa su poder para beneficiar a los pobres, o utiliza a los pobres para mantenerse en e poder?

Profesor de la UDLAP

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Víctor Reynoso

El profesor universitario en la Universidad de las Américas - Puebla. Es licenciado en sociología por la UNAM y doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.