Los mexicanos somos reconocidos a nivel mundial por nuestras tradiciones y la forma de celebrarlas, una de ellas es “el día de muertos”, la cual se vuelve motivo de alegría para las familias que deciden conmemorar dichas fechas, pero el presente año será distinto, esta tradición se ve afectada por las circunstancias generadas ante la pandemia del COVID-19 y el repunte de esta misma.

Con datos del centro de monitoreo de la Universidad Johns Hopkins, actualmente México es el décimo país con mayor número de contagios, por lo que las autoridades Federales y Estatales han tomado decisiones para prevenir el repunte acelerado, lo cual pueda terminar en un colapso total del sistema de salud pública respecto a las camas disponibles para la atención de personas infectadas.

Decisiones que van desde cancelar la realización de eventos culturales como son la exposición y concursos de ofrendas, hasta mantener cerrados los panteones que son los lugares que se frecuentan por los familiares, provocando que la forma de celebrar sea distinta, aunque esto represente una afectación directa a la economía de miles de comercios formales e informales.

También esta celebración será distinta para las familias de los casi 90 mil fallecidos a causa del Coronavirus, pues la mayoría de ellos no pudieron despedirse de sus familiares y amigos como tradicionalmente lo hacemos, además de que durante este tiempo de pandemia se han visto casos de como fallecen familias completas o un número importante de integrantes de una misma familia, lo cual contribuye a no querer conmemorar éstas fechas, por considerar que en algunos casos se adelantó la conclusión del ciclo de vida de un ser querido.

Sin duda para la mayoría que decida no dejar pasar estas fechas, será una celebración austera, pues con datos de la publicación del 8 de Octubre de Forbes México, existe una tasa de desempleo estimada del 11.7% en la Población Económicamente Activa para finales del 2020, lo que equivaldría aproximadamente a 6 millones de personas desempleadas, por lo que es un hecho que, aunque existan bajos precios o promociones, la economía familiar de la mayoría no está para hacer el mismo gasto que se pudiera haber hecho en años pasados.

Así que, si nos hubieran dicho que la nueva normalidad implicaría cambios de fondo en nuestras vidas, incluso en la forma de celebrar nuestras tradiciones, estoy convencido que la mayoría de nosotros seríamos un poco más responsables en el uso de las medidas de prevención sanitarias.

Por ahora lo que está en nuestras manos para que nuestra salud y tradiciones no se vean más afectadas, será llevar al pie de la letra las recomendaciones sanitarias y por ningún motivo bajar la guardia; hagamos la difusión y conservación de nuestras tradiciones con los recursos que tengamos a la mano e impulsemos la economía local.

Siempre debemos tener presente que lo que hagamos bien por los demás, lo veremos reflejado también en el bien de todos como sociedad.

Twitter: @IrvinGarcíaRami