Algo raro pasa en el PRI de Huauchinango. Un mensaje grabado a través de un grupo de Whatsapp, fue la más más fuerte rebelión -si es que a esto pudiera calificársele así- de parte de quienes no fueron favorecidos por el tricolor en una supuesta encuesta, donde resultó triunfador, Juan Antonio de la Madrid, como precandidato a la alcaldía municipal.

Ese Whatsapp, fue de Zeferino Hernández, uno de los aspirantes que se suponía, podría ser el mejor posicionado. Y es que la tarde en que presuntamente se iba a dar conocer el nombre del mejor posicionado en una encuesta que habría realizado el PRI el fin de semana, se previó que ardería Troya, al saberse el nombre del ungido.

No fue así. El Whatsapp, tímido, timorato y ambiguo, fue hecho llegar a sus seguidores, ante la imposibilidad de hacerlo de manera personal. ¿En serio no hubo tiempo ni para eso?

¿Que decía en el Whatsapp de marras?

Que no fue favorecido en la designación de la candidatura. Que el favorecido fue Juan de la Madrid. Y que le costaba trabajo comunicarse con cada uno. Y que lo entendieran. Y que se sentía muy contento, satisfecho, porque sin el apoyo de su gente, no podría haber llegado hasta donde llegó. Que le daba gracias a Dios porque todos estaban bien. Que porque la salud es lo más importante. Que gracias por apoyarlo en ese bonito proyecto. Y que se daría tiempo más adelante para platicar con cada uno de manera personal. Tán tán.

¿Quién lo hubiera pensado?

Cuando todos creíamos que lo mas importante era que fuera candidato del PRI, resulta que lo más importante es la salud. ¡Oh, doctor Gatell!

Y que, de aspirante, pasó a convertirse en vocero del tricolor, al dar a conocer antes que nadie, el nombre del mejor posicionado. 

Y que, sin el apoyo de su gente, no habría podido llegar a donde llegó. ¿Imagínense si la gente no lo hubiera apoyado?

Eso sí, lo primero que nos hizo saber fue “mi tristeza, pero al final pues ya, se definió este tema”. Y lo dijo con una voz compungida. Lo más compungida que pudo.  

¿Y los demás aspirantes?

No dijeron ni pío.

Ni Joaquín Barrios, quien supuestamente quedó en segundo lugar.

O sí. Exhortó en su Face que nos cuidáramos y que usáramos cubrebocas. Y aparece usando un cubrebocas negro, mostrando su dedo pulgar hacia arriba, muy peinadito y con una sonrisota que se le salía del cubrebocas. ¿Otra vez, Dr. Gatell?

Fermín Bautista, el policía federal metido a la política, siguió en campaña, como si nada hubiera pasado. En su Face presumió que “Cada día escuchamos el sentir y las necesidades de los diferentes sectores de nuestro Huauchinango”, a través de un video donde se le ve visitando a la gente.

Juanita Mendoza ni se enteró.

Aldo Pérez, el cachorro del tricolor, dijo que “Con este cielo azul y un día soleado en #Huauchinango, iniciamos este viernes y quiero desearles lo mejor.  

A chingá, dijera mi abuelita (si viviera).

O de plano los aspirantes tienen atole de cacahuate en las venas o de plano recibieron su mochada y se fueron cada quien a casa a gusto.

¡Pinche PRI, no dejes de sorprendernos!

***

Dice Pancho Aguas Frescas que a nuestro amigo Zefe, la noche de la designación se le vio jugando billar allá por el rumbo del Cerrito en Huauchinango.

Y que estaba triste, muy triste.

Casi llorando.

No era para menos. Perdió estrepitosamente una partida de carambola con el más pendejo del lugar. Y todavía le tocó pagar las chelas. De coraje se fue de viaje a las playas de Zipolite.

¡Oh Dr. Gatell, vivirás para siempre en nuestras vidas!