8 de Marzo: Protestas y Propuestas

  • Elvia de la Barquera
Las mujeres tenemos que luchar contra el machismo y contra un estado indolente

Todos conocemos los orígenes de la lucha de las mujeres trabajadoras que terminó en tragedia, por lo que el 8 de marzo no es un día de fiesta, sino de conmemoración. Aunque la lucha sucedió desde los inicios del siglo pasado, tardó en expandirse, como se ha tardado el aceptar la inclusión de la mujer en la vida política, laboral, económica, el reconocer su participación en el devenir de la sociedad y, por ende, la revaloración de su desarrollo personal. Estos cambios se han gestado de forma disímil en todo el planeta.

Este siglo, como consecuencia, ha sido fructífero para la conformación de colectivos de mujeres artistas -sobretodo desde el feminismo- los hay en Colombia, Brasil, Ecuador, México, Uruguay y Argentina: https://www.mujeresartistas.com.ar/listados-de-artistas/categories/colectivos-art%C3%ADsticos, con la finalidad de hacerse escuchar por el resto de la sociedad para concientizar y promover cambios conductuales y de aceptación.

En 2013 se creó la Colectiva LEMOW en Guatemala, dedicada a la creación y difusión de películas y cortos desde la lente femenina, con la intención de descentralizar la actividad artística, llegando a todos los rincones y trabajando de una manera inclusiva.

“LEMOW proviene del Idioma Kaqchiquel y cuyo significado se traduce en reflejo o espejo, y es bajo este concepto que nos identificamos, por que buscamos reflejar distintas realidades a través del arte.

Somos una colectiva creada por mujeres que buscan visibilizar a través de las expresiones artísticas los derechos humanos, la reflexión crítica, la denuncia y la equidad del género femenino. A través de contenido artístico y cultural, empoderamos, entretenemos y creamos comunidad entre las audiencias desatendidas de Guatemala y el mundo.”   https://colectivolemow.com

 

A iniciativa de mujeres indocumentadas, se funda en octubre de 2015 el Colectivo Mujeres Sin Estatus de Montreal. El carecer de estatus migratoria les convierte en población vulnerable, explotable, susceptibles al abuso; por lo que realizan actividades artísticas para recaudar fondos y, con ello, trabajar por la regularización de mujeres en igualdad de circunstancias, todas de diferentes procedencias, lo que hace que las aportaciones artísticas y culturales sean ricas y variopintas.

En la Ciudad de México hay actividades para mujeres y para la familia organizadas por el  Círculo de Estudios y Talleres Artísticos de Mujeres y al que se puede acceder por medio de https://www.facebook.com/CETAM. También en la capital del país Lucero González inició el Museo de Mujeres Artistas Mexicanas (MUMA) en 2008, un museo virtual que promueve actividades y muestras que abarcan diferentes disciplinas artísticas con varios objetivos, como incidir en el cambio social desde la perspectiva de los Derechos Humanos, registrar una memoria de las artistas mexicanas del siglo XX, que el arte sirva como puente para la reflexión y el diálogo con otras partes del mundo, y fomentar la revaloración de la diversidad cultural.

Puebla no ha sido la excepción, ya que la artista Claudia Castelán y un extenso grupo de especialistas erigieron el sitio web  Mujeres Creando (https://www.mujerescreando.mx ), proyecto que surge ante la evidente invisibilidad de la mujer en el arte, la “discreta” violencia de género en el ámbito y la ineficacia de las autoridades por curar exposiciones virtuales. Se trata de un proyecto que involucra diferentes disciplinas, mayormente integrado por jóvenes, muestra videos y mantiene convocatorias para formar parte de este sitio que

“Busca visibilizar y enlazar de diferentes formas a las mujeres creadoras en la ciudad de Puebla así como de otras latitudes con la finalidad de generar tanto diálogos como encuentros a través de diferentes acciones:

  • Montaje de lo político
  • Relatos de difracción
  • Transposiciones
  • Resonancias                                    

 

Por otro lado, no podemos negar la sorprendente creatividad de las damas organizadas que han instituido nombres de mujeres en la nomenclatura de las calles en la ciudad de México, donde usaron las vallas del miedo para convertirlas en Memorial, donde el coraje dejó una impronta rotunda. Es para dar vergüenza, vergüenza de una sociedad que permite que siga existiendo el machismo y que permite que el estado siga consintiendo la impunidad. Miles de mujeres se olvidaron del COVID, pero no olvidaron a sus hijas, hermanas, madres o amigas. La violencia no se olvida, ni el maltrato, ni el secuestro, ni la muerte. La lucha se vuelve más aguerrida frente a un gobierno indolente.

Distingo dos frentes en estas luchas que suelen verse interminables: El socio-cultural, que asume el machismo como sistema de vida, el patriarcado como status quo, la sumisión como propio de lo femenino, la resignación como única salida. Y el de la impunidad, donde hay espacio para el secuestro, la violencia y la degradación, porque no pasa nada, hay leyes que no se respetan, hay poder, hay dinero que compra silencios, hay intereses políticos que respaldan candidaturas.

 

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Elvia de la Barquera

Egresada de Antropología UDLAP, Bellas Artes Universidad de Barcelona y Doctorada en Espacio Público: Arte-Sociedad UB. Artista, investigadora, docente y Crítica de Arte con publicaciones varias