Los ciudadanos tienen por lo menos cinco poderosas razones para no volver a tropezar con la misma piedra en tiempo de elecciones; tanto el Covid-19 como los malos gobiernos -la otra pandemia- nos vienen a confirmar esta hipótesis:

01) El mito se derrumbó: La figura del héroe, del salvador, del mesías, del todopoderoso se vino abajo estrepitosamente; en poco tiempo. La gente se dio cuenta de que -al menos en política- no hay redentores, no hay “dioses”.

La mentira fue descubierta; el show se descompuso, la promesa se convirtió en demagogia y lo peor de todo, la ilusión se volvió una auténtica pesadilla que nadie quiere repetir. El “caudillo” se vino abajo con todo y equipo.

02) Loca transformación: En sus gobiernos no hubo el cambio prometido. Todo empeoró. El narcotráfico ya no sólo recomienda, sino gobierna; lanzan candidatos perseguidos hasta por la DEA. Hoy estos gobernantes besan la mano “fraterna” de los más buscados, de los más repudiados.

Echaron el auto en reversa y es manejado sin freno; a su paso arrastra con todo y atropella a todos. Pocos se atreven a ponerle freno. No hay sector social que no haya sido ofendido y mancillado.

Empresarios (abandonados a su suerte), mujeres (agredidas y desprotegidas), enfermos (sin medicamentos ni atención), migrantes (sólo en manos de Dios), profesionistas (sin posibilidad laboral), sector salud (amenazado por el coronavirus), ambientalistas (asesinados).

03) Persecución política: Jueces, magistrados, ministros, legisladores, gobernadores, líderes políticos, candidatos, funcionarios públicos. Nadie se salva. Quien no está con ellos, está contra ellos. Todos se convierten en enemigos si no llevan el sello de la bestia.

Los cristianos callan, la oposición se arrincona, los críticos se hacen de la vista gorda, los periodistas enmudecen, la sociedad no reflexiona, la policía se arrincona también, los candidatos se venden al mejor postor, hasta que son perseguidos y enjuiciados. Pero la sociedad quiere ya poner freno a esa debilitada maquinaria.

04)  El desprestigio: Hoy los mexicanos somos una simple caricatura de lo que otrora fuimos. No por colgarte flores y bolillos te haces “originario”; no por pedir perdón a la historia te haces parte de ella; no por perseguir a los adversarios te haces “diferente”. No por callar a los medios de comunicación te haces “libertario”.

Hoy México no es el “patio trasero” de los norteamericanos, sino de toda América que avanza a pesar de todo. Hoy estamos muy lejos de otras naciones en economía, en democracia, en investigación y ciencia. Hoy no hay “Transformación” sino “Regresión”.

05) Gobernantes débiles: Hoy a los que gobiernan desde la “promesa fallida” se les ve débiles, agotados, sin ideas, sin ganas de gobernar, sino sólo de avanzar y conquistar espacio para los suyos. Para ellos no existe el México de ayer, el México de Siempre. El México Histórico y Grandioso.

Hoy sólo piensan en Su Revolución, en su administración basada en una torpe izquierda que ofende, incluso, a los de la misma Izquierda. No hay proyecto de Nación. Hay vacío y más vacío. Hoy gobierna La Nada y los Don Nadie. Hoy gobierna el Proyecto Fallido.

Hoy la sociedad tiene cinco poderosas razones para mandar a volar a quienes gobiernan con flojera, con deshonestidad, con ganas de echarle pleito a todos. La sociedad ya no quiere más de esto… ni se lo merece.

Hoy los ciudadanos tienen que salir a votar a conciencia, convencidos de que el candidato al que elegirán será el más capaz, el más comprometido con todos los sectores sociales. No basta estar “hasta la madre”. Hay que cambiar. Y hay poderosas razones para hacerlo.

@elmerando