¿Cuál es el México que queremos?

  • Eduardo Mauricio Libreros López
Al que permita al ciudadano desarrollo pleno y disfrute de la libertad y progreso

El 6 de junio de 1945 Miguel Alemán Valdés rendía protesta como candidato a la Presidencia de la República, la campaña alemanista fue la primera al estilo PRI, que contaba con todo el aparato del estado y los recursos necesarios para arrasar en las elecciones (75 % de los votos), ya han pasado 75 años de ese acontecimiento que dio inicio al saqueo institucionalizado y sistemático del país, por esa fecha, recién había concluido la  2ª. Guerra Mundial, casi toda Europa estaba en ruinas, en el oriente, aún se luchaba contra uno de los países del eje, Japón, que se rendiría en agosto de ese año, después de los efectos devastadores de las dos bombas atómicas que los norteamericanos dejaron caer en Hiroshima y Nagasaki, causando una destrucción nunca antes vista y con ello, se ponía fin al conflicto bélico que costó millones de vidas y una destrucción casi total en los países que participaron en el conflicto que se desarrolló en su tierra.

Mientras tanto ¿Qué pasaba en México? El cachorro de la Revolución, Miguel Alemán, así llamado por Vicente Lombardo Toledano, estaba en plena campaña para acceder a la presidencia de la república, sería el primer presidente civil en la historia de nuestro país, sumido años atrás en conflictos bélicos, pero ya encaminados a un franco desarrollo social y económico, o eso se pensaba, no estábamos en ruinas como en Europa, y entonces ¿Qué pasó? Por qué aquellos países hechos añicos como Alemania, obligada por los vencedores a pagar los costos del conflicto, hoy es una de las potencias económicas de Europa y el mundo, mientras México está entre los países emergentes, somos una nación llena de carencias, de marginación, de desigualdad social y económica, a pesar de contar con una mayor superficie territorial que los países europeos y poseer grandes recursos naturales, cientos de kilómetros de litorales para el aprovechamiento de las riquezas marinas y el turismo, la mayor parte de su población está en la pobreza.

Recuerdo que desde adolescente escuchaba atentamente el “informe” que cada 1º de septiembre rendía el presidente de la república, (masoquista que es uno) en el marco de una gran manifestación de jubilo por parte de los ciudadanos (acarreados la mayoría), vitoreando al líder, al todopoderoso, al que tenía en sus manos la misión y visión de llevarnos a la gloria, al desarrollo, a la modernidad, eso le hacían creer al pueblo, (y siempre nos llevaron al baile), decía en su mensaje a la nación, que había hecho más que el anterior, que se construía más infraestructura en beneficio de la población; escuelas, hospitales, carreteras, presas, lugares de recreación, etc. Y como hoy sabemos, el dinero iba a parar a manos de políticos y empresarios corruptos, gente que hacía y hace negocios bajo el ala protectora del funcionario en turno.

Con Alemán se inició la invasión pacífica del país por empresas extranjeras, principalmente del vecino del norte. En aquel entonces, los trabajadores eran reprimidos por las fuerzas del orden si se atrevían a protestar por mejor salario, eran pastoreados por Fidel Velázquez, eterno líder obrero, encabezando a la C.T.M., defendía a los patrones de los malos trabajadores y no solo eso, proponía a fieles y leales suyos, a cargos de elección popular; gobernadores, diputados, senadores, (recuérdese a Blas Chumacero en Puebla, quien fue legislador durante 33 años, siendo Diputado al Congreso de Puebla, seis veces Diputado Federal y dos veces Senador, que lo coloca entre los legisladores mexicanos con una de las carreras más largas en la historia.

En años recientes, se controlaba también a los maestros a través del S.N.T.E. por conducto de Carlos Jonguitud Barrios y posteriormente por Elba Esther Gordillo y creo que aún, los sindicatos los siguen controlando.

Se explotaba al trabajador y se le hacía creer que, si se le otorgaba aumento de sueldo, se tendría una inflación descontrolada en el país. A lo bancos se les da manga ancha en cobros excesivos por los servicios que prestan

Se privatizaban las empresas del estado, se entregaban las riquezas minerales a extranjeros, todo esto y más sucedía en un México que se acostumbró y en muchos casos participo de estos hechos.

La intención de este recuento es reflexionar ¿Cuál es el México que queremos? aquel que permita al ciudadano un desarrollo pleno y un disfrute de la libertad y el progreso que se le ha escatimado, y aún más, acceder a aquello que por muchos años se le ha negado, la justicia social, u optar por lo que durante 75 años hemos padecido.

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Eduardo Mauricio Libreros López

Ingeniero Civil, estudios de Maestría en Ingeniería de Tránsito y Transporte, empresario, especialista en infraestructura, operación y educación vial, docente de matemáticas y diseñador curricular de la disciplina.