A 47 años del 11 de septiembre

  • Rodrigo Rosales Escalona
La conquista es rápida y eficaz cuando puedan fabricar sus propios intelectuales

Este 11 de septiembre de 1973, son 43 años del golpe militar chileno contra el presidente Salvador Allende, auspiciado por el imperialismo norteamericano, en conjunto con la ultraderecha chilena.

Al revisar este momento trágico para el pueblo chileno, no basta con recordar, al contrario, es obligación el analizar y reflexionar los métodos del capitalismo yanqui, y sus ultraderechistas criollos en Latinoamérica, donde cada vez que los pueblos eligen a una persona que corresponda a sus reclamos sociales de justicia, se inicia un proceso de propaganda sucia y negativa, para desprestigiar, desvirtuar y mentir en su contra. En México es otro ejemplo actual.

“Una de las características más importantes de cualquier grupo que se esté desarrollando hacia la dominación es su lucha por asimilar y conquistar <ideológicamente> a los intelectuales tradicionales. Pero esta asimilación y conquista es más rápida y eficaz cuanto más éxito tenga el grupo en cuestión fabricar sus propios intelectuales orgánicos”.

ANTONIO GRAMSCI, Cuadernos de la cárcel.

Salvador Allende, fue el primer presidente de izquierda en el mundo y en América Latina elegido democráticamente y que buscaba una transformación radical de la sociedad capitalista. El laboratorio maquinado entonces derivó en una de las dictaduras más violentas de la región.

Si un gobierno emerge de una revolución popular, el capitalismo le imprime el sello de “populista y comunista”, de igual manera, si es electo bajo el clamor social, ajeno a los intereses mezquinos del capital, la sentencia es la misma: “Populista y comunista”.

Ya el 27 de junio de 1970, Henry Kissinger dejó claro durante una reunión del Consejo Nacional de Seguridad que la democracia chilena era un estorbo para los objetivos de Estados Unidos: "No veo por qué tenemos que permitir que un país se haga comunista tan sólo porque su pueblo sea irresponsable", dijo. Debatían esos días la estrategia para impedir, a cualquier precio, que Allende se instalara en La Moneda, tal y como lo había logrado impedir la CIA en las elecciones de 1964. Pero esta vez era distinto. Allende era muy popular, parecía imparable. Y lo fue, a pesar de la intensa campaña contra él del espionaje norteamericano.

Para poder ir imponiendo la Doctrina Monroe y asegurar que ningún otro país latinoamericano llegue a ser otra Cuba, en 1964, la Oficina de Investigación y Desarrollo del ejército de los Estados Unidos patrocinó el Proyecto Camelot, que fue un esfuerzo de recopilación de información en el contexto de la estrategia de contrainsurgencia. Camelot fue concebido, originalmente, para tener una vasta cobertura, abarcando países en todo el mundo en desarrollo. Además, la activación de agitación de grupos derechistas contra gobiernos democráticos ajenos a sus intereses. Siendo Chile uno de ellos.

Con Allende, se emprenden políticas públicas destinadas a mejorar la calidad de vida de su pueblo y país. También, nacionaliza las minas de capital y propiedad extranjera de producción de cobre, entre otras medidas. Condición que el gobierno norteamericano y la derecha chilena coincidieron que este “gobierno popular y comunista”, está “contra la democracia”. Más bien contra los intereses capitalistas.

Agitación y propaganda

El Frente Nacionalista Patria y Libertad, activo durante los años de la Unidad Popular, fue el catalizador de la resistencia anticomunista. Este Frente, examina su naturaleza ideológica a la luz de cinco dimensiones de Patria y Libertad: su carácter antisistémico, su condición de extrema derecha, su retórica de vieja y nueva política, su identidad nacionalista, y la historia de sus dirigentes. Estas variables de observación nos permitirán analizar su identidad en el contexto de distintas derechas.

El historiador Winock sostiene que el concepto de extrema-derecha se identifica con posiciones condenatorias del liberalismo, de la socialdemocracia y del comunismo. También indica que engloba diversas familias políticas, dentro de las cuales podemos incorporar al FNPL. El legado al que se alude es la contrarrevolución y el boulangismo con su apelación a la unidad entre el líder y la masa, donde el enemigo principal se encontraría al interior de la propia nación y su adherente sería adversario de todo aquello que pudiera producir desequilibrios

El hombre de extrema derecha, contra-revolucionario o fascista, reminiscente de un orden estable, de una autoridad encarnada, de un control social estrecho, de la permanencia en la cumbre del Estado, y la cohesión cementada de la sociedad. Él vitupera el presente, en búsqueda de una edad del oro perdida. (Winock, 1994:16)

Los medios de comunicación masivos desempeñaron un papel fundamental en cuanto a la formación de criterio de la población. Prensa, radio y televisión apoyaron abierta y directamente a la derecha e izquierda chilenas polarizando las diferencias entre ambos sectores.

