Día internacional de los derechos humanos

  • Rafael Reyes Ruiz
Hay muchas violaciones a los derechos humanos, urge levantar la voz como sociedad

La señora Vicenta, habitante de la comunidad de San Miguel Espejo, tenía a su pequeño hijo, Alejandro, con un evidente problema neuronal. No sabía qué tenía, solo “se veía enfermito”. Fue a un hospital público a solicitar ayuda. Le fue negada. No respetaron sus derechos humanos en cuanto a la asistencia médica necesaria.

 

La señora Cirila, habitante de una comunidad indígena perteneciente a la Junta Auxiliar de San Francisco Teotimehuacán. Nunca fue dada de alta en el Registro Civil. Quizá porque nunca le hizo falta. Un día, ante la necesidad, fue a una oficina del Registro Civil para poder tener un acta de nacimiento. No sólo fue discriminada por su aspecto, sino que, ante el exceso de burocracia le fue imposible poder sacar el documento. Se vulneraron en ella, varios de sus derechos humanos.

 

El señor Nicanor, habitante de la Junta Auxiliar de La Resurrección. Regresaba, caminando, de un trabajo que había conseguido limpiando un terreno; eran alrededor de las once de la noche. Entre sus cosas, traía un machete, que es parte de sus herramientas de trabajo. Poco antes de llegar a su casa, lo detiene una patrulla, arbitrariamente y sin motivo. Lo sujetan entre varios policías y revisan sus pertenencias. Al encontrar el machete, le dicen que es un arma, y lo arrestan. Al día siguiente muy temprano, lo trasladan al CERESO, donde pasó un tiempo. No tengo ni qué decir cuantos de sus derechos humanos fueron violados.

 

Claudia, chica de veinte años. Tuvo la mala suerte de nacer en un pueblo ubicado en el corredor Puebla-Tlaxcala. Desde los catorce años fue privada de su libertad para ser vendida como mercancía. Fue prostituida en un lugar muy cerca de su casa. A los dieciocho años fue llevada a Puebla, donde en una calle del centro de la ciudad la seguían explotando sexualmente. Ahí pasó dos años más hasta que fue rescatada. Vivió seis años prisionera de trata de blancas. ¿Los derechos humanos de Claudia? ¿Qué es eso?

 

Estos que conté, son casos reales, que me constan, que yo vi y conocí. No son casos lejanos de algún lugar retirado. Tristemente no son casos aislados, pues como esos, hay muchos, algunos iguales, otros parecidos y por desgracias los hay peores, pero al fin, violaciones a los derechos humanos, que, quienes más las sufren son las personas de grupos altamente vulnerables.

 

El 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, pues ese día pero del año 1948 fue cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la declaración universal de los derechos humanos.

 

¿Por qué un día de los derechos humanos? Porque es necesario visibilizarlo, porque aún hoy en día, hay muchas violaciones a estos derechos. Así como los casos que comenté, encontramos muchos, muchísimos más. Es necesario levantar la voz como sociedad. No se trata de salir con pancartas (que podría ser), va más en el sentido de que cada quien, desde su lugar, desde su entorno, podamos actuar para que siempre se respeten los derechos humanos de quienes están en nuestro contexto, principalmente respetándolos nosotros.

 

Rescoldos.

“En definitiva, ¿dónde empiezan los derechos humanos universales? En pequeños lugares, cerca de casa; en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en ningún mapa. […] Si esos derechos no significan nada en esos lugares, tampoco significan nada en ninguna otra parte. Sin una acción ciudadana coordinada para defenderlos en nuestro entorno, nuestra voluntad de progreso en el resto del mundo será en vano.”

  — Eleanor Roosevelt

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Rafael Reyes Ruiz

Activista social dedicado a brindar ayuda integral a grupos de alta vulnerabilidad. Fundador de Fundación Madai, que apoya a niños con cáncer y sus familias. Miembro de grupos y colectivos de la sociedad civil. Escritor, articulista, conferencista. Desarrollador y promotor del emprendimiento social.