Crisis de nuestros buenos vecinos

  • Rodrigo Rosales Escalona
La sociedad estadounidense acumuló muchos resentimientos, su declive impacta al mundo

Lo que sucede en Estados UNIDOS, NOS ATAÑE DIRECTAMENTE, lo que resulte, sí tendrá consecuencias, incluyendo al mundo, porque esto va más allá de Trump en cuanto a una crónica anunciada y va a continuar después de Trump, porque la sociedad estadounidense que ya lleva mucho tiempo acumulando resentimientos desde el asesinato de Kennedy, su declive está impactando al mundo. Considerando el Partido Demócrata, desde hace sesenta años no había logrado tanto como hoy, es decir, tiene la cámara de representantes y casi también el control de la Cámara de Senadores Kamla Harris, resultando de finales de la disputa electoral, donde Georgia, finalmente le arroja a Biden el gane, siendo que el gran ganador es George Soros, sumando que el partido Republicano ya está en desastre por estos resultados.

Entre tanto, el partido Demócrata, no esperó un resultado tan pobre, que casi empató con el Republicano.

La toma del Capitolio por grupos ultraderechistas y nazis, deviene de que Estados Unidos, desde su guerra civil, simplemente quedó incrustado el supreracismo, junto con un clasicismo dado a el Destino Manifiesto, luego con la Doctrina Monroe.

 Es cuestión de diseccionar los principios fundamentales de la concentración de la riqueza y el poder en Estados Unidos, que a efectos prácticos han secuestrado la democracia en favor de los intereses de una élite políticofinanciera, sumiendo a un gran porcentaje de la población en la miseria y desesperanza más absolutas. Los principales excesos y rasgos espeluznantes de la realidad estadounidense forman parte de la casta dominante para aferrarse al poder y a los privilegios que éste conlleva.

A fines de los 90, cuando las resistencias obreras aún eran demasiado incipientes, tuvo un mayor protagonismo el desarrollo de movimientos que con una fuerte “ilusión social” comenzaron a cuestionar el orden capitalista. Fundamentalmente fue el movimiento antiglobalización el que cuestionó la deriva neoliberal capitalista, dando origen a algunas resistencias y a un activismo identificado sentimentalmente con la idea del anticapitalismo.

Desde su surgimiento, el movimiento antiglobalización se fue desarrollado entorno a los grandes encuentros de las principales potencias mundiales o cumbres. Así la historia de este movimiento se desarrolla a través de las “contracumbres”, escenario de enfrentamientos con la policía y donde el movimiento antiglobal se expresa con todas sus fracciones y tendencias.

Desde el inicio del movimento en la contracumbre de Seatle de 1999, hasta la contracumbre de Hamburgo en el año 2017, se puede seguir un desarrollo del movimiento no lineal en el que influyeron distintos factores, incluidos los cambios en la subjetividad de la clase obrera en cada momento. Aunque cada una de las contracumbres supone una cita importante que mueve a grandes y muy distintas sectores, resulta interesante conocer aquella que dio origen al movimiento y una de las que tuvieron mayor fuerza y radicalización. En esa cita se expresaron las principales cuestiones que definieron al movimiento.

Las manifestaciones de Seattle fueron la punta de un iceberg extremadamente importante. Es una movilización inusual debido a la diversidad de los grupos involucrados, tanto a nivel norteamericano como internacional. Abarcaron desde movimientos campesinos del tercer mundo hasta el movimiento obrero estadounidense hasta activistas y grupos de acción directa. También grupos ambientalistas. Fue extremadamente amplio, y reflejó un gran descontento popular internacional respecto de la dirección en la que está yendo la integración económica global. La liberalización del capital financiero no es un tema que los intereses del gran capital sean claros, pero sí sentir sus resultados: salarios más bajos y el deterioro general de las condiciones sociales y económicas.

Solamente es analizar lo que está sucediendo con los llamados indicadores sociales en Estados Unidos; son mediciones de cosas como el hambre, el analfabetismo, el abuso infantil y los salarios. En todo país industrializado fuera de Estados Unidos hay un reporte gubernamental anual sobre los indicadores sociales. Estados Unidos no tiene uno de esos reportes desde el gobierno de Hoover, pero están monitoreados. Las tendencias generales son bastante claras: hasta mediados de los setenta, los indicadores sociales mejoraron en conjunto con el PBI. Pero a mediados de los setenta, comenzaron a separarse. El crecimiento económico sigue, pero los indicadores sociales empiezan a declinar. Ahora están en el mismo lugar en el que estaban en 1960.

La ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial que se desató tras la muerte del afroamericano George Floyd en mayo pasado.también, en otro caso de represión policiaca es con Jacob Blake, que se traduce en la división social entre probos e improbos, al colocar a ciudadanos de otras nacionalidades en el mismo nivel de exclusión y marginación, como a nuestros hermanos y hermanas mexicanos.

El pensamiento de los amos del gran capital, como ideología que intenta sustentar que la tercera vía de desarrollo nacional y mundial lo es el globalismo y neoliberalismo, sostienen que es imposible luchar contra las fuerzas de mercado, así, como que la globalización capitalista es un hecho sencillo, no un problema que necesite una solución, porque las fuerzas de mercado no se pueden contrarrestar y se imponen, obligando a aceptar la realidad y repetir el grito de batalla de Santa Margaret Thachter: “No hay alternativa”.

El problema del gran capital norteamericano, es que siempre se ampararon en la fortalece de su moneda el Dolar, como escudo financiero y económico en y sobre economías en el mundo. Empero, al emitir cada vez más billetes, sin que estuvieran protegidos por el factor oro, de acuerdo a expertos norteamericanos, el Apocalípsis al que se enfrentan, proviene desde hace 20 años, con una inflación galopante, al emitir dinero donde se incrementa el precio de todo, menos en el de salarios y bienes sociales, por lo que la crisis de el poder adquisitivo se va alejando al de compra.

Lo anterior es producto de que el poder económico emite deuda, pero, sustentado en emición de dinero, sin una fortaleza del patrón oro, que en la actualidad el Bitcoin, al ser una moneda virtual o un medio de intercambio electrónico que sirve para adquirir productos y servicios como cualquier otra moneda. Pero esta moneda es descentralizada, es decir que no existe una autoridad o ente de control que sea responsable de su emisión y registro de sus movimientos, ante la economía y dolar norteamericano, se encajona en inflación, ante su imposibilidad de no cubrir metas contra una moneda encriptada que no es posible sustentarla de manera fiscal. Hiper

El gasto público no está sustentado por una reserva federal, aunado a que la recaudación de impuestos es menor a la previsión monetaria en oro, colocando contra la pared y déficit productivo, y  como Estados UNidos depende de emisión de moneda, el gobierno esconde la realidad.

Si el Bitcoin crece, la reserva federal emite más dinero, bajando en sustento económico y con inflación galopante. En este caso de la democracia bananera, si siguen emitiendo moneda, las consecuencias serán drásticas para los gringos, sobre todo contra nuestras naciones. Sumando que las materias primas bajan de precio, reflejándose en el mercado bursátil, quien intenta subir sus porcentajes con pies de barro.

Los activos financieros están sustentados en imprimir dinero, junto con los bancos inflando riqueza con precios del mercado e inflando precios, empobreciendo cada vez más a la clase trabajadora en general, quienes al no poder contar con garantías de poder adquisitivo, sus esperanzas de vida mejor son frustradas, siendo que en la nación más poderosa en el mundo, tiene el 41por ciento de su población en pobreza extrema, sobre todo en la comunidad afroamericana y latinos.

Un mecanismo de empoderar su poder financiero y  económico que logró el capitalismo imperialista norteamericano, fue su expansión mundial desde fines del siglo XIX, sobre todo con la Primera y segunda Guerras Mundiales, donde las naciones que luego de ambos conflictos bélicos, sus economías estaban en ruinas. Mediante préstamos e inversiones norteamericanas, así como someterlos a ceder control monetario y de algunos territorios de sus colonias, Estados Unidos, consolida su imperio. Sin embargo, la guerra en Viet Nam, le resultó un cuanto contraproducente, porque si bien la industria militar es magnífica inversión, se inicia el proceso de inestabilidad financiera y económica, porque el capital invertido no dio mayor capital, obligando a mayor emisión de billetes sin sustento en oro. Las demás guerras y conflictos, a pesar de Irak, Afganistán, Siria y más, continúan en el mismo camino. Traduce en pérdida de capital en general, costando en que el pueblo soporte las pérdidas, empobreciéndolas aún más.

