Huaquechula y la Revolución

  • Edwin Mora
Huaquechula fue escenario de las incursiones de Emiliano Zapata y otros

Nuestra entidad contribuyó a desencadenar la acción del pueblo mexicano, y que esta etapa de la historia local no se circunscribió a los trágicos acontecimientos del 18 de noviembre de 1910, sino fue una lista de acciones valientes en las que participaron sectores completos de la Puebla del momento y que demostraron que solo con valor y constancia podía lograrse lo que pocos consideraban posible, el fin del largo régimen dictatorial del General Porfirio Díaz al aflorar las aspiraciones de los mexicanos de todos los rincones que luego secundarían tan valiente actitud

    - Mariano Torres

 

 

Esta semana celebramos un aniversario más del inicio de la Revolución Mexicana. Efemérides como ésta nos permite reconocer quiénes somos, de dónde venimos, lo que representan nuestros antepasados y, de esa forma, vemos con mayor claridad nuestra herencia y nuestra responsabilidad para construir un mejor futuro. Ese conocimiento nos ayudará a definir mejor la manera que podemos dejar nuestro propio legado: eso es ocupar un lugar en la historia, por más simple que pueda ser.

 

Puebla jugó un papel relevante en esta gesta desde el primer día. Recordemos que el 18 de noviembre de 1910, días antes de iniciar el propio movimiento armado según lo que establecía el Plan de San Luis, los Hermanos Serdán dieron su vida por la causa. Su antigua casa, ubicada en la 6 Oriente de la capital del estado, es hoy el Museo Regional de la Revolución.

 

Desde el estallido de la rebelión, había ya varios grupos operando en el estado: el de Francisco A. García en las inmediaciones de Atlixco, Camerino T. Mendoza y Juan Lechuga en Tehuacán, Gumercindo Sánchez, Juan Ubera y Miguel Macuitl en Cholula, Dolores López en Huejotzingo y Juan Francisco Lucas en la Sierra Norte.

 

En esta misma tónica, Huaquechula y la región del volcán fue escenario de diversos episodios en la lucha por la justicia social. Ya desde el inicio del conflicto, el general Francisco A. García tomó con 500 hombres las regiones de Atlixco y Huaquechula. También fue aquí donde Emiliano Zapata tuvo un cuartel general, y desde este lugar leyó su manifiesto en náhuatl. El propio bisnieto del general, Benjamín Zapata Amor, ha participado repetidas veces en las marchas que se llevan a cabo en mi municipio para recordar el inicio de la Revolución.

 

Tras la traición de Victoriano Huerta a Madero, el 23 de abril de 1913 hubo en Huaquechula un enfrentamiento de 35 hombres del Cuerpo Rural que combatieron a los coroneles Ayaquica y Domínguez. La llama de la rebelión se mantuvo viva en la región.

 

También la población llamada Soto y Gama, ubicada en este municipio, es en recuerdo del general Antonio Díaz Soto y Gama, quien participó en el movimiento armado desde Huaquechula: después de haber participado en el Ejército Federal de Porfirio Díaz, se alió a los campesinos en rebelión y participó con el general Zapata en este municipio.

 

Tan somos parte de la historia, que año con año organizamos en Huaquechula un desfile conmemorativo cada 20 de noviembre en las principales avenidas del municipio. Entre caballos, jinetes, carretas y niños disfrazados de revolucionarios y adelitas, recordamos a los héroes de la Revolución, en especial, a nuestro general Emiliano Zapata, cuyo centenario de su cobarde asesinato recordaremos en unos días. Aunque, como ha pasado con todas las celebraciones de este año, no se podrá hacer, eso no debe ser razón para olvidar a la Revolución.

 

Recordemos a los héroes que lucharon por una sociedad más justa, especialmente a los que nos son más cercanos. Al hacerlo preguntémonos: ¿cómo deseamos que nos recuerden cuando lo que hoy vivimos sea historia de México? Justo por eso es necesario tener presente nuestra historia: para reconocernos como comunidad y proyectarnos al futuro.

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Edwin Mora

Abogado, emprendedor, Maestro en Gobierno y Administración por la BUAP, Presidente Municipal de Huaquechula (2014-2018)