Luz de la Calle

  • Ana Teresa Aranda Orozco
López Obrador en el país que mal gobierna fustiga y sataniza a quienes disienten

Escuchando el discurso del presidente López Obrador pronunciado con motivo  del 75 Aniversario de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas, uno no puede menos que reconocer que acertó en el tono y en el contenido.  Por un momento sentí que todo lo que hemos escuchado de sus labios en los últimos dos años no era más que el producto de una larga pesadilla.

Y es que verlo así, en pantalla, bien vestido y hablando de corridito, halaga los sentidos. Pero todavía es mejor desmenuzar su alocución, primero haciendo alusión a Franklin D. Roosevelt y su defensa de las 4 libertades: la libertad de palabra, la libertad de creencia, la libertad a vivir libres de temores y miedos, la libertad a vivir libres de miseria.  Y luego oírlo asegurar que seguirá apegándose a los principios que han guiado nuestra política exterior.  Autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias,  respeto a los derechos humanos. Habló de la necesidad de ser fraternos, de ayudarnos mutuamente, insiste en la necesidad de la solidaridad entre todos los pueblos del mundo en estos momentos de crisis y para terminar, lanzó un ¡Viva a la fraternidad Universal!

Lo triste es que unos segundos después ese buen sueño se termina y volvemos a la realidad.  A López, en este caso, ppodemo equipararlo con esos animalitos llamados Tlacuaches que tienen fama de hacer cosas hermosas con el hocico pero las desbaratan con la cola.  Y digo solo en este caso porque raramente, a diferencia de los Tlacuaches, utiliza para bien el lenguaje. 

Una vez instalados en la realidad nos encontramos con el mismo Andrés de siempre, que puede promover ante la comunidad Internacional la defensa de las libertades, pero que un día y otro también, en el país que mal gobierna fustiga y sataniza a quienes disienten y se oponen a sus exabruptos, trampas y extravagancias.  Clama por la libertad de creencia, pero en los hechos exige obediencia ciega y permanente culto y reverencia, porque faltaba más, el único dios verdadero es él.  Se llena la boca al aplaudir el derecho a vivir libres de temores y miedos y en lo cotidiano amedrenta desde el púlpito y amenaza con su cancerbero Santiago Nieto desde la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda a todo aquél que intente siquiera decir esta boca es mía.  Esto sin contar con el uso que hace de las Fuerzas Armadas, que no están para guardar el orden o la seguridad ciudadana, como quiso hacer creer cuando creó la Guardia Nacional.  El verdadero propósito siempre fue, usar a los militares para someter a los inconformes, para que el miedo y el temor reinen en la república que de amorosa ya no tiene nada.

Que se solucionen de forma pacífica los conflictos en el mundo,  pero es incapaz de poner remedio a los problemas que promueve su gobierno.  Ahí están como botones de muestra las mentiras con las que tratan infructuosamente de desvirtuar los reclamos del personal de salud que sigue exigiendo equipos de protección para atender la emergencia sanitaria,  ahí están las amañadas respuestas del sector salud a los padres que siguen clamando por tratamientos para curar el cáncer que padecen sus pequeños. Negligencia que ha costado ya la vida de tantos inocentes.

Que se soluciones de forma pacífica los conflictos, clama el presidente, pero dentro del país deja crecer los problemas que su pésimo gobierno crea y en lugar de buscar el diálogo se enfrenta a los ofendidos, los calumnia y acusa.  Lo que ocurre en Chihuahua, no tiene nombre.  No solo no resuelven el problema, lo agravan.  Simulan una reunión en gobernación con la Secretaria del ramo, que le queda perfecto el cargo, porque es un florero, en donde no se convoca a los municipios afectados, todo con el afán de aparentar y mientras mandan más elementos de la Guardia Nacional a enfrentar a los agricultores que lo único que reclaman es que la poquísima agua que les queda a las presas y que necesitan para regar sus cultivos, no la mande López a la Unión Americana.  No puede soportar el tirano que estos productores sean exitosos, que no dependan de sus programas sociales, que no los tenga de rodillas pidiendo limosnas para sobrevivir.  Quiere un campo empobrecido y a campesinos en andrajos rindiéndole pleitesía.

Libertad para las naciones pero para sus gobernados un cerco, lo que ha hecho con FRENAAA es solo una probadita de lo que nos espera.  La libertad de manifestación conculcada, el zócalo de la Ciudad de México como propiedad particular de su Alteza Serenísima.  La fraternidad es para López una palabra dominguera carente de significado, porque implica hermandad y en México hemos dejado de vernos como hermanos, quien debía reconciliarnos y unirnos se empeña en dividirnos y enfrentarnos.

Luz de la calle, eso es López Obrador, luz de la calle y oscuridad de su casa. ¿Quieren más motivos para que  salgamos de la zona de confort? ¿Se necesitan más pruebas que demuestren que estamos en una emergencia nacional?

 

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Ana Teresa Aranda Orozco

Luchadora social. Madre de 6, abuela de 21. Diputada Federal, Titular DIF Nacional 2001, Secretaria Sedesol 2006, Subsecretaria de Gobernación 2008.