Además, manipularon la información con tal de cumplir cualquiera de sus dos fines: desacreditar las acciones y la figura del mandatario chileno o bien, reconocer sus méritos y engrandecer sus esfuerzos por establecer el socialismo como forma de gobierno.

Durante las campañas presidenciales de 1970, la prensa de derecha, por ejemplo, comenzó una campaña publicitaria contra la coalición de la Unidad Popular que tenía como objetivo desacreditar al socialismo y despertar el miedo entre la población chilena.

Una vez que Salvador Allende asumió la presidencia, la noticia sirvió como pretexto para defender los intereses de la burguesía, que se encargó de decidir cuáles noticias debían tener una circulación preferencial y manejaron constantemente la ironía, el ridículo, el apodo ofensivo y el insulto. Incluso, documentos desclasificados de la CIA de Estados Unidos revelan que el gobierno estadounidense financió periódicos y revistas de derecha en perjuicio del gobierno de Allende.

Último discurso radial del presidente Allende

“A las 10:15, a través de Radio Magallanes, la última pro-gubernamental aún no silenciada, Allende emite su último mensaje a la Nación:

“Quizás sea ésta la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura, sino decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: Soldados de Chile, comandantes en jefe y titulares..., el almirante Merino... más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su solidaridad y lealtad al gobierno, también se ha denominado director general de Carabineros.

La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

El capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, crearon el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición.

¡Trabajadores de mi Patria!: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile!, ¡Viva el pueblo!, ¡Vivan los trabajadores!

Éstas son mis últimas palabras, teniendo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”.

11 de septiembre y México

Lo siguiente, nos permite ubicar actos similares con lo que ocurre en México:

Henry Kissinger, canciller del gobierno de Nixon, a los días del triunfo electoral de Allende advertía que:

1. “Si Allende era ratificado por el Congreso surgiría en Chile un régimen comunista y que Argentina, Bolivia y Perú podrían seguir este ejemplo.

2. “La toma del poder por parte de Allende (…) plantea graves problemas a nosotros mismos (EU) y a nuestras fuerzas en América Latina, y, desde luego, al conjunto del hemisferio occidental.

3. “La evolución política de Chile es muy grave para los intereses de la seguridad nacional de EU.

4. “El gobierno de Allende puede estar en el origen de problemas en el funcionamiento de Comité de Defensa Interamericano y en el de la OEA”.

Desde abril de 2018, en el proceso electoral donde Andrés Manuel López Obrador participa como candidato a la presidencia de la república, se inicia la estrategia, denominada “Operación Berlín”, con base en la cual los empresarios Agustín Coppel (Grupo Coppel), Alejandro Ramírez (Cinépolis) y Germán Larrea (Grupo México) financiaron una campaña de desprestigio contra AMLO.

La referida campaña, afirma, fue concebida y operada por un grupo de intelectuales encabezados por Enrique Krauze y Fernando García Ramírez, uno de los principales colaboradores del primero, quien es columnista del diario El Financiero. Ambos son mencionados como los autores intelectuales de algunos de los principales sitios web y perfiles en Facebook antilopezobradoristas, como Populismo Autoritario, Napoleopez y Prensa México.

Tendencia que se incrementa durante su gobierno, al grado de que como refiere Gramsci, sobre los intelectuales tradicionales y orgánicos, es decir, con cuño de derecha, mantienen la línea de golpismo, un día y otro más, es el mismo discurso, con pocas variables, la intención es la misma, como si tuvieran el mismo guion.

Ya sea López Dóriga, Carlos Loret, Pedro Ferriz, José Cárdenas, Héctor Gauiar, Leo Zuckerman, como integrantes orgánicos, promueven la agitación.

Al grado de que el periodista Pedro Ferriz de Con y Gilberto Lozano, líder del Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAA), difundieron que previo al aniversario de la Independencia, el ejército invadió la Catedral Metropolitana, lo cual es falso.

FRENA es un instrumento de agitación, con expresiones de acusar que el actual gobierno es “comunista”, entre otras lindezas.

Conclusión. Al momento en que la derecha no coincide con gobiernos que rompen con sus intereses mezquinos y apátridas, los acusan de populistas y comunistas.

La diferencia entre el ejército mexicano con los latinoamericanos, el nuestro, parte de una historia patria desde el siglo XIX, que resurge luego de la revolución de 1910.

La agitación derechista, no concibe que son los que crearon las condiciones para que el pueblo los denucie de corruptos y criminales. 

 

WINOCK, Michel, Historia de la extrema derecha en Francia, Paris, Editions du Seuil, 1994.

Baklanov, Mijail, La internacional negra, Moscú, Novosti, 1985.

Bensaid, Daniel, Cambiar el mundo, España, La Catarata, 2004.

Dieterich, Heinz, E.U y el terrorismo internacional, México, Plaza y Valdes, 1988.

George, Susan, El pensamiento secuestrado, España, Edit. Icaria, 2009.

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Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.