La sucesión rectoral en la BUAP

  • Fernando Santiesteban
En octubre relevo rectoral en el contexto de las elecciones intermedias

Este año finaliza la segunda gestión de Alfonso Esparza Ortiz quien llegó a ser rector después de una larga carrera universitaria, primero como docente en la Facultad de Contaduría Pública, representante sindical y funcionario de la institución. En sus manos estuvo la transformación del área de Auditoría en la Actual Contraloría General, posteriormente el Consejo Universitario lo nombró Tesorero General. 

En sus manos han estado las finanzas de la universidad pública de Puebla, una de las mayores del país y, en buena medida es el Autor de la estabilidad financiera de la institución aun en tiempos difíciles para instituciones de educación superior públicas, especialmente para las universidades autónomas del país, varias de ellas han llegado prácticamente a la quiebra.

Respaldado por estudios actuariales impulsó la reforma al modelo de jubilaciones que ha dado un respiro a la economía institucional, al tiempo que se cumplieron a cabalidad las exigencias de transparencia y rendición de cuentas.

Alfonso Esparza fue nombrado rector sustituto a la salida de su antecesor en mayo de 2013, apenas unos meses después pudo conseguir el apoyo de la comunidad para ser nombrado en forma unánime, rector electo por el H. Consejo Universitario.

Todo esto ocurrió en un breve periodo mientras el rector saliente contendía por un puesto de elección popular frente a un gobernador que controlaba todo con mano firme y quien se oponía a que contendiera contra su candidato. 

Es sabido que la aventura electoral del ex rector fracasó, mientras que, en la BUAP, las cosas empezaron a funcionar ya con Esparza y con el respaldo del gobernador.

La coyuntura actual parecía repetirse: a unos meses del término de la gestión rectoral, en medio de un proceso electoral, y con un gobernador no muy amigable y más aún cuando ya se rumoraba que algunos partidos políticos se habían acercado al rector para (al igual que sus dos antecesores) se convirtiera en candidato a algún cargo de elección. 

Nuevamente se podría presentar la secuencia: rector sustituto- candidato-rector electo, mientras Esparza haría usufructo de su fuerte capital político con lo que podría conseguir cierta inmunidad frente a la conocida hostilidad del actual gobernador de Puebla.

De haberse presentado ese escenario, las consecuencias habrían sido obviamente, las de una sucesión rectoral más complicada, independientemente del resultado de las elecciones.

No obstante, hace unos días, al término de una larga sesión del H. Consejo Universitario, Alfonso Esparza declaró públicamente que no estaba interesado en la contienda electoral y que, permanecería en su cargo hasta el final de la gestión (octubre del 2021).

En mi opinión esa, fue una decisión acertada, Esparza siempre sostuvo que permanecería en su cargo hasta el final, y lo está cumpliendo, incluso, a costa de su propio futuro, pero en favor de la estabilidad institucional.

Para todos en Puebla debe importar que la transición rectoral se lleve a cabo en paz y que, el cambio produzca una nueva etapa de desarrollo institucional para que la BUAP siga siendo parte de las soluciones y no de los problemas en nuestro querido Estado.

Ahora estaremos atentos de los liderazgos interesados en suceder a Esparza y, sobre todo en que se desarrolle un programa estratégico con visión de futuro. 

Sin duda la siguiente persona que dirija los destinos de la institución, tendrá que tener atributos fundamentales, capacidad de trabajo, experiencia y conocimiento de la administración, liderazgo y una trayectoria impecable. 

Fernando Santiesteban Llaguno

fsanties@gmail.com

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Fernando Santiesteban

Licenciado, maestro y doctor en química, directivo en la buap desde 1994. Especialista en planeación y administración académica.