Imaginemos que hoy se resetea el mundo, que nadie tiene nada, que todos los países se quedan sin nada, que se acaban los recursos naturales, las empresas, los partidos políticos, las pobrezas, los inversionistas, las infraestructuras, los gobiernos y cualquier tipo de organización dentro de ellos. Imaginemos que cada país comienza desde cero y compite nuevamente contra todos los demás únicamente manteniendo el recurso de su gente, sus individuos con los arraigos de su cultura, religión y creencias. 

¿Cuál será el resultado en 10 años? ¿Quién ganara? ¿Quién será potencia nuevamente y quién será tercermundista y quien caerá ahora en la pobreza humanitaria?

Los resultados serian exactamente iguales, los que lideran, lo harían de nuevo, los que se quejan y tratan de organizarse entre ruido e ignorancia serian los mismos y quienes se hunden ignorados y solo recibiendo gestos de humanidad también serian exactamente iguales. Y es que hay una situación que quienes compartimos el tercer mundo no hemos entendido, tan no la hemos entendido que le seguimos apostando cada esfuerzo y recurso económico a desarrollarla y competir con esa insinuante y mentirosa fortaleza con la que nos han educado y mal informado según tenemos, se trata de la riqueza natural, seguimos pensando que lo mas valioso de nuestras naciones esta enterrado bajo nuestros pies, y que de ello depende la seguridad y futuro de nuestras sociedades, que si no hemos salido adelante es porque corruptos y malditos la han saqueado, aunque es interminable para nuestra buena suerte y siempre queda para que alguien mas venga a intentarlo.

No hemos entendido que quienes progresan y logran dar respuestas distintas, valiosas y disruptivas al caos constante de este planeta son aquellos que le han apostado al único recurso valioso y conocido hasta este momento en el universo, el mas simple y el que se ha dado equitativamente a cada territorio, se trata de ese arriba del cuello dentro de una caja de hueso al que llamamos cerebro.

Si hoy gogleamos a las siete actuales potencias mundiales podemos notar que no son las siete naciones con mas recursos naturales, si goglearamos a la inversa nos daríamos cuenta que los siete países mas ricos naturalmente no son los siete mas poderosos, esta situación no es una casualidad o maldición de quienes tienen o poseen, se trata mas bien de la capacidad que cada sociedad ha tenido ante su adversidad para solventar las dificultades, mientras algunos hemos decidido ser mas simples y utilizar lo obvio, los otros al notar que eso obvio no era abundante decidieron crear nuevas formas de responder, y ahí nació su grandeza, el adelantarse a las crisis con desarrollos que cuando los demás llegamos a ellas, ellos ya tienen listos dentro de una bodega después de haber sido registrados y fabricados en serie bajo sus propias normas y para vendernos a sus propios precios.

Este fenómeno no solo se da entre países, se da entre individuos, vecinos, familias, amigos, amigas, conocidas, pueblos, estados y lo que sea que tenga un pedazo de tierra con seres humanos.

Es verdad que el tercer mundo es una condicionante y culturalmente un gran obstáculo que en ocasiones luce imposible de vencer, pero también hay personas que dentro de él encontraron la manera de ser como las que no son de aquí, como las y los que innovan.

Javier García Iza me platico una vez que cuando el comenzó a desarrollar su empresa le dijeron que poner oficinas de lujo para renta en un país como México no era un gran negocio, pues el mercado no estaba acostumbrado por su condición de subdesarrollo, sin embargo el lo vio desde otro enfoque, el creyó que si competía con ese concepto en un país desarrollado su idea no seria innovación sino simplemente algo mas y que por el contrario la característica latinoamericana de economía terciaria le daba un margen de oportunidad enorme para ser de los primeros innovadores que generaran valor con este concepto, su empresa se llama IOS offices.

Este es solo un ejemplo simple de lo que ocurriría si cada una de las personas que habita este país entendiera que no hay recurso mas importante que la mente y que a ella hay que invertirle y apostarle, porque solo de una mente elástica y activa nacen soluciones a problemas imposibles, debemos reconfigurar y confeccionar nuevamente parte por parte el diseño de lo que entendemos por país competitivo y preguntarnos ¿qué es lo que deseamos ser?, ¿el mejor fabricante del mundo? ¿o un gran creador de ideas?. 

¿Qué deseamos ver en las etiquetas de lo que sale en contenedores y aviones a otras regiones?, una que diga THINKING MÉXICO, o la mas famosa para el planeta MADE IN MÉXICO, en esa respuesta esta el futuro de lo que seremos.

Rafael Gómez Olivier.

Ensayo Innovación.