Ella es mi hermana/madre de vida

  • Alejandra Fonseca
Bueno, ahora tengo vida: Tengo que aprovechar, ¡mañana quien sabe!

“A quienes nos dio covid-19 y la brincamos, entendemos perfectamente bien que el que estemos aquí, todavía, disfrutando de la vida, es por algo…”

Este encierro me ha traído de los mejores regalos de mi vida: uno de ellos es una hermana/madre de vida que nos conocimos desde niñas y al despertar en la mañana en el día a día, es la primera persona con quien hablo.

Ella tuvo covid-19, y al enterarme y comunicarme con ella, nuestros lazos se estrecharon enormemente. Pero tengo que confesar que no sólo fue su enfermedad: es un encuentro providencial porque lo que más he necesitado y deseado en mi vida, desde siempre, es tener una figura femenina afectuosa, estable y predecible en sus palabras, afectos, emociones, acciones y reacciones y que perdure en mi vida; ella es en ratos la hermana que siempre quise tener, y ahora tengo, y en ratos la madre que siempre desee, para tener su cariño, su afecto y aceptación; su cobijo, su comprensión, sus consejos, su apoyo, su atención; su visión femenina… y  es el mejor regalo que la vida me ha dado, sanado mi alma profundamente.

Hay veces que el muso se distrae y me estaba costando trabajo tener un tema para escribir que fuera “remanso de paz”. Le comenté y me mandó un mensaje de voz que transcribo: 

“Hola hermana, buenos días. Yo creo que el tema bonito, aquí, es que a pesar de la pandemia, es que a las personas que ya tuvimos la no-fortuna de que nos contagiáramos, cuestión que nos dañó muchísimo en algunos aspectos y seguimos dañados porque pues deja problemas a futuro, y ahorita en este momento, por ejemplo, a mí muchas cosas se me olvidan porque tuve secuelas neuronales, y a veces estoy viendo al perro y sé que es un perro y no puedo decir que es un perro. es un ejemplo; pero dentro de lo mal, nos dejó muchas cosas buenas, porque nosotros, a quienes nos dio covid-19 y la brincamos, entendemos perfectamente bien que el que estemos aquí, todavía, disfrutando de la vida, es por algo, y pienso que las personas nos volvemos más positivas porque decimos; ‘Bueno, ahora tengo vida: Tengo que aprovechar, ¡mañana quien sabe!’ Entonces después de haber vivido esa experiencia, tan tremenda, tan tremenda, cambiamos ¡pero para bien! Entonces pues todo tiene su lado bueno y su lado malo, pero eso sí te voy a decir que con todas las personas que yo he platicado y q la hemos brincado, nos volvemos mejor persona: eso te lo puedo asegurar. Entonces pues ese es un tema muy bonito, para no ver todo negro, negro, negro, negro, ¡hay q ver también lo bueno de la vida!

“Ayer que estuve platicando con una colega que también se contagió y no la había escuchado hace mucho tiempo, me dijo que a ella le bajó la oxigenación a 65 ¡y eso si fue gravísimo, gravísimo!, y que afortunadamente su familia no la quiso llevar al hospital porque se iba a contagiar peor. Entonces optaron por ponerle el oxígeno ahí en su casa y ahora ve: ¡Está excelente!, la escuchas y parece que nunca le pasó nada; ¡una actitud, que bruta, que bruta!, o sea ¡una alegría! Y es lo que nos pasa, nos volvemos más alegres, más agradecidos; ya no le damos importancia a muchas cosas que no debemos de dárselas ¡nadie!, y tratamos de que desde que despiertas. lo primero que haces es darle Gracias a Dios, de que es un nuevo día.” 

Gracias, hermana/madre por estar presente en mi vida…

 

alefonse@hotmail.com

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Alejandra Fonseca
Psicóloga, filósofa y luchadora social, egresada de la UDLAP y BUAP. Colaboradora en varias administraciones en el ayuntamiento de Puebla en causas sociales. Autora del espacio Entre panes