La madrastra siniestra de la política

  • Marcela Cabezas
El mal de la política: la corrupción reapareció con el vacunagate y el vacunatorio VIP

La llegada de la vacuna contra la covid-19 a América latina suscita escándalos de corrupción a su paso: Perú, Argentina, Colombia, y, esto apenas comienza; a lo sumo, en tanto avanza el aprovisionamiento de la tan esperada vacuna se ventea también la cloaca de la política.

El mundo se debacle hoy entre el dilema de la continuidad y/o estancamiento en tanto los gobiernos se apresuran (unos más que otros) a inmunizar a su población frente a la covid-19 mediante la vacunación masiva. Dicha tarea en varios países latinoamericanos, sin embargo, ha aflorado el mal central de la política: la corrupción; el vacunagate y el vacunatorio VIP son claros ejemplos.

Hace unos días gran eco provocó en el Perú la denominada vacunagate en alusión a la vacunación anticipada e irregular por parte de altos funcionarios del gobierno de Francisco Sagasti Hochhausler, involucrando al ministerio de salud, de relaciones exteriores y al expresidente Martin Vizcarra, así como a investigadores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia encargados de ensayos clínicos con el laboratorio chino Sinopharm            https://es.wikipedia.org/wiki/Vacunagate.

Posteriormente, se difunde por redes sociales el vacunatorio VIP que en la Argentina alude a la vacunación selectiva de funcionarios y allegados del gobierno de Alberto Fernández, puntualmente del ministro de salud – exministro hoy- Ginés González García quien encabezaría la entrega de la vacuna rusa Sputnik a una camarilla ideológicamente simpatizante entre senadores, diputados, empresarios, intelectuales y familiareshttps://cnnespanol.cnn.com/2021/02/22/vacunatorio-vip-argentina-ministra-escandalo-llegada-vacunas/.

Por su parte, Colombia que hace unos días inició el proceso de vacunación pone a prueba la capacidad de resiliencia de la delincuencia frente a las fuerzas del Estado por el imperio de la vacuna (¡no de las leyes!) además de varias dosis que en diversos departamentos se “extraviaron en el camino” (¿por quién?¡ Vaya uno a saber!). En el aeropuerto el Dorado se decomisaron setenta dosis que pretendían ingresar de forma irregular al país, al tiempo que a cinco días de iniciarse el proceso de vacunación ya van 15 dosis de vacunas perdidas. https://www.elpais.com.co/colombia/contraloria-reporta-15-dosis-perdidas-en-colombia-de-la-vacuna-contra-el-covid-19.html

Esto es apenas un bocado respecto a días venideros en tanto que abundan grupos institucionalizados y no institucionalizados capaces de disputar el imperio de la vacuna.   

Dichos hechos evidencian lo que sucede en la caja negra de la política, en donde los representantes políticos se vuelven a su vez hacedores de privilegios a la camarilla, la rosca, en fin, la elite gobernante e imperante -algo nada nuevo en la praxis de la real politik; bochornoso resulta también del asunto que ni la academia se excluye de las mieles de la corrupción, y,  pensar que desde allí se imparte la ética “salvadora” a futuras generaciones.

Así las cosas, bajo un escenario pandémico y a la deriva de los haces de la política hoy, vale le pena cuestionarse si no es tiempo de que la ciudadanía ejerza su labor partícipe además del voto de castigo o de recompensa tan vilipendiado en tiempos de contienda electoral, y, propenda por exigir de la clase política acciones “menos turbias” respecto a la administración de lo público y la garantía del derecho a la salud universal. Frente a esto, tal como rezan en el país cafetero ¡el camino es largo y culebrero! 

 

 

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Marcela Cabezas

Magíster en Ciencias Políticas y politóloga colombiana. Catedrática y columnista en prensa independiente.