La “Esperanza de México” que en el discurso identificó al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en las elecciones del 1 de julio de 2018 y que llevó a ganar la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador, junto con sus candidatos a gubernaturas como Morelos, Veracruz. Tabasco, Chiapas y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, obteniendo además la mayoría en los Congresos Locales de dichos Estados y en el caso de la Cámara de Senadores 55 legisladores y en la Cámara de Diputados 191 representó a nivel nacional un tsunami que sin duda alguna, dejó en la lona a los demás partidos que tradicionalmente ocupaban las preferencias electorales en el país, como el PRI, PAN y PRD cuyas fuerzas a dos años de dicha elección, no han sido capaces de articular un frente opositor, que enriquezca la discusión en el Congreso de la Unión y represente un contrapeso a las políticas y decisiones que se toman desde Palacio Nacional y que se dan a conocer todos los días en las Conferencias mañaneras, que se han convertido en el escaparate de la vida pública del país y donde se  fija la agenda nacional, de acuerdo a los intereses del Presidente y sus aliados políticos.

Es en la conferencia mañanera, donde se tira línea a los funcionarios de todos los niveles de Gobierno y donde cada uno de ellos, trata de emular el actuar del Presidente, algunos incluso actuando en forma absurda, quitándose el cubre bocas, cuando son convocados para evitar el enojo del mandatario, pensando que así lo complacen y están cumpliendo fielmente con la “lealtad a ciegas” que les exige el Presidente, para trabajar en el proyecto de la 4T.

Lo mismo ocurre en el caso de algunos de los Gobernadores y Presidentes Municipales emanados de MORENA, cuyas políticas y forma de gobernar, se llevan a cabo, pensando más en cómo complacer al Presidente, que a los ciudadanos que los eligieron, con una burocracia ineficiente y en algunos casos corrupta, como lo han demostrado las destituciones e investigaciones que se han abierto en lo que va de sus gobiernos. 

En este momento, millones de mexicanos que votamos por López Obrador, creyendo en su discurso y propuestas, vemos con desilusión, que su estilo de gobernar y políticas, se alejan cada día más, de las demandas de la sociedad y de lo que el país necesita para salir de la crisis social y económica que enfrenta, no sólo por el Covid 19, sino también por la violencia, inseguridad, homicidios dolosos, masacres, corrupción, narcotráfico, derechos humanos e impunidad que se han apoderado de Municipios y Estados, sin que pueda detenerla nadie, ni la Guardia Nacional, la Marina, ni el Ejercito Mexicano, que siguen siendo rebasados en los hechos por los grupos delictivos.

Lo peor que pudo sucederle al país, es que el Presidente aún y cuando prometió una forma de gobernar conciliadora y llamando a la unidad de los mexicanos, hoy gobierne polarizando al país y colocando a los grupos en dos posiciones: los que están a favor de la 4T y los conservadores neoliberales, fifís, intelectuales, enemigos de la transformación que el impulsa.

En su discurso, López Obrador no acepta la crítica, ni el juicio de los medios de comunicación y de los ciudadanos, quienes todos los días deben replicar la información que difunde en sus conferencias, sin derecho a cuestionar sus decisiones, ni a señalar los errores en que pudo haber incurrido al tomar las mismas, para él una prensa crítica, es una prensa incómoda y seguramente responde o es manejada por sus adversarios políticos.

El circo que presenta el Presidente cada mañana del acontecer del país, ha ido, desde la extradición de Emilio Lozoya Austin exdirector de PEMEX con el escándalo de ODEBRECHT que  tuvo varias semanas al país pendiente de lo que declaró en contra de los miembros de la clase política a la que sirvió y junto a la cual se benefició, a fin de compararlos con los actuales funcionarios y para resaltar la frase: “No somos iguales” burlándose del principio de presunción de inocencia que consagra la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en favor de toda persona acusada de la comisión de un delito.

Posteriormente, la rifa, no rifa, del avión presidencial que ocupó la atención de millones de mexicanos, pendientes de saber quién obtendría el premio en efectivo prometido.

En ese inter, la decisión del INE de negar el registro al partido: México Libre que encabezan la ex candidata Presidencial Margarita Zavala y su esposo el ex presidente Felipe Calderón y que le motivó a burlarse de ellos por dicha decisión.

Finalmente, el tema del momento la solicitud a la Suprema Corte de Justicia de la Nación de llevar a cabo una  Consulta popular para decidir, si deben o no se juzgados los ex presidentes de la República, desde Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa hasta Enrique Peña Nieto y que este uno de octubre fue avalada por el Pleno de la Corte con seis votos a favor y cinco en contra ,aunque modificando el sentido de la pregunta en el texto que originalmente propuso el Presidente, quien un día antes, anunció que en caso de  que la Corte no se la aprobara, propondría una reforma constitucional hasta lograr que se aprobara su solicitud. Cabe señalar que conforme a la fracción VIII inciso, párrafo segundo del artículo 35 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, toca ahora al Congreso de la Unión aprobar la consulta, cuya constitucionalidad ya fue avalada por la Corte.

Así las cosas, debemos armarnos de paciencia para tratar de mitigar los efectos de la terrible pandemia del Covid 19 que sigue cobrando víctimas en el país y también los efectos de las decisiones y errores de los gobiernos emanados de la 4T que se han convertido también en una pandemia que afecta, nuestra tranquilidad, paz social y calidad de vida por la que trabajamos y luchamos día a día millones de mexicanos y nuestras familias.       

 *Director General del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.