El síndrome de Juan Escutia y el edil de Juan Galindo

  • Antonio Madrid
Las lluvias azotan, infames, la Sierra Norte

Pero en cambio, el clima político, parece ir en aumento.

Y si no, como explicar que las alianzas que se han anunciado, hayan ya levantado ámpula entre los círculos políticos.

Y sobre todo entre los muchos aspirantes y sus seguidores.

Y hablando precisamente de las alianzas, la del tricolor y Sol Azteca en Puebla, parecen haber venido como una iniciativa del centro.

De acuerdo a una fuente confiable, se dice que fue en PRI nacional, donde se planteó que este partido buscara aliarse con el PRD para enfrentar con alguna posibilidad a Morena en las elecciones venideras.

Y más aún.

Que la otra instrucción, era buscar una alianza también con el PAN. Sin embargo, la dirigente estatal, Genoveva Huerta Villegas, parece padecer de una enfermedad que a veces suele ser mortal electoralmente: la soberbia.

Y es que afirma ella que ya el PAN no está para ser trampolín de ningún candidato que no sea el que ellos propongan.

Se le olvida que si el PAN logró ser un partido competitivo a nivel estatal se debió precisamente a las alianzas articuladas por el genio político de Rafael Moreno Valle.

Y que por sí solos, será muy difícil que logren obtener triunfos en municipios importantes del Estado, así como curules locales y federales.

Ahora bien, no en todos los municipios el PRI va a ir aliado al PRD. Pero se sabe que donde si van unidos, son plazas de la Sierra Norte. Es decir, de la tierra del dirigente perredista, Carlos Martínez Amador, donde su hermano, Isaac, ya levantó la mano desde hace mucho.

Una fuente del PRI, asegura que para Huauchinango el candidato saldrá del PRD. Y que en el PRI tienen a “un candidato fuerte”, pero que se le ofrecerá la diputación local.

¿De quién se estará hablando?

***

Una noticia lamentable es la que confirmó recientemente, el presidente de Juan Galindo, Carlos Garrido.

Y esa noticia es que dio positivo a Covid-19.

Algo que no se le desea a nadie, por supuesto.

Afortunadamente ya va saliendo adelante.

El problema, es que la víspera del 15 de septiembre y sin aún haberse recuperado del todo, el alcalde salió a dar entrevistas a medios.

Entrevistas donde, por cierto, habla de que “la gente no cree”; que son escépticos. Que no quieren cuidarse.

Es cierto a medias. Hay gente que siegue siendo escéptica, pero si él que ya padeció este problema, sale a dar entrevistas, no es precisamente el mejor mensaje que pudiera dar para no contagiar a quien está a su alrededor.

Bien pudiera haber dado una conferencia de prensa virtual, como se acostumbra ahora.

Por lo demás, se quejó severamente de quienes lo critican y presume que sus contrincantes políticos hasta desearon su muerte.

Difícilmente algún contrincante político serio haría eso, pero es lo que cree el presidente.

Y es que afirma que sus contrincantes políticos están preocupados porque quiere reelegirse en el cargo, de lo cual dice que “no son aun los tiempos” y que si va a ser candidato es porque Dios así lo habrá de decidir, aunque nunca rechaza que tenga aspiraciones.

Y es que fiel a su formación política, cree que los que lo critican, no es porque él tenga errores, sino porque quieren verlo caer del cargo y hasta verlo muerto, según sus propias palabras. Y se olvida que la labor del servicio público, siempre está sujeta al escrutinio de la gente.

Le guste o no le guste.

Por lo demás, esperamos que se recupere pronto y siga su vida normal. Y creo que nadie, a excepción de espíritus perversos, que son los menos, quiere ver a nadie muerto.

Son solamente críticas a su labor para la cual fue electo.

***

Dice Pancho Aguas Frescas que él estuvo presente en el Grito de Independencia que dio el gobernador Barbosa en el palacio de Gobierno, en Puebla Capital.

Le creemos, pero lo dudamos.

Pero no deja de hacernos el día, cuando critica severamente el hecho de que, a nuestro flamante gobernador, ni siquiera haya sido capaz de aprenderse los nombres de los héroes que nos dieron patria y libertad y haya tenido que soplarle su auxiliar los mismos, con las consabidas burlas en las redes.

Y sí.

Como niño de primaria, que su mamá le tiene que ir diciendo al oído el poema en el festival escolar, el señor gobernador tuvo que escuchar a su apuntador, para dar las arengas de rigor en la noche del grito.

Y eso que fue sin gente.

Que si hubiera estado el zócalo lleno, capaz que del pánico le da el síndrome de Vicente Suarez.

¿O era Agustín Melgar?

¿O Juan de la Barrera?

Pinche Pancho Aguas Frescas, sóplame por favor.

“Juan Escutia, señor”.

Chas gracias.

 

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Antonio Madrid

Comunicador y periodista. Reportero, corresponsal y columnista (La Pasarela) en diversos medios poblanos. Ha ejercido su labor reporteril en radio, televisión y prensa escrita en medios de Huauchinango y Xicotepec.