Dimitri Karamasov nuevamente ante los jueces
- Atilio Peralta Merino
El quid de la cuestión , la clave del enigma estriba en saber ¿Quién se quedó con la suma de dinero completa que no fue encontrada en poder de Dimitri Karamasov?
El ministro presidente de la corte suprema de justicia, según ha trascendido a la prensa, habría iniciado procedimientos de índole sancionador dados presuntos actos de corrupción a los que estaría ligado Luis María Aguilar Morales, también integrante del máximo pleno jurisdiccional de la república.
Juan Carlos de la Barrera Vite, secretario de estudio y cuenta de la primera sala de la corte presidida en su momento por el extinto ministro Sergio A. Valls Hernández, fue detenido en el mes de agosto del ya lejano año de 2012, en virtud de los señalamientos que en su contra hiciera Sergio Villagrán “el grande”, inculpándole como infiltrado del “cártel” de los hermanos Beltrán Leyva; y tocaría en suerte, precisamente al propio Luis María Aguilar Morales en su condición de presidente de la corte, pronunciar la homilía fúnebre del ministro Valls con motivo de su deceso dos años después de tan lamentable incidente.
En octubre del año pasado Eduardo Tomás Medina Mora-Icaza presentó su renuncia al escaño judicial que ocupaba en la máxima instancia de justicia del país, la renuncia dirigida en la ocasión al presidente para su posterior remisión al senado como al efecto lo establece el artículo 98 constitucional , no consignaba la eventual “causa grave” exigida por el propio texto para dar validez a la misma, no obstante lo anterior, la prensa informaría de denuncias existentes en contra del ministro derivadas de diversas pesquisas seguidas por la unidad de inteligencia financiera con motivo de la supuesta existencia de montos de dinero en su haber que no resultarían del todo justificables.
Luis María Aguilar Morales solicitaría en la ocasión un cambio de adscripción de la primera a la segunda sala, con miras a ocupar la presidencia de esta última que quedaba vacante ante la renuncia del ex secretario de seguridad pública, ex director del centro de investigación de seguridad nacional, y ex titular de la procuraduría general de justicia, así como del correspondiente sitial de embajador de México ante Washington.
En julio de este año, Horacio Aguilar Álvarez fue destituido como notario por la agresión física de la que hiciera víctima a su joven, pero muy joven pareja, a las afueras de sus oficinas situadas en Naucalpan estado de México; representante legal de la diócesis metropolitana de la Ciudad de México bajo el gobierno pontificio del cardenal Norberto Rivera, no sólo resultaba en la especie proveniente de un ambiente altamente criminógeno en lo tocante a delitos de violencia a la infancia, sino que además habría llevado su actuación en público en una localidad caracterizada por un nivel preocupante de violencia hacia las mujeres, situación que, muy probablemente, no habría sido del agrado de su tío el ministro Luis María Aguilar Morales.
En otro orden de ideas, hace tres años fueron encontrados más de tres millones de pesos en la cajuela de su automóvil del señor Francisco Javier Pérez Maqueda, quién a la sazón se desempeñaba como responsable del área de muebles y mantenimiento del poder judicial federal por cuenta del consejo de la judicatura federal, sin que, a fin de cuentas, el referido servidor público lograra acreditar nunca a plena cabalidad la procedencia de tal suma, un tanto a la manera de lo expuesto en el juicio de Dimitri Karamasov en la inmortal novela de Dostoyevski, y, de más está señalar que, son, precisamente las cercanías de Pérez Mosqueda con el ministro Luis María Aguilar Morales las que hoy por hoy lo hacen objeto de pesquisas y señalamientos.
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De formación jesuita, Abogado por la Escuela Libre de Derecho.
Compañero editorial de Pedro Angel Palou.
Colaborador cercano de José Ángel Conchello y Humberto Hernández Haddad y del constitucionalista Elisur Artega Nava