Muy lejos. Si tomamos en cuenta los kilómetros que nos separan de este país de ensueño la distancia es grande, pero si nos comparamos en términos de bienestar social nos separa un abismo.

Hace un año el presidente de México prometió que al terminar su segundo año de gobierno tendríamos un Sistema de Salud como el Danés y como no hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no llegue, nos alcanzó la realidad y la promesa no la vemos cumplida por ningún lado.

Conveniente es a estas alturas saber cómo funciona en Dinamarca la asistencia sanitaria.  Para empezar los daneses invierten el 9% de su PIB en este rubro. La prestación de los servicios es preferentemente pública, solo un 5% está en manos de iniciativa privada. La atención está descentralizada por regiones. Todos los ciudadanos tienen acceso directo a los médicos de atención primaria AP, a especialistas otorrinolaringólogos y oftalmólogos y desde luego a servicios de urgencia hospitalaria.  Para acceder a otras especialidades se necesita una derivación del médico familiar.

Los Centros de Atención están distribuidos a lo largo y ancho del territorio, de modo que siempre hay uno cerca del lugar donde se reside.  Están abiertos de 8 a 19 horas en todos hay dos médicos, enfermeras y personal de laboratorio.  En cada centro se organizan para dar cobertura desde viernes por la tarde a la primera hora del lunes. Las citas se pueden hacer vía internet o telefónicas, lo que garantiza atención inmediata.  Todas las consultas están digitalizadas, incluyendo la historia clínica del paciente, las prescripciones médicas y las derivaciones hospitalarias.  Los daneses hacen entre 6 y 7 visitas anuales para recibir atención médica.  El sistema es más preventivo que remedial.

Los centros son propiedad de los médicos, ellos son responsables de contratar a su personal administrativo y lo mejor un médico de familia en Dinamarca gana alrededor de dos y medio millones de pesos anuales, es decir casi 125mil pesos al mes.  Disminuye su ingreso si se exceden en enviar pacientes a especialidades, pues eso implica que no están haciendo bien su labor preventiva. 

Así las cosas,  estamos a años luz de contar con un sistema de salud como el de Dinamarca o Noruega.  En México de hecho ha disminuido la inversión en salud en los últimos dos años.  No obstante la pandemia, solo se ha destinado a este rubro el 2.5% del PIB y ya ni hablar del salario de los médicos y en general del personal de salud que no es ni la décima parte de lo que reciben los profesionales de la salud en esos países.

A dos años de gobierno de 4ª, estamos lejos de Dinamarca, lejos de la seguridad, de la educación, de la justicia y del bienestar tan largamente anhelados, pero muy cerca de convertirnos en un estado fallido.

De nosotros depende.  Las elecciones están a la vuelta de la esquina.  Por cierto, ¿ya revisó si está vigente su credencial de elector?  La cita se consigue por internet.  No lo deje pasar, es de vida o muerte.

Ana Teresa Aranda Orozco