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“¿A qué te suena ponerse la del Puebla, incluye una módica comisión o cómo nos arreglamos jefe? Sí, suena a soborno, a corrupción, a mordida... a cochupo.” Así empezaba mi podcast titulado “El que no transa no avanza”. Una reflexión sobre la forma en que simplificamos el problema de la corrupción o normalizamos su práctica.

Cómo se escucharía en tu hija de seis años la siguiente conversación con sus amiguitos en el patio de la escuela: Mi papá tiene un trabajo en que gana poquito aunque trabaja mucho, pero con las mordidas que le dan nos fuimos de vacaciones a Veracruz. ¡Qué miedo, qué vergüenza y qué tragedia! Pero de tan cotidiano ya ni nos asustamos.

El índice de percepción de corrupción clasifica a 180 países y territorios según los niveles percibidos de corrupción en el sector público. México tuvo en 2019, 29 de 100 puntos posibles, lugar 130 de los 180 evaluados. En el hoyo. Quisiera ver la cara de cualquier papá o mamá que recibiera las calificaciones de su hijo con un 2.9 de 10.

¿Qué nos hace falta para hacer un esfuerzo extraordinario para aceptar nuestros errores, y no ser parte de las malas prácticas de nuestros policías, de nuestros políticos? ¿Qué necesitamos para no ser parte de la estadística de ese vicio que aqueja a México? ¿Mejores salarios, oportunidades, no caer en el “pa’ qué si no pasa nada”?

Julio es un cuate que conocí en Cacalotepec, echado pa’lante y al frente de una panadería. Me contaba que se las ha visto negras para sacar a su negocio adelante, y aunque no le guste, ha tenido “que doblar las manos” para mocharse y tener sus  permisos en regla. “No se vale que si de por sí la pandemia nos ha quitado tanto, encima tengamos que dar los pesos que no tenemos.”

El moche no es sólo con los polis, entre empresarios o para acelerar la llegada de productos o “puestos”. Me contaba una de mis tías que “en la vacunada” había señores “preocupados” por los ancianos que por la módica cantidad de $500, hacían fila por ellos y cuando estuvieran cerca “les echaban el pitazo”. ¿Qué opinas al respecto? Por ahí dicen que si comes manzanas robadas retortijón seguro te daba.

Hace dos años en Puebla se reportaron tres casos de corrupción por minuto en trámites de gobierno. Hoy, 2021, sigue creciendo torcido el árbol. ¿Qué haremos para corregir su rumbo y que los frutos no se pudran? ¿Qué haremos para que no sigan otorgando permisos de construcción tapando zanjas rurales, mordidas viales o dádivas para acelerar trámites por parte de funcionarios?