Se comienzan a definir candidaturas y se están midiendo fuerzas en este proceso electoral 2020-2021.

Existe gran expectativa, pero sobre todo es un momento esperanzador para México.

Y es aquí, donde aparece lo que yo llamo, la Política en Femenino, donde surge está gran fuerza de energía femenina que es creativa, que transforma el ejercicio de la política, que propone y plantea los “cómo sí” hacer las cosas para construir sociedades más incluyentes.

El movimiento feminista ha demostrado seguir creciendo a pesar de la pandemia. En 2020, se realizaron diversas manifestaciones que marcaron el año como el paro general “un día sin nosotras”, hasta la toma de las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pasando por diversas manifestaciones para exigir justicia por los feminicidios.

El movimiento feminista se fortaleció, marcó la agenda pública y se tornó creativo, decisivo, y esperanzador; lo que creó un precedente para este proceso electoral.

En mi opinión, en este proceso electoral las mujeres seremos protagonistas del pensamiento político, de la cimentación del destino de nuestro país y de la transformación social a la que nos ha llevado esta nueva realidad.

Ha sido largo el camino para reducir las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres, una lucha que aún no termina, tenemos una deuda con los derechos políticos de las mujeres afrodescendientes, aún falta mucho por hacer por las mujeres migrantes, por las mujeres rurales, por las mujeres diversas y por las mujeres con discapacidad.

Las candidatas, políticas en ejercicio, diputadas, y las diferentes líderes políticas, tendrán que ser valientes, hacer a un lado el miedo y participar a pesar de la violencia política de género, de la resistencia de las estructuras patriarcales de los propios partidos, del tratamiento discriminatorio de muchos medios de comunicación, ya que la sociedad nos impone, que debemos demostrar en cada acción que somos capaces y competentes.

No se trata únicamente de implementar las cuotas de género, se trata de conseguir una igualdad efectiva. Por supuesto que estas acciones afirmativas crean mecanismos que aseguran un porcentaje para las mujeres a candidaturas políticas, lo cual, es de suma importancia.

Sin embargo, es momento de la política en femenino, de diferenciarnos en la manera de gobernar, debemos dejar en claro, ¿Qué nos hace diferentes a nosotras en el ejercicio de la política?, ¿Cómo vamos a trascender? ¿Cuál será nuestro legado para las mujeres que vienen?

Necesitamos más mujeres implicadas en política, necesitamos movimientos, espacios de participación, energía femenina que invada la esfera pública, para lograr humanizar la política y crear sociedades más justas.