Desaprendiendo para aprender

  • María Teresa Galicia Cordero
Es vital que estudiantes como los propios docentes, se apropien de nuevos aprendizajes

Una de las investigadoras con mayor aceptación en el medio magisterial es Frida Diaz Barriga y con razón, siempre que tengo la oportunidad de escuchar sus charlas, encuentro aspectos de reflexión necesarios para la tarea docente a partir de propuestas derivadas de procesos investigativos y de experiencias significativas.

Ayer en la conferencia: “Educación en la virtualidad.  Reto y oportunidad para la tarea docente”, la doctora Frida habló sobre el enorme potencial que tiene la enseñanza virtual, que, por cierto, si bien se ha intensificado su uso de manera reciente por la situación de emergencia, ya era investigada desde la década de los noventas.

En México, en mayo del 2018, el tiempo promedio diario de conexión a Internet equivalía a una jornada laboral completa. Cada mexicano navegaba en la red alrededor de 8 horas, 17 minutos al día, tiempo en el que un 44 por ciento, se encontraban conectados a través de un dispositivo móvil de acuerdo al reporte mundial realizado por las organizaciones We Are Social y Hootsuite.

Si bien, en algún momento escribí sobre los riesgos potenciales a los que se enfrentan diariamente nuestros niños, adolescentes y adultos conectados a Internet, también es un hecho que representa una oportunidad, especialmente cuando la labor docente puede aliarse a la tecnología para seguir aprendiendo, al mismo tiempo que innova sus formas de enseñar.

Pero es un hecho que los maestros y la comunidad educativa enfrentan grandes retos, uno de ellos es el acceso a la conectividad. Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH,2019) *había 80.6 millones de usuarios de internet y 86.5 millones de usuarios de teléfonos celulares, de los cuales el 76.6 por ciento correspondía a la población urbana. En la zona rural la población usuaria es mucho menor, se ubica en un 47.7 por ciento.

Esa misma encuesta menciona que los tres principales medios para la conexión de usuarios a Internet en 2019 fueron: el celular inteligente (Smartphone) con un 95.3 por ciento; la computadora portátil con un 33.2 por ciento y la computadora de escritorio con 28.9 por ciento. Entre las principales actividades de los usuarios de internet se ubicaron para el entretenimiento un 91.5 por ciento, para la obtención de información 90.7 por ciento y para comunicarse el 90.6 por ciento.

Estos porcentajes se han ido incrementando, porque en el 2015 eran 62.4 millones de usuarios y hasta el año pasado, la  cifra era de 80.6 millones, es lógico pensar que esta cifra ha aumentado por las condiciones actuales, ante lo cual  es necesario cuestionar que tanto se está apoyando a la sociedad en general para disminuir las desigualdades ante una realidad en la que Internet debería de formar parte de la  canasta básica de la educación  mexicana así como la necesidad de establecer convenios con las empresas proveedoras para que bajen sus costos y brinden un servicio de calidad, lo que actualmente, no sucede.

Regresando a la alianza con la virtualidad que Frida propone y que considero fundamental, fue la creación de un buen clima emocional favorable para el aprendizaje manteniendo siempre una mirada positiva con fortalecimiento emocional.

Para ello se requieren cuatro condiciones que deben existir en la virtualidad, que tome en cuenta enfoques experienciales, de indagación, construcción colaborativa y creación artística y científica. La primera sin duda, es la presencia docente, porque es quien realiza la mediación con la tecnología y el acompañamiento pedagógico; la segunda es la promoción permanente de la cognición y de las emociones; la tercera, con presencia social y colaborativa y la cuarta es que la virtualidad contemple ayudas o dispositivos pedagógicos.

Mencionó y ejemplificó diversas estrategias didácticas basadas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) y las Tecnologías del Empoderamiento y la Participación (TEP) así como los resultados de procesos de investigación realizados por sus estudiantes y su grupo de investigación en diversos niveles educativos, para recuperar las voces de los actores de las comunidades educativas.

También presentó una alternativa a las pruebas de evaluación clásicas a través de los exámenes cooperativos en los que se da retroalimentación y solución de dudas, el fortalecimiento del aprendizaje, el fomento de la colaboración y la reflexión, así como el aprendizaje mutuo.

En resumen, fue una mañana llena de propuestas para mejorar la docencia, mejorar el clima del grupo y recuperar las voces de la comunidad educativa a través de la incorporación de la virtualidad en la educación, lo que pone al centro la necesidad de que tanto los estudiantes como los propios docentes, se apropien de nuevos aprendizajes, les encuentren relevancia y se reconozcan como sujetos que aprenden a partir de procesos de disrupción creadora, desaprendiendo para aprender.

De esta necesidad, de la autonomía y la autogestión en el aprendizaje, tratará nuestro próximo encuentro educativo, el jueves 29 a las 6 de la tarde.

Referencia:

*https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2020/OtrTemEcon/ENDUTIH_2019.pdf

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.