Influir, de eso se trata este show

  • Rafael Gómez Olivier
En una sociedad cambiante seguiremos intentando mientras esperamos un milagro

Influir, de eso se trata este show, de ser importante en cualquier parte que la vida nos ponga, en no caminar frente a todos desapercibidos y sin sentido, en no hacernos a un lado cuando los momentos importantes llegan, en no permitir que una cerveza sea mas importante que una decisión, en que una fiesta no venza ni eche a perder la disciplina que costó semanas, en que las decisiones siempre sean decisiones, no solo ideas, no se vuelvan incertidumbre, no historias, no criticas, DECISIONES, puras, rumbos que tomamos aceptando los posibles destinos, saltos que dimos imaginando caer parados aunque estemos preparados para caer como sea.

Esa fue la respuesta que di en mi ultima conferencia en línea, mientras pensaba como todo salió tan mal y como nada fue mi culpa, como este año estuvo planeado como el ideal para nosotros y de repente los chinos o lo que sea derrumbaron todo dejándome por algunas semanas inerte y sin reacción, escuchando quejas, criticas, rediseñando mi mente, destruyendo mi estomago, culpando a la vida y comenzando a sentir el conformismo de que entonces no importa como me llegara diciembre, nada habría sido mi culpa.

Pero entonces reaccioné, me sentí incómodo, no encontré rumbo ni buenas salidas, no encontré otras rutas, quienes siempre me aconsejaban estaban igual de confundidos que yo, mi equipo estático, mi proyecto mirándome y rogándome que lo salvara de alguna manera, porque en el lograrlo también me salvaría en parte yo.

Entonces, recordé la única solución que me ha guiado en momentos como este, y es la acción, hay momentos para sentarse con un cigarro entre dos dedos, las gafas puestas, una de whisky con dos hielos, los pies sobre otra silla y mirar hacia la ciudad filosofando, recordando, creando e imaginando como somos chingones y como vamos ha seguir cambiando este mundo antes que otros. Pero en la crisis esa no es la opción, casi 10 años en lo mío me enseñaron que ante cualquier duda, miedo, dolor y obstáculo lo mejor es actuar, hacerlo con la experiencia y el conocimiento que tenemos, con lo que tenemos, con lo que rescatamos pero actuar, no criticar, o no hacerlo demasiado tiempo, hablo de levantarse y aún con las rodillas ardiendo y viéndose rojas con algo de tierra entre la sangre y sin poder doblarlas bien, levantar nuestra bicicleta, limpiarse las lagrimas que se hicieron lodo, aguantar en la garganta el último sollozo, agarrar el manubrio con las palmas ardiendo y pedalear hasta que la mente encuentre cordura y se de cuenta de que seguimos siendo valientes, solo que eso a veces nos obliga a caer.

Por lo menos en mi y en quienes trabajan conmigo, si iniciamos algo es para ser recordados, si por ego, tal vez, un poco, si por ambición, existe, claro, pero sobre todo por convicción, esa es la que nos trajo hasta aquí en un comienzo, esa es la que nos mantuvo cuando otros desistieron y se fueron y esa es la que nos va a salvar cuando la vida huela a mierda y sea un desastre como ahora, porque eso no podemos ocultarlo, sería negar nuestro esfuerzo, sería minimizar las agallas y no valorar cada cicatriz de los nudillos, me encantan las referencias a pelear, y no es por ser agresivo, pero cuando inicias algo tan pequeño que poco a poco crece hasta exigirte por si solo, en su diario hay días y son casi todos en los que si no peleabas, competías y defendías las entrañas de tu proyecto con todo lo que tienes, simplemente ahora no habría nada que rescatar.

En fin, en mucho el camino de un emprendedor, de un empresario, de una artista, de un deportista, de un político me parece mucho eso, hacer las cosas con la convicción de no ser una o uno mas, de influir, de contrastar, de sobresalir, pero eso solo se logra con trabajo, con capacidad, con más esfuerzo que el otro o la otra, con más inteligencia, con más amigos, con más Fé, con más paciencia, con más todo y un poco extra, y después de eso otro extra, un respiro profundo y otro extra, hasta que sin darte cuenta el aire es menos pesado y el camino ya no quema las plantas de los pies, ni deja roja la frente, ya no marea por andar en reuniones y camiones sacrificando el almuerzo, ya no arde abajo en el estomago por recibir las criticas y energías de quienes te jalan la playera hasta romperla, ya no, y no es que deje de pasar, solo es que ahora el pecho , el orgullo y lo que te rige desde arriba se vuelven más sabios, más diestros, más espectacularmente capaces y estás listo para un reto más grande, UNA PANDEMIA POR EJEMPLO.

Sea cual sea el obstáculo, hay una promesa a Dios, la familia y quienes alguna vez confían que se debe cumplir, jamás pasar desapercibido, que te juzguen y critiquen por todo, pero jamás por haberte quedado sentado mirando como no solo la vida sino todo lo que vuela sin orden en ese huracán pasaba frente a ti porque no ibas dentro.

El show es influir, es tener inteligencia de griego, actitud de rapero y agallas de soldado, es tener paciencia de reptil, visión de águila, fuerza de búfalo, y la obstinación de una manifestación completa.

En una sociedad que nos guste o no está cambiando por completo, existen dos opciones, esperar a que ocurra un milagro, o pedirlo mientras intentamos lograrlo.

@RafaGoli.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Rafael Gómez Olivier

Presidente y CEO Social Business, conferencista sobre emprendimiento. Cocreador del concepto IdeasParty.  Creador del concepto Mundo emprendedor: Congreso que llevó educación empresarial a más de 12 municipios en Puebla. Creador de Unfollow