Desigualdades manifiestas. Índice de Equidad Educativa Indígena

  • Gustavo Santín Nieto
65% de los indígenas habitan en 100 municipios con brechas educativas mayores a 20%

Cartas a Gracia

La publicación del Censo de Población y Vivienda 2020 (CNPV) acaparó los espacios noticiosos, al menos el 25 de enero Gracia. Dieron la nota: México contaría en 2020 con 126 014 024 habitantes, de los que un 52.2% son mujeres y el 48.8% hombres. Del total de la población que vive en el territorio nacional, el 6.1 % (7 364 645 habitantes), habla alguna lengua indígena. Aunque esta cifra arrojada disminuyera en 0.5 puntos porcentuales respecto al censo del 2010, la población de referencia crecería en 451 283 personas. El documento reflejaría que, aunque los hablantes de alguna lengua indígena fuesen más en números absolutos, a 10 años de distancia de la publicación de antecedentes, porcentualmente disminuirían al crecer a un ritmo menor en comparación con la población total.

El Censo 2020 da a conocer en la primera etapa que el 2.2% (2 576 213) habitantes se autoreconoce afrodescendiente y, de ellos, el 7.4% habla alguna lengua indígena, información que se conocería de manera específica “a partir del segundo semestre de 2021”.

La tasa de analfabetismo Gracia, sería otro de los datos que resaltan en una revisión ligera de la versión preliminar del censo que circula por redes sociales y que permiten recordar la larga travesía que se hacía entre Ciudad Universitaria y la Biblioteca en la que podían consultar este tipo de publicaciones en los años 70 del siglo precedente. Aparentemente, el analfabetismo habría descendido en 20 años 4.9 puntos porcentuales al pasar del 9.6 en el año 2 000 al 4.7% en 2020; la apariencia será confrontada con los números absolutos que podrían mostrar una cifra ligeramente mayor en estos últimos 10 años; el grado promedio de escolaridad se fijaría en 9.8 y 9.6 años, para hombres y mujeres equivalente al 3º de secundaria, si se considerara que niñas y niños cursan –aparentemente- el preescolar de manera obligatoria.

El rubro Viviendas por bienes y tecnologías de la información y la comunicación (TIC), señalaría que el 91% de los hogares dispondría de un televisor y, de ellos, el 43.4% contaría de un servicio de televisión de paga; el 87.5% de un teléfono celular; el 67.6% de un dispositivo para oír radio; el 52.1% dispondría de internet y, solo el 36.7% de las casas, dispondría de una computadora o tablet. Tres de cada cuatro viviendas (76.6%) “disponen de agua entubada dentro de la vivienda” y el 78.1% estaría conectado al drenaje público.  

Sin embargo, la comparación entre el entorno urbano y rural realizado por un equipo conjunto SEP-PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) en 2012, y que arrojaría resultados a partir del análisis del Censo 2010, permitiría reflexionar sobre los retos que en materia de equidad e inclusión enfrentaría la administración pública; pues, como el estudio aclara, aún falta mucho por hacer en materia de equidad. Las conclusiones son dramáticas; no obstante, en el prólogo se reconocería entre un mar de cuadros que México lideraría a otras naciones en acciones que promoverían el desarrollo de la educación indígena.  

Como señalara Marcia de Castro, a la sazón Coordinadora de la ONU y Representante Residente del PNUD en México, “el objetivo del proyecto” buscaría el “fortalecimiento de una educación indígena de calidad […], la evaluación de procesos de cuatro programas de educación indígena y la construcción del Índice de Equidad Educativa Indígena (IEEI)”. Los resultados serían previsibles Gracia y se podrían confrontar con las dificultades que enfrentaste cuando atestiguaste los retos que tuvieron que sortear muchas y muchos de tus compañeros hablantes de alguna lengua originaria; tu migración forzada para continuar tus estudios pues, como me platicabas, orgullosamente asistías a la telesecundaria que ofrecía el nivel de estudios más elevado de los que contaba tu localidad, en la que ahora se ofrecen alternativas profesionales. 

No obstante, entre los principales hallazgos de la aplicación del IEEI al caso de México en 2010 destacarían varios y los mencionaré: 1) “La población  indígena  ha  alcanzado  66%  de  los  resultados  educativos básicos logrados por  la población no-indígena”; 2) La alfabetización en los pueblos originarios se encuentra solo 17 puntos debajo de la que poseen los pares citadinos concentrándose entre quienes tienen 30 años y más, cuestión que se refleja en el Censo 2020; 3) La escolaridad promedio de la gente oriunda de los pueblos originarios equivale a poco más de un tercio  de quien no comparte origen; 4) Aunque existen estado con un índice elevado de equidad educativa como Guanajuato y Chihuahua, el 94%   del   total  nacional,  “habita  en  23  estados  en  los  que  se  observan brechas educativas mayores a 20%”.

El estudio muestra varios datos que son importantes para el diseño de políticas públicas estatales, regionales y municipales para hacer efectivo el eslogan: “nadie atrás” y evitar el recorte de programas presupuestales que incidirían en el abatimiento de la inequidad educativa, entre ellos que “4.4 millones de hablantes de lenguas indígenas (65%  del  total  nacional)  habita en municipios con brechas educativas mayores a 20% y en 100 municipios el rezago educativo de la población indígena es extremo, con brechas mayores a 40%”. 

La realidad que mostrara el Índice de Equidad Indígena: Informe de Resultados para México, sus Estados y Municipios, 2010, parecería que detendría el paso del tiempo al desaparecer, disminuir o fusionar programas que fomentarían la equidad y la inclusión educativa, y más cuando los datos publicados por el censo evidenciarían la carencia de insumos tecnológicos, privación que afecta más a los que menos tienen, como muestran los datos de Viviendas y TICs. Es preciso corregir el rumbo y acabar con las desigualdades manifiestas Gracia.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Gustavo Santín Nieto

Poblano por elección. Profesor Educación Primaria, licenciatura en Economía UNAM y Maestro en Administración Pública INAP Puebla. Asesor de SEP en varios estados. Miembro SNTE. Dirige IUP y Coordina la AUIEMSS