El Instituto Nacional de Electoral (INE) es un organismo constitucional autónomo encargado de regular los procesos electorales de participación ciudadana y normar las directrices a las que se sujetaran los participantes. Nació como un gran proyecto el 4 de abril de 2014, para consolidar nuestra incipiente democracia.

Sin embargo, nunca como ahora esta en peligro debido a un fallo que emitieron fundado en el derecho electoral de nuestro país, de retirar el registro a aquellos precandidatos que realicen precampañas y que dentro de un periodo establecido no reporten sus gastos de campaña, algo que todos los que participamos en política lo sabemos y entendemos. Pues es algo ahora muy sonado que esa sanción se aplicó al mamarracho de Félix Salgado Macedonio quien aspira a gobernar el estado de Guerrero por el partido de MORENA. Y le antepongo el calificativo de mamarracho porque lo que ha realizado el día de hoy carece de toda formalidad y compostura y no merece ser tomada en serio ni ser tratado con respeto, violentando toda Ley regulatoria de la sana convivencia humana. Este cuate amenazó ante sus fieles correligionarios de dar a conocer los domicilios de los consejeros del INE, para que según el conocer el nivel de vida de cada uno de ellos en especial de el Consejero Presidente Lorenzo Córdoba Vianello al que tuve el gusto de conocer en el año de 2015 cuando estuve en Hermosillo, Sonora como representante del PRD en el OPLE de ese estado y tuve una amplia plática con él de por lo menos dos horas cuando le expresé mi preocupación por la infiltración en ese proceso electoral de personas que a mi parecer estaban fuera de la Ley. Y pude ver su imparcialidad al aplicar la ley que desembocó en algunos indiciados y hasta sentenciados por cierto miembros del PAN en Sonora.   

Por lo anterior el hecho de que Félix Salgado Macedonio trate de intimidar a los consejeros del INE e inclusive señale que su consejero presidente es hombre muerto y quiera llevar a su domicilio un ataúd, lo único que genera es una polarización aún más aguda de la que se tiene en este nuestro México que se encuentra en grave crisis.

De seguir con esos comentarios ante una turba que lo sigue la cual no entiende, pero si reacciona, puede presentarse un hecho como el que se narra en la extraordinaria novela del dramaturgo español Lope de Vega denominada Fuenteovejuna. Cuando un protagonista colectivo (los habitantes del pueblo) matan al Comendador.

De ahí la prosa en la parte que el juez en repetidas ocasiones pregunta a los testigos:

¿Quién mato al comendador?

Fuenteovejuna, Señor

¿Quién es Fuenteovejuna?

Todo el pueblo, a una

Se corre el peligro que en pleno siglo XXI se presente un hecho similar a esta novela escrita entre los años 1612 y 1614, y se demuestra que los tiempos cambian, pero no así los manipuladores de masas.