Lesly es una pequeña de dos años, nació con severos problemas de salud.

¿Qué tiene? Todo.

Tiene un grave problema neuronal, lo cual lleva a problemáticas en su motricidad, visión, habla y escucha. Aunado a esto, tiene un crítico problema respiratorio; necesita oxígeno asistido para vivir. Todo esto, se acentúa terriblemente con la trágica condición de su familia: pobreza extrema.

Ahora Lesly enfrenta una situación urgente, el concentrador de oxigeno que tiene, está averiado y no funciona correctamente. Y es cuestión de días para que deje de servir. Le es indispensable uno nuevo.

Ufff. Conseguir un concentrador de oxígeno en época de Covid. No solo es difícil, sino que, si se llega a conseguir, es carísimo.

Luis, el papá de Lesly, es albañil, y desde la contingencia no ha tenido trabajo. Sale temprano para hacer lo que pueda y llevar unos pesos, los cuales deben rendir para comida y las medicinas que permanentemente necesita su pequeña hija. Karina, la mamá de la niña, se dedica de tiempo completo a cuidarla, no podría ser de otra manera.

¿Cuál es el panorama de Lesly? Trágico.

¿Qué necesita? Un milagro.

Esto no es lo peor.

Lo peor es que el caso de Lesly, no es un caso aislado. Se repite incontable número de veces. Niños y niñas con cáncer. Con insuficiencia renal. Con enfermedades respiratorias. Con cardiopatías. Y más, mucho más.

Niños y niñas en condición de extrema pobreza que enfrentan enfermedades con las que su familia no puede, simplemente no puede.

Sí, hay una terrible crisis en el sistema de salud público. Pero esto no es de hoy, es de siempre. En la Fundación hemos ayudado con medicinas y aparatos desde hace más de diez años. Hoy se ha visibilizado de sobre manera, y que bueno. Como sociedad debemos exigir que las autoridades garanticen la salud de todos y todas, en especial de quienes más necesitan.

No se trata de despojarnos de lo que tenemos y darlo a los demás. Simplemente es cuestión de empatía, solidaridad y subsidiaridad. Tratar de ayudar en la medida de nuestras posibilidades. No importa el cuánto, sino el cómo. Entre todos y todas, se podrá hacer una gran diferencia. Dejar la polarización y unirnos en un solo proyecto: el del bien común. A esos niños y niñas en extrema pobreza que sufren feas enfermedades, así les tocó nacer, pero no tiene por qué tocarles vivir así, y está en nosotros el hacer esa diferencia.

Rescoldos.

En tiempos electorales llegan personas sin escrúpulos que por un voto lucran con las necesidades de la gente. Expongámoslos, evidenciémoslos. Es tiempo de hacer política de una manera diferente, como ciudadanía lo merecemos, donde las campañas se centren en propuestas encaminadas al bienestar social, no en dar migajas. Por cierto, si quieren apoyar a Lesly, contáctame, cuando la necesidad es tanta, no hay ayuda pequeña.

Rafael Reyes Ruiz

@RafaActivista

rafaactivista@gmail.com