El Presidente Andrés Manuel, un experto de la discordia, las peleas y la confrontación crea enemigos para evitar discusiones legitimas de problemas verdaderos de su gobierno y su pésimos resultados. Hoy le toca, una vez más, al Instituto Nacional Electoral, el garante de la democracia en nuestro país es víctima del bullying presidencial y eso agrava, aun más, la actitud pendenciera del huésped de Palacio Nacional.

Los ataques constantes, desde su famoso show matutino, al INE no son obra de la casualidad, este instituto y todo el país está por vivir el proceso electoral mas grande y retador en la historia de México y será el INE el encargado de su conducción, evaluación, así como de sancionar, garantizar y presentar resultados. Hay que decirlo con todas sus letras, las ambiciones de perpetuarse en el poder de Andrés Manuel López Obrador hoy están en riesgo porque su plataforma (Morena) no es lo suficientemente firme para el reto que enfrentan, y al contrario la ciudadanía y los partidos políticos han formado alianzas sólidas que pretenden poner un alto al autoritarismo que vivimos hoy en el país.

La envestida que Lopez Obrador y sus más íntimos aliado han lanzado en contra del INE y varios de sus consejeros, nos deja claro que están preparando una narrativa de descalificación al proceso y a la decisión del pueblo mexicano que está urgido de resultados favorables en todos los aspectos que competen al gobierno federal y que van a salir a castigar al gobierno y su falta de resultados; que para empezar y para terminar ha sido omiso a todas las llamadas de atención del sociedad civil.

La democracia en México no se ha dado de la noche a la mañana, ha costado mucho consolidar un sistema democrático que garantice que sea la ciudadanía quienes decidamos el rumbo del país y ha sido en buena medida gracias al proceso de madurez que han vivido nuestras instituciones garantes de la democracia, que hemos avanzado y que hoy la democracia mexicana es cada día más incluyente, más sólida y más universal. Pero, eso parecen olvidarlo los cómplices del Presidente quienes mezquinamente proponen la desaparición de las mismas, poniendo en riesgo a la más cara joya de nuestro sistema político: la legalidad e imparcialidad de sus elecciones. Por eso hoy desde este espacio hay que decirle al empresario que sugiere la eliminación del INE que ya se ha derramado mucha sangre en el país para acabar con las dictaduras, los gobiernos de unos cuantos y los abusos de poder, no vamos a permitir que se intente atentar contra nuestros pilares democráticos.

A la oposición y a quienes no estamos de acuerdo con el rumbo de como se están haciendo las cosas en esta errática administración, nos queda claro algo, estamos haciendo bien las cosas, al punto que en Palacio Nacional hay miedo, ese miedo queda de manifiesto en cada minuto que el Presidente invierte para atacar y amedrentar a quien fungirá como árbitro en el proceso electoral, mismo que abrirá la puerta a contrapesos para el actual gobierno centralizado en una solo persona. Nuestra lucha también será defenderlo porque cuando los resultados no favorezcan al partido del Presidente serán aún más fuertes los ataques.

El bullying que el Presidente ejerce sobre el INE esconde ambiciones, miedos y como la mayoría de los casos de bullying son muestra de inseguridad e inferioridad de quien lo ejerce.