La compañía AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford del Reino Unido decidió suspender, temporalmente, los ensayos de su vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 debido a un caso de inflamación de la médula espinal. Una vacuna debe ser efectiva contra el coronavirus, y de esta forma evitar la enfermedad, o bien que solo se produzca un cuadro leve de síntomas como son ataque al estado general, fiebre e inflamación en el sitio de aplicación; pero al mismo tiempo no debe producir efectos nocivos. Estos resultados han sido desalentadores para todos, pero al mismo tiempo muestra que es absolutamente necesario seguir los protocolos de ensayo clínico para que sea autorizada para uso público. AstraZeneca y la Universidad de Oxford, ya reinició sus pruebas de fase 3 de ensayos clínicos y deberemos esperar que se obtengan los resultados finales que han involucrado a miles de pacientes, que se elabore el dictamen para que la Organización Mundial de la Salud pueda tomar la decisión de validarlos o no. Si todo es positivo podría empezar la producción masiva de la vacuna en el segundo trimestre del año 2021.

La vacuna Rusa Sputnik V apenas inició sus pruebas de fase 3, pero también habrá que dar tiempo a los resultados de las pruebas. Existen otras cinco vacunas más que están analizando y por lo tanto debemos de espera a tener los resultados para que podamos tener una vacuna, que nos proteja contra la enfermedad COVID-19 y que sea segura esto es que no produzca ninguna enfermedad. 

Pero esto no nos debe desaminar y gracias a los miles de estudios científicos que se han hecho tenemos ahora armas muy eficaces para confrontar al coronavirus como son la sana distancia de al menos 1.8 metros, lavado de manos y el uso de cubrebocas, evitar lugares cerrados y ventilar todos los espacios cerrados. Está en nosotros confrontar este virus.