La Ley Orgánica Municipal establece que los Presidentes Municipales deberán rendir cuentas a la ciudadanía, informando anualmente de manera detallada el estado de la hacienda pública municipal, el avance de los programas, las obras concluidas y en proceso, y en general, la administración pública municipal. 

Desafortunadamente, dicho acto de rendición de cuentas para las actuales administraciones municipales en su mayoría emanados de MORENA, se han limitado en la impresión de panfletos con cifras exorbitantes para los ciudadanos, acompañadas de galerías de fotografías en las que sobresalen los funcionarios, pero que desafortunadamente no otorgan datos duros de los avances educativos, sociales o culturales, ni en temas como seguridad pública, creación de fuentes de empleo y salud.

No han entendido que los tiempos actuales son de ciudadanos informados y críticos, que el actuar de los funcionarios públicos obliga a ejercer un gobierno transparente y centrado en el cumplimiento de sus obligaciones establecidas en ley, es decir, no limitarse a cumplir los compromisos hechos en campaña y otras acciones complementarias, si no a generar acciones que rompan con el desencanto que se tiene por los gobernantes.

Las preguntas que deberíamos hacernos es, ¿Qué de relevante tiene saber el número de infracciones realizadas por el área de tránsito municipal? Si no sabemos cuál fue el destino de lo recaudado. ¿Cómo creer que hay una inversión en seguridad pública? Cuando somos víctimas de la delincuencia diaria en el camino al trabajo o al regreso de nuestras actividades ¿Cómo aceptar un discurso de austeridad? Sí somos testigos del derroche en obras innecesarias.

Ejemplos tenemos bastantes, la inseguridad que se vive en Tecamachalco ha rebasado los límites que incluso el Gobernador de su mismo partido ha decidido que la seguridad sea procurada por el Gobierno del Estado; en San Andrés Cholula la corrupción es evidente al entregar montos millonarios a empresas relacionadas con el esposo de la Presidenta; en Acatzingo el desabasto de agua es la principal necesidad de los pobladores y el Presidente rinde el informe en un nuevo y aún no concluido palacio municipal que nada aporta a la solución de la verdadera necesidad, incumpliendo con ello la austeridad prometida, sólo por citar algunos ejemplos.

Los gobiernos de la cuatroté pregonaron un cambio de facto en la administración pública municipal, sin embargo esto no se ve reflejado ni en las obras realizadas, ni en la rendición de sus informes, pues exhiben la falta de compromiso con sus ideales políticos, pero más aún con la confianza que les fue expresada por una gran mayoría que tenía el sueño de que fueran ejemplo de una real transformación.

Twitter: @IrvinGarciaRami