Educación Superior, pendiente estratégico

  • José Guadalupe Sánchez Aviña
En Puebla hay una cobertura del 41% en el nivel de educación superior

Recientemente, leía una nota periodística sobre la declaración de una funcionaria federal, que asistió a una actividad académica de una universidad poblana, de financiamiento privado, por cierto, en la que afirmaba que en Puebla se tiene una cobertura del 41% en el nivel de educación superior. De inmediato me remitió, a la recién aprobada Ley General de Educación Superior y, sobre todo, al proceso que se tiene que vivir en Puebla, en cuanto a la armonización de le legislación local a esa normativa federal.

Más allá de clasificar como bajo o alto el porcentaje de cobertura lograda en Puebla, en el nivel superior, me llama la atención ese 59% que no accede a estudios del nivel; factores habrá muchos, entre ellos, y de manera, muy clara, las desfavorables condiciones económicas, estructurales, en el país, de ahí la pertinencia de que el Estado mexicano asuma como suya, la responsabilidad de la gratuidad de la educación, incluido el nivel superior.

Un aspecto que me ocupa en este texto breve, es señalar la necesidad de encontrar la forma de construir puentes de colaboración entre los diferentes actores de la sociedad, más aún, si se reconoce la actual incapacidad del Estado, como administración gubernamental, para ofrecer el servicio a toda la población. Cauta actitud la oficial, al plantear este objetivo, para alcanzarlo de manera paulatina; aunque no se vea para cuándo.

Con todo y las más de cuarenta instituciones de educación superior de financiamiento público, en el estado, de acuerdo a información oficial para 2019, se logra atender al 60% del total de los estudiantes en la entidad ¿y el restante 40%? La respuesta es obvia, en la educación superior de financiamiento privado; y esto es solo en la modalidad escolarizada, ya que cuando se habla de la no escolarizada, la importancia de las Instituciones de financiamiento privado, aumenta, con el 72% del total de estudiantes de esa modalidad. Esta revisión superficial de algunas cifras del sistema de educación superior poblano (http://planeacion.sep.gob.mx/Doc/estadistica_e_indicadores/estadistica_e_indicadores_entidad_federativa/estadistica_e_indicadores_educativos_21PUE.pdf) aportan elementos para sospechar, que la educación superior ofrecida por instituciones con financiamiento privado, resultan posiblemente, un mal necesario.

Así las cosas, resulta comprensible, pensar, que la administración actual, tuviera una mirada no solo de tolerancia sino de aprecio, por este tipo de instituciones; sería lógico, que más allá de hacer reconocimiento de sus aportes pasados, fueran vistas como aliadas en la construcción de una mejor educación para nuestra entidad.

Con lo dicho, y considerando la capacidad en investigación y músculo académico, con el que cuentan, se antoja, que, desde la Secretaría de Educación, se impulse un acuerdo estatal, para el impulso de la educación, no solo superior, sino toda, en general. El acuerdo, deberá incluir no solo instituciones sino a organismos y ciudadanos con disposición de aportar; estoy seguro, que los treinta y cinco miembros del Consejo Mexicano de Investigación Educativa que radicamos en Puebla, estaríamos en disposición de hacerlo.

Que conste que no estoy haciendo referencia a la mirada poco amigable que se encuentra en la Ley General de Educación Superior, en donde, a la “educación particular” más se les ve como establecimientos mercantiles que hay que vigilar y controlar; a lo que hago referencia, es al aporte que podrían realizar en un trabajo conjunto de inteligencia educativa en el estado.

Más que evidente, la urgencia de puentes que permitan los encuentros y re encuentros de aquellos que, teniendo miradas diversas, están empeñados en transformar la educación de nuestra Puebla. A la actual administración, se le presenta una magnífica oportunidad para saldar este pendiente, para ello se debe favorecer una Ley Estatal de Educación Superior, que haga justicia al discurso de la cuarta transformación, y que sea construida con la participación abierta, a diferencia de aquella que “apareció” en Puebla, por aquel agosto de 2012.

Bueno, yo nada más digo.

 

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José Guadalupe Sánchez Aviña

Doctor en Educación, Sistema Universitario Jesuita ademas de ser maestro en Investigación Educativa por la Ibero Puebla realizó su licenciatura en Sociología por la UNAM . Actualmente es Académico de Ibero Puebla