El derecho a comunicar y las radios comunitarias

  • María Teresa Galicia Cordero
Son espacios de encuentro, con la expresión de diferentes culturas y voces

Comprender la realidad desde la postura de los sujetos implicados requiere del investigador una mirada fina para captar la diversidad y entender la complejidad que presenta la vida en los diversos contextos que la influye, al hacerlo, encuentra un abanico de posibilidades desde las cuales podemos comprender mejor la realidad que nos rodea.

Esta situación de coyuntura que estamos viviendo, abre la necesidad de diversificar la mirada ante las oportunidades que se abren en el complejo panorama social, por ejemplo, lo que se construye en el día a día en la producción cultural y educativa que se desborda del marco institucional.

Mi interés por identificar y comprender las voces que se desprenden de las prácticas educativas no formales y de autoformación que se realizan a partir de las experiencias, me condujo a acercarme a las radios comunitarias, lo que me ha permitido comprender a diversos actores con diversas experiencias que trabajan para que, en los hechos, se ejerza La libertad de expresión y el acceso a la información, componentes fundamentales del derecho a la comunicación.

Sus acciones, que también tienen que ver con el ejercicio de sus derechos. El derecho a comunicar se constituye como la acción guía para demandar que, en las comunidades, especialmente en las indígenas, se hayan impulsado las radios comunitarias donde en el día a día construyen sus propios contenidos, sus historias, sus saberes y narraciones de la cultura local vinculados a posturas políticas necesarias para su información y cohesión.

Aspectos tales como el uso de la lengua originaria, la defensa de la tierra, la cosmovisión simbólica construida a partir de la relación con la naturaleza, la vida (nacimiento y muerte), la fiesta, la acción de sembrar, la iglesia, el campo, son base de la comunicación Indígena,  que son expresadas en los medios de comunicación propios, particularmente en la radio, donde las comunidades encuentran en este medio sonoro un espacio público de deliberación, esparcimiento y de difusión de sus necesidades cotidianas, donde las comunidades hacen uso de su derecho a expresar su propia voz.

 Las radios comunitarias se cons­ti­tu­yen como espacios de encuentro, como un nexo a la constitución de lo público, don­de la gen­te con­cu­rre porque la rea­li­dad se le­gi­ti­ma con la ma­ni­fes­ta­ción de las es­té­ti­cas di­fe­ren­tes, de ex­pre­sio­nes cul­tu­ra­les, so­cia­les y re­ligio­sas donde se visibilizan las voces, que las convierte en pie­dras an­gu­la­res de los pro­ce­sos de­mo­crá­ti­cos y muchas veces también, como espacios de resistencia para la resistencia.

El escaso conocimiento sobre su impacto social y su aporte para la educación no formal, se ve opacado por la trasgresión a ciertas normas técnicas relacionados con la regulación del espectro, calificándolas hasta de ilegales.

Sin embargo, acercarse a ellas visibilizando las voces de quienes integran estas radios comunitarias, se encuentra  el origen de esa transgresión, problemática que no es local puesto que es reconocida de manera global: “el reciente proyecto en el país busca apoyar la generación de nuevos marcos regulatorios para fortalecer las radios indígenas y comunitarias, así como las industrias creativas, dado que  enfrentan complejos procedimientos para solicitar concesiones, el alto costo de las solicitudes que muchas veces exceden los posibles beneficios, una ausencia de políticas públicas que impulse su sostenibilidad económica y una falta de regulaciones que permita la inclusión de contenidos indígenas en los medios de comunicación comerciales y públicos.”( UNESCO, 2020).

Inclusive en esta época de pandemia, las radios comunitarias ante la cancelación de las clases presenciales han resignificado la educación a través de su programación, informan a la población de manera constante y sistemática sobre la prevención de la enfermedad provocada por el SARS-COV-2 e inclusive, lo hacen en lenguas originarias promoviendo los saberes comunales que pueden apoyar a la prevención.

La radio es sin duda, una maravillosa herramienta de comunicación y considero que es afortunada aquella comunidad que hace vida cada día acompañada por su radio, espero por ello que las radios comunitarias, originarias, rurales, barriales se sigan incrementando, porque a través de ellas, sigue siendo posible construir esperanza. 

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.