En el corazón de la Ciudad de México se ha propuesto una intervención temporal, a manera de experimento social, a pequeña escala, en un esfuerzo por encontrar soluciones que se implementen definitivamente, a esto se le conoce como Urbanismo Táctico, por lo tanto suceden con diferencias en durabilidad y niveles. En ocasiones este tipo de urbanismo es implementado por la misma sociedad, pero en este caso fue a cargo del Gobierno de la Ciudad de México. La gran ventaja  de este tipo de proyectos es la velocidad de su implementación, y queda de manifiesto una participación social, comunitaria, aunque no sabemos si el mencionado gobierno tienen una manera de realizar las mediciones de uso y aceptación.

La Ciudad de México ha querido emular experimentos fructuosos que ya se han realizado en Nueva York (Time Square). En la CDMX , en las orillas de la plancha de la Plaza de la Constitución se ha querido implementar urbanismo táctico con el trazo y diseño de diamantes y espirales encontrados, motivos que pertenecen a los tradicionales textiles de Chiapas. Se trata de un brocado utilizado entre las comunidades tzotziles, en la que el rombo representa la idea del mundo desde la concepción maya en sus tres niveles: cielo, tierra e inframundo; mientras que el espiral es un glifo que alude a la comunicación.

Por un lado 7.5 millones de pesos en época de crisis, de pandemia, de falta de vacunas de todo tipo, de falta de medicamentos para cualquier enfermedad, creo que pueden tener otro destino. Pero por otro lado también está la salud mental de todos. Es decir, la cuarentena, se lleva a cabo o no, a medias o con la urgencia de salir a trabajar, ha generado inestabilidad emocional. Ahora no es momento de utilizar el espacio público, pero, por lo mismo, es el momento ideal para intervenirlo para poder ser utilizado al volver a la nueva normalidad. Pero sería bueno medir los gastos, sobretodo tratándose de algo temporal.

Por otro lado se manifiesta un desconocimiento generalizado sobre nuestro patrimonio textil. El Estado de México también se distingue por hermosos bordados. Cada región tiene sus propias propuestas textiles y dentro de estas cada elemento y cada color tienen su significado.

Aquí, en el Estado de Puebla, en San Pedro Cholula, el entonces edil, José Juan Espinosa, planteó un proyecto de remodelación del parque Soria y del edificio Xelhua  (aledaño al primero) en 2016, en el que elimina las áreas verdes, tirando árboles de forma desconsiderada. Ante tal atrocidad, la sociedad civil se organizó junto con universidades, profesionistas, vecinos, académicos, artistas e investigadores para refutar la propuesta y elaborar –en conjunto- una propuesta más amigable con el medio ambiente, con la movilidad, con el uso y con la imagen. De ahí el artista plástico Héctor Jara realizó una propuesta en grecas para el piso basado en la cerámica polícroma de Cholula, con grecas escalonadas y xilcalcouhquis; propuesta que no implicaba costo extra, ya que de todas maneras se utilizarían la misma cantidad de losetas.

Desgraciadamente la sociedad no fue escuchada, no se dejó de tirar árboles, se construyó una Plaza Dura y en ella grecas desproporcionadas y diseño mal implementado sólo para “dar la impresión” de que sí se escuchó a la sociedad. Los espacios cuyos usos estaban divididos y señalizados se mezclaron creando un desorden y riesgos en el ir y venir de bicicletas y peatones.

En conclusión, aún nos faltan elementos para implementar el Urbanismo Táctico, pues éste requiere de las ciencias sociales, de la estadística, del urbanismo,  pero, sobretodo, de la democracia y de un mínimo de conocimiento cultural.

Propuestas de Héctor Jara en 2016.

Plaza Dura en lo que era el Parque Soria. Foto de la autora 2021.