Nueva forma de diagnosticar Covid-19

  • José Ramón Eguibar Cuenca
Los relojes que miden la frecuencia cardíaca pueden predecir la enfermedad COVID-19

A partir de miles de datos obtenidos del monitoreo de la frecuencia cardíaca obtenida a través de relojes inteligentes se ha podido mostrar que se puede predecir tener la enfermedad COVID-19, ya que cuando se producen incrementos repentinos en el número de latidos del corazón, denominados taquicardias, de preferencia durante el sueño profundo y en un período que va entre los 7 y los 10 días anteriores a que se presenten los síntomas clásicos de la enfermedad como son fiebre, pérdida de olfato y del gusto, tos y flemas.

Los estudios con relojes inteligentes que monitorean la frecuencia cardíaca muestran cambios en la frecuencia por la noche, debido a que al dormir cambia la respiración, en particular durante el sueño profundo cuando esta aumenta . En el caso de los que van a padecer COVID-19 los incrementos de la frecuencia cardíaca se acentúan y es más confiable que los cambios de temperatura, una medida de amplio uso. De hecho, los cambios del número de latidos cardíacos por la noche tienen un 90% de precisión. Estos hallazgos han llevado a la empresa NeuTigers, que desarrolla productos basados en inteligencia artificial a elaborar una aplicación denominada CoviDeep que puede ayudar a reconocer a potenciales enfermos de COVID-19 en lugares de alta transmisión del coronavirus como en residencias de ancianos, personal médico o cualesquiera que tenga un factor de riesgo. Ya varias de las mas conocidas marcas de relojes inteligentes como Apple, Samsung, Fitbit han mostrado interés por esta aplicación.

Un aspecto adicional es que esta herramienta ayudaría a detectar a personas que muestran variaciones de la frecuencia cardíaca y que pueden ser portadores del coronavirus SARS-CoV-2 y transmitirlo sin saberlo. Si se tienen incrementos de la frecuencia cardíaca durante el sueño se debe acudir al médico y hacerse una prueba de detección del ácido ribonucleico del coronavirus y evitar de esta forma los contagios. Esta estrategia es claramente mejor que el aislamiento en cuarentena de los pacientes que ya tienen síntomas y que por lo tanto ya han infectado a varias personas. Un simple aditamento que es de uso cada vez más frecuente, puede ser un arma efectiva para disminuir la tasa de contagio y del número de enfermos de COVID-19.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

José Ramón Eguibar Cuenca

Director General de Investigación de la Vicerrectoría de Investigación y estudios de Posgrado BUAP, médico de profesión y doctor en neurociencias. Es miembro del SNI y la Academia Nacional de Medicina