Mientras que Rusia y China están acumulando oro, previendo una crisis monetaria por el dolar, quien está perdiendo confianza, porque dichas naciones generan un mejor y  más sólido patrón oro, como también en plata, donde Europa perderá rotundamente, gracias a sostenerse en alianza con Norteamérica, muy a pesar de que Europa designó su alianza económica y financiera con el Euro, están en juego sus economías.

Décadas de apostar por imponer el dolar, sin un sustento en oro en sus arcas, fue corroyendo su economía en crisis, con inflación que se fue tragando sus ahorros de la clase trabajadora, con un incremento de la pobreza en 49 por ciento, corrompiendo y minando el sistema de salud, educativo y otros servicios sociales, pobreza que ante altos intereses bancarios, más debilidad del poder adquisitivo por hipotecas inalcanzables, se incrementan casas y departamentos en pérdida. Hoy, según cálculos del Tesoro Norteamericano, al menos 7 millones de habitantes, sobreviven en las calles como refugiados en su propio país, con mayor porcentaje de afroamericanos.

Por más que se brindan apoyos y subsidios a los campesinos, que al exportar les garantizan preciso altamente competitivos, aún así, la perdida del poder adquisitivo social, junto con la inflación y altos costos de intereses bancarios, el campesino también lo están arrinconando, máxime y a partir de la década de los ochenta a la fecha.

Una sociedad que se siente traicionada por sus gobernantes, quienes les imponen sentimientos de ultranacionalismo exacerbado, donde se necesita un enemigo extranjero para reforzar esos sentimientos, la crisis y corrupción de sus gobernantes, se profundiza una crisis y división social, resaltando racismo y un moralismo religioso dogmático y falso, cuestión que al momento en que Donald Trump se manifiesta por ser Presidente de dicha nación la primara vez, supo cómo manejar la comunicación no verbal, la sugestión de la conciencia y el engaño, al sembrar esperanza de un reencuentro con una nación poderosa en Imperio, aprovechando que los demócratas con Obama, refleja el síndrome Viet Nam, de cómo sus hijos morían en frentes de batalla en Medio Oriente y otros lugares geográficos, aunado a la pobreza, Trump, logró la primera vez.

En su nuevo intento, si bien es cierto que grandes sectores sociales están en condición de incertidumbre, angustia y molestos porque sus vidas no tienen respuesta, así como Trump amplió sentimientos encontrados de y entre las distintas naciones que coexisten con diversas identidades, magnificando lo más obscuro de su pasado del siglo XIX, el racismo blanco, no le fue suficiente para ganar con mayoría.

Ante el ataque al Capitolio por parte de grupos derechistas y nazis, sobre todo que la toma violenta del recinto de la “democracia” fue humillado y violentado, genera un reclamo hasta de los republicanos menos dogmáticos, derivando en que luego de discusiones entre demócratas y republicanos en el Senado para someter a Trump a juicio político, al insistir en declaraciones torpes de Trump, se deja sentir que es un peligro para su nación  y democracia, al final, todos aceptan que representa amenaza ante el potencial de que los sediciosos seguidores de Donald Trump vuelvan a intentar un asalto contra el Capitolio, como el que dejó cinco muertos, incluido un policía, la semana pasada.

El profeta frustrado Trump, deja un vació social, económico y financiero, aunado a una crisis en el mundo, que sus aliados ya no soportan más al imperio ciego.

Con México, muy a pesar de que se acuse al gobierno de la república de que se extralimitó en soberanía con Trump, en los hechos, al revisar la política exterior, va siendo distinto a sexenios tecnócratas que cedieron soberanía.

Biden sabe perfectamente bien, que requiere aliados de todo tipo en el extranjero, con naciones que se reinicien mejores y rescontrucción de relaciones comerciales, con una política exterior que remedie y sane heridas, a diferencia de Trump. Un Biden que para poder ir tejiendo una mayor confianza entre su pueblo, debe por construir e ir superando una nación en crisis, así como afianzar mejores relaciones con México, que está avanzando en el exterior como nación que va recuperando su identidad soberana.

Biden debe echar un volado con moneda firme, de lo contrario, se profundizará más la crisis social y  política con incalculables consecuencias.

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx

Analista político y de prospectiva social

 

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Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.