Si la realidad busca sus propias metáforas, ¿de qué es metáfora Gerardo Fernández Noroña? Quienes vivieron el conflicto poselectoral del 2006 lo recordarán llevando en un “diablito” varias cajas de cartón, en las que, según él, había pruebas del fraude electoral. Varios reporteros le pidieron que las abriera. Se negó en principio, pero tuvo que hacerlo: estaban vacías.

En días pasados protagonizó una disputa por la presidencia de la Cámara de Diputados, que él, como coordinador de la bancada del Partido del Trabajo, pretendía. Su argumento es que su partido era la tercera fuerza electoral, y que por tanto le correspondía esa presidencia.

El PT no tuvo diputados en la anterior legislatura (2015-2018). No alcanzó el umbral mínimo de 3% que la ley le exigía para tener derecho a curules. Estuvo a punto de perder el registro por la misma razón. Pero lo salvó algo extraordinario: se anularon las elecciones en el distrito 1 de Aguascalientes.

La anulación no tuvo nada que ver con el PT. Se consideró que hubo presencia indebida del gobierno del estado, y que era causal de anulación. El partido en el que ahora milita Noroña apenas alcanzó 2.3% de la votación en ese distrito. Pero en la elección extraordinaria realizada el 6 de diciembre de 2015 tuvo el 12.7%: multiplicó 5.5 veces el porcentaje de la votación ordinaria.

En la elección de 2018 los números también favorecieron, de manera insólita, al PT. Obtuvo poco más de dos millones 100 mil votos, el 3.9% del total. Pero tuvo 61 diputados, el 12.2% (INE. Memoria. Proceso electoral federal 2017-2018, pp. 204 y 206). Más de los 8 puntos porcentuales que señala la ley.

Una clara distorsión de la representación política, si consideramos que el porcentaje de diputados de un partido debe ser similar al porcentaje de votos obtenido por ese partido. Hay diputados que no representan a la sociedad, no en la proporción de su presencia social.

Lo que implica diversos problemas. La ausencia de un vínculo entre sociedad y políticos. La autonomía indebida de éstos. No tendrán que entregar cuentas de nada a nadie: el fundamento de su representación es, en buena proporción, aire, como las cajas de Noroña.

La distorsión no es exclusiva del PT. El PES tuvo una sobrerrepresentación mayor: el porcentaje de los diputados que obtuvo fue 4.7 veces su porcentaje de votación. En el extremo de la subrepresentación el más castigado fue Nueva Alianza luego el PRI.