En una de mis colaboraciones pasadas escribí que la necesidad de construir ciudadanía parte de un proyecto de formación integral de las personas ante realidades que se modifican rápidamente en el mundo de hoy. Esta formación tiene que ver con la capacidad para entender nuevas formas de ser y nuevas formas de aprender ante nuevas formas de conocer y problematizar la realidad.

Esta construcción ha evolucionado a través de la historia y tiene que ver tanto con lo cultural, lo ideológico y hasta con lo político e involucra un proceso formativo en los contextos en donde se desarrolla.  Esta ciudadanía no se da simplemente por estatus o declaración formal de la misma, ya que: “precisa para su construcción, del desarrollo de las capacidades individuales para el ejercicio pleno de los derechos y prácticas que la definen” (González, 2010).

Por tanto, la formación de la ciudadanía debe de constituir un tema de interés permanente de educadores, investigadores de las diversas ciencias sociales, de quienes toman decisiones e intervienen en las políticas educativas del país y de la sociedad en su conjunto. En el contexto actual, en el que, de manera abrupta, primero por la emergencia de la pandemia y posteriormente porque la tecnología se ha convertido en uno de los medios más utilizados por buena parte de los ciudadanos, la formación se convierte en el centro de atención.

Los entornos digitales, si bien facilitan la comunicación, proporcionan información en tiempo real , son  globales y generan nuevos espacios , representan también la complejidad de  las comunidades actuales  por la falta de regulación  de sus prácticas, por lo que se vuelve una necesidad el formar para el ejercicio de la ciudadanía digital, a través del  desarrollo de habilidades digitales que permita no solo desenvolverse en esos espacios, sino también, el fomento del respeto a   las normas de comportamiento derivadas del  uso de la tecnología.

El jueves pasado, en nuestro octavo Encuentro Educativo, la Dra. Elvia Garduño con la temática: “Ciudadanía Digital. Formación desde la Personalización”, desarrolló una charla en la que, fomentando la interacción de los participantes en el encuentro, diserto sobre el ejercicio del derecho de la ciudadanía digital a través de la formación en el ámbito digital conectada con las personas.

La construcción de ciudadanía implica al desarrollo de competencias que permitan asumir de forma crítica la información recibida de los medios, una comprensión explícita del impacto social y económico de la tecnología, el respeto de las leyes, así como el conocimiento, movilización y defensa de los propios derechos en un entorno digital en donde cada persona respeta, difunde, busca y gestiona contenidos a la vez que configura utiliza y aplica la información.

La Dra. Elvia comentó que, si bien diversos actores sociales, entre ellos los educadores,  tenemos el desafío de acompañar y orientar en ciudadanía digital, las familias se convierten en uno de los principales actores para que sus miembros ejerzan su derecho como ciudadanos digitales responsables, con seguridad y reflexionando críticamente su actuar en los entornos digitales, tal y como, por ejemplo,  lo comentó uno de los participantes del encuentro: “La ciberobligación de corroborar la información que difundo en redes sociales”.  

El punto de partida comentó, somos nosotros a partir de lo que cada uno tiene, representado en los intereses, necesidades, expectativas y pasiones personales, para desde ahí, establecer rutas de aprendizaje para gestionar la información.

Esta ruta de aprendizaje implica la búsqueda, la selección, los derechos de autor, publicación y difusión dentro de este reto no solo de informar, sino básicamente de formar, vinculado principalmente con las personas y sus emociones, porque un ciudadano digital siempre es una persona que piensa, siente y actúa y en donde los derechos humanos se ejercen de manera permanente, tanto de manera presencial como en la virtual.  

La base en la formación de la ciudadanía digital es la personalización del aprendizaje, ante problemáticas que no son privativas de la virtualidad, tales como la manipulación informativa, las cuestiones sobre la privacidad, las diversas aplicaciones de las TIC, el derecho a la desconexión entre algunas. La construcción de ciudadanía digital inicia desde edades tempranas y en las familias, buscando integrar lo socioemocional, lo tecnológico y lo pedagógico, favoreciendo la interculturalidad y la inclusión humanizando la tecnología.  

Falta mucho camino por recorrer, pero los senderos están abiertos, promovamos la empatía digital, la ciberconvivencia ante el ciberbullying, la ciberseguridad antes que la ciberdelincuencia y recordemos que el pleno derecho de nuestra ciudadanía digital empieza por cada uno de nosotros, en donde la formación se relaciona con nuestra capacidad para aprehender nuevas formas de ser, de sentir y de pensar problematizando nuestras cambiantes realidades. 

Referencias

González, T. (2010) Democracia y formación ciudadana. Cuadernos de Divulgación de Cultura democrática. México: IFE.