Bajo la lupa

  • María José Zapata Moreno Valle
La educación es papel de todos. Apoyar, en vez de criticar es como mejorará

 Siete meses han pasado desde que  comenzaron las clases en esta nueva modalidad: a distancia, con el empleo de la tecnología y con una transformación educativa que se dio de la noche a la mañana; con ella, tanto alumnos como docentes tuvieron que adaptarse de forma rápida, empleando y desarrollando diversas estrategias que eran poco conocidas para ellos. Asimismo, el hecho de recibir clases desde casa, permitió que las familias vieran de cerca el desempeño de sus hijos, sus fortalezas y áreas de oportunidad; además, se colocó al maestro bajo una pantalla grande en donde todos pueden observar muy de cerca sus aciertos, dificultades y también la relación que los mismos tienen con sus alumnos. 

Aunado a lo anterior, el hecho de ver la labor del maestro a través de la pantalla como si estuviéramos viendo un reality show , ha colocado a las familias desde dos posturas antagónicas: 1) la de apreciar los esfuerzos realizados y  2) la de convertirse en juez de lo que se observa. 

      Si bien, es cierto que los docentes podremos tener muchos aspectos que tenemos que ir fortaleciendo para continuar brindando una educación de calidad, también es pertinente recalcar que ninguno de nosotros nos encontrábamos preparados para impartir clases de esta manera, situación ante la cual tuvimos que hacer a un lado nuestras incertidumbres personales y afrontar de la mejor forma los retos que se han ido presentando durante este camino, algunos de ellos son: 

  • El aumento de la carga laboral, en donde se requiere de más tiempo para planificar, desarrollar e implementar una clase en donde se tienen que elaborar previamente contenidos digitales que hagan las clases más motivantes y didácticas para los estudiantes. Aspecto que exige trabajar horas extra y reduce el tiempo para el descanso y actividades personales. 

  • Responder y resolver las  fallas “técnicas” propias del internet o de las plataformas que son ajenas a nosotros y que en algunas ocasiones impiden que el estudiante realice sus actividades establecidas. 

  • La familiarización con nuevas plataformas que, aunque no sean de nuestro agrado, se deben de emplear. 

  • Invertir de nuestro propio bolsillo para contar con el mejor equipamiento (internet, aplicaciones y cómputo) que permita llevar a cabo las clases de la mejor forma posible. 

  • Enfrentarse a la realidad de la tecnología en donde todo es inmediato y “omnipresente” por lo que llegan mensajes a todas horas y por todos los medios. 

Con lo mencionado previamente, no pretendo victimizar al docente y mucho menos restarle responsabilidad en sus obligaciones; sin embargo, considero que son aspectos que nos permiten ver “la otra cara de la moneda” y quizás replantear nuestra postura sobre el papel que están llevando los maestros actualmente. Es muy fácil criticar y hacer recomendaciones sobre cómo se debe hacer el trabajo; sin embargo, si comprendemos las  circunstancias que están detrás de ello, podremos darnos cuenta de que muchos de los docentes están realizando lo mejor que pueden con lo que hay.  

      Comprendo que se tienen buenas intenciones y se pretende apoyar a los maestros en estos momentos tan cruciales para la educación; sin embargo, la mejor manera en la que se puede ayudar es a través de los hijos: inculcándoles el respecto (tanto para el docente como hacia las reglas de clase) y  tomando con responsabilidad las tareas/actividades asignadas. 

Es un hecho que los maestros juegan un papel muy importante en la educación de los niños; sin embargo, hay aspectos que comienzan desde casa, en donde debería ser  el primer lugar donde se enseña la disciplina, el respeto y  la responsabilidad. 

Si todos hacemos el papel que nos corresponde en lugar de juzgar cómo realiza la otra persona el suyo, podremos sacar muchos beneficios y obtener un logro que es crucial en la educación: el trabajo colaborativo entre docentes y familias por el bienestar de los alumnos. 

Opinion para Interiores: 

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María José Zapata Moreno Valle

Licenciada en Psicología, Máster en Pedagogía y Educación Especial. 

Docente de primaria, forma parte del departamento de Inclusión en el Colegio Humboldt; se ha desempeñado como terapeuta infantil.