¿Y las mujeres Apá?

  • Edurne Ochoa
Mujeres, que las únicas piedras que avienten sean para romper los techos de cristal

El principio de paridad es una conquista más de nuestros derechos políticos electorales, así como hace 65 años ganamos el derecho a votar en México a través de un gran pacto sororal que buscaba nuestra participación en las decisiones políticas de este País, así debemos hacer un GRAN PACTO para tener a mujeres que representen los intereses del 52 % de la población.

Esto viene a cuento, porque ya ha comenzado el proceso electoral 2021 en donde el 50% de las mujeres deberán ocupar las boletas, ¿pero basta ser mujer para garantizar avances sustantivos a favor de los derechos de todas? Por su puesto que no.

Veamos

El día de hoy, vemos el mismo actuar patriarcal de algunos perfiles femeninos, sin poner nombre y apellido pero podemos leer que quienes deberían defender los derechos humanos de  las mujeres son las primeras en violentarlos, quienes deberían abrir espacios a mujeres con aspiraciones políticas son las primeras en bloquearlas, sus fotografías rumbo al próximo proceso solo valida a figuras masculinas como si el 50% femenino no existiera y los más lamentable, están negociando a mujeres con alta rentabilidad electoral por considerar que las opaca. Esto claro, bajo el beneplácito de patriarcado que solo debe observar mientras nuestro techo de cristal va convirtiéndose en un techo de concreto. 

La política debería ser un espacio en donde las mujeres exigiéramos que no hubiera violentadores en las boletas, en donde exigiéramos que la comunicación política se encaminara a visibilizar los liderazgos femeninos, en donde las negociaciones fueran grandes alianzas para alcanzar los mismos objetivos, en donde hiciéramos equipo en pro de exigir espacios altamente rentables y apoyo financiero real. 

Sin embargo, aún no hemos entendido que la política tradicional gira en torno a ordenar y a un esquema de subordinación en donde las únicas que perdemos somos nosotras ¿vamos a dejar que sigan negociando en nuestro nombre? 

Tenemos que romper los techos de cristal, entendiendo que solas no llegamos, solo llegaremos si vamos acompañadas.

Acompañadas de mujeres que buscan una profunda transformación de la política y lo político, de mujeres con perspectiva de género, de mujeres que no tienen miedo de alzar la voz, de mujeres que están dispuestas a desafiar al Status Quo, de mujeres que son incómodas, porque ellas serán las que verdaderamente transformen la lógica de la política. Si son mujeres y esto es justo contra lo que siguen luchando dentro de sus espacios políticos, entonces deben de realizar una profunda reflexión de sus conductas patriarcales porque ser mujer no basta si seguirán replicando las conductas machistas que han tenido sumidas a las mujeres en la esfera de la opresión, esa que aunque digan “yo no la vivo” la viven bajo un mandato que han aceptado. 

Los techos de cristal los rompemos todas, juntas y unidas. #EllasAlPoder

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