De promesas y propuestas electorales

  • Araceli Molina Diz
El desorden en las campañas es el preámbulo del desorden en los gobiernos

Ya se están calentado motores para comenzar con las campañas electorales, estamos en los últimos días en los que los partidos políticos realizarán los registros de sus candidaturas.  Precandidatos y precandidatas se encuentran a la espera de las decisiones que se tomen, preparando sus estrategias de campaña y comunicación.

Pronto sabremos cuáles son nuestras opciones electorales, quiénes son los hombres y mujeres que aspiran a gobernarnos y cuáles son sus propuestas de campaña.
 [1] Es aquí en donde quiero detenerme[2] , en las promesas y propuestas que candidatos y candidatas ofrecen a la ciudadanía durante la campaña, en ellas se manifiestan sus intenciones, prioridades y visión del tipo de gobierno que tendrán una vez que hayan sido electos.

El problema viene cuando estás promesas se realizan sin ningún fundamento, con la única intención de sumar votos, o bien, cuando se hacen promesas con las mejores intenciones, pero no se tienen los elementos técnicos, jurídicos y teóricos para la implementación de esas propuestas.

Es necesario que los candidatos y candidatas actúen con coherencia y congruencia, que se comprometan durante la campaña con cosas que verdaderamente puedan cumplir, que tengan equipos profesionales que con datos oficiales e investigación, integren un diagnóstico del que nazcan propuestas que tomen en cuenta elementos como la viabilidad financiera, la temporalidad del proyecto y, sobre todo, que lo que proponen o prometen sea parte de sus atribuciones al ser electos.

Esta es una tarea de todas y todos, no existe un compromiso por parte de la ciudadanía, ni mecanismos impuestos por las autoridades para dar seguimiento al cumplimiento de dichos compromisos, por lo que es muy sencillo hacer promesas que desde el inicio se sabe que no serán cumplidas.

Como ciudadanos tenemos la obligación de dar seguimiento a estas promesas y evaluar su cumplimiento o incumplimiento. Somos muy críticos con todos los candidatos y candidatas a los que les exigimos dejarlo todo para servirnos, hacer a un lado su privacidad, ocultar sus defectos y olvidarse de sus familias; sin pensar, que no son héroes, ni mesías, son seres humanos que aspiran al servicio público y que requieren de un compromiso ciudadano corresponsable.

Debe ser un compromiso del Estado Mexicano crear mecanismos que proporcionen a los ciudadanos los medios para evaluar las candidaturas y exigir a las candidatas y candidatas electos el cumplimiento y evaluación de sus propuestas de campaña, para generar mayor responsabilidad y compromiso al estructurar sus propuestas.

 


 [1]

 

 

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Araceli Molina Diz
Coautora del libro “La Campaña”, Guía para Estructurar Candidaturas; creadora del podcast Política en Femenino. Consultora con experiencia en políticas, gestión y administración públicas, comunicación política y perspectiva de género.