La primera vez que escuché su nombre fue en mi época de estudiante de la Licenciatura en Contaduría. Como la mayoría de mis compañeros desde los primeros semestres iniciamos nuestro trabajo profesional como auxiliares en despachos de contaduría o teneduría de libros contables en la ciudad de Puebla. Recuerdo cuando tuve que ir a solventar un requerimiento a la Oficina Federal de Hacienda número 1, después fue 125 y ahora es Puebla Norte del SAT. En esa época el jefe de la oficina, lo que hoy equivale a Administrador Local, era el C.P. Rafael Moreno Valle Sánchez. Mi jefe en el despacho donde trabajaba en ese momento me pidió que fuera a verle para atender un requerimiento a esa oficina, me acerqué a su escritorio y recuerdo claramente que sabía del asunto que le llevaba, conocía el negocio, hasta los dueños del comercio revisado. Me explicó con mucha paciencia la manera de solventar ese requerimiento y me citó para el día y hora próxima para llevar la documentación necesaria del trámite. Años después egresé de la Universidad y me asocié al Colegio de Contadores Públicos del Estado de Puebla, siempre me ha gustado mi profesión y me puse a trabajar en las comisiones profesionales. Fue ahí donde pude constatar el poder ético y profesional que tiene un decano. Él era nuestro decano y maestro de los Contadores Públicos del Estado de Puebla. Siempre se consideró su opinión cuando había renovación del consejo directivo del colegio, con el objeto sugiriera quien debía encabezar la planilla de unidad y así ocurrió por décadas en el C.C.P.E.P. pero no solo en el Colegio, también en el órgano de fiscalización del estado de Puebla, lo que es ahora la Auditoria Superior del Estado, él era un profesional muy influyente para la decisión que debía tomar el Congreso del Estado sobre quien debía encabezarlo. Su recomendación fue muy importante para que se eligiera al ahora Auditor Francisco Romero Serrano. Fue un hombre de poder.

Supe que fue el último gran amigo del gobernador Luis Miguel Barbosa, sin duda lo va a extrañar ya que era un comensal constante en la casa del gobernador o viceversa. Quedará siempre en mi memoria cuando lo vi la primera vez y hablé con él, la sapiencia como me atendió, se fue el decano y maestro de varias generaciones de Contadores Públicos. Desde aquí un abrazo a Rafa, a la Secretaria de Desarrollo Económico Olivia Salomón su esposa y sus demás familiares.