Pendientes

  • Gustavo Santín Nieto
Autoridades educativas federales valoran el haber concluido el ciclo escolar 2019-2020 con éxito.

Cartas a Gracia  

 Los boletines 241 y 240 publicados los días 31 y 28 de agosto en la página de la Secretaría de Educación Pública previos al informe que rindiera el titular del ejecutivo federal, Gracia sintetizan lo tratado en las reuniones que el titular de la oficina educativa de la administración actual, sostuviera con “diputados, senadores y autoridades universitarias” en el primer caso, y con el “Grupo Parlamentario de Morena”, en el segundo, y permitirían elaborar una lista de pendientes que, seguramente, están en la mira de las autoridades educativas federales. De la reunión que Moctezuma “encabezara” en la sede de la ANUIES, estaría pendiente la expedición de la Ley de Educación Superior mandatada por el sexto transitorio del Artículo 3º de la Constitución (15 de mayo de 2019) “que cumpla con los principios constitucionales del Acuerdo Educativo Nacional y, al mismo tiempo, respete la autonomía de las instituciones universitarias", que sin dejar la impresión de vulnerar el concepto de autonomía, genere en la comunidad de las Instituciones Autónomas de Educación Superior la sensación de pertenencia al Sistema Educativo Nacional. De la misma forma con la que se da un diálogo “orgánico”, quedaría a los legisladores una tarea pendiente adicional: la reunión con las asociaciones de escuelas particulares de educación superior para evitar que, al no ser escuchadas, recurran al amparo por considerar la existencia de violaciones a sus derechos humanos.    

De la reunión que sostuviera Esteban Moctezuma con diputadas y diputados del Movimiento de Regeneración Nacional, destacarían pendientes que se derivan de intenciones de gobierno, lo mismo que de valoraciones propias; estimaciones que emiten, por generar pasivos de diferente naturaleza, contrastarían con los juicios que maestros, maestras, madres y padres de familia, estudiantes de educación obligatoria y estudiosos. Entre las intenciones, resaltan la de “garantizar el acceso a la educación” (sin especificar si sería pública y/o privada), incluidas los niveles de educación inicial y de educación superior; niveles en los que la participación del sector privado es fundamental, tal y como evidencian los datos publicados en las Principales Cifras del Sistema Educativo Nacional 2018-2019 (shorturl.at/gnKT2).  

De acuerdo a la publicación de referencia, de los 267 038 niños y niñas, el 60.7% (162 159) reciben atención de los Centros de Desarrollo Infantil e instituciones similares de financiamiento particular y, el resto, (39,3%), acude a instituciones públicas. Destacaría la intención para incrementar el acceso a las instituciones de educación superior en un porcentaje tal, que permitiera superar el porcentaje actual del 38% (dos de cada 5 alumnos de quienes debiesen tener acceso a las instituciones de educación superior) para lograr que la matrícula en el ciclo escolar 2024-2025, acepte a 1 de cada 2 suspirantes; cuestión que implicaría contar con una matrícula que pasara de los 3 943 444 alumnos a casi 8 millones de estudiantes de educación superior.   

El 70.3% (2 773 338) de los casi 4 millones de estudiantes que actualmente cursan ese nivel de estudios, asisten a instituciones públicas y el resto (1 170 206 alumnos) a instituciones de financiamiento privado; sin considerar, adicionalmente que las IES de financiamiento particular atienden a más del 60% de quienes estudian maestrías y doctorados. Sin duda, un gran pendiente y más, si se considera que la intención del gobierno pretendería que un millón doscientos mil estudiantes, más los que vengan, migren a las instituciones del sector público.  

Las autoridades educativas federales valoran el haber concluido el ciclo escolar 2019-2020 con éxito; algo que, desde el punto de vista de quienes tienen en sus manos el destino de un poco más de 30 millones de escolapios que cursan estudios de educación obligatoria, debe resaltar; sin embargo, como ellas mismas reconocen, el 15% de las y los docentes no han mantenido contacto con las y los estudiantes a su cargo, porcentaje que equivaldría a un universo de 4 millones quinientos mil estudiantes. Esteban Moctezuma señalaría que las medidas extraordinarias adoptadas por la administración pública, permitirían mantener el cauce de la educación; cuestión que sin duda es de admirarse, a pesar de la exclusión de amplios sectores de niñas, niños y adolescentes -marginados de por sí- y del incremento de la violencia intrafamiliar, originada entre consanguíneos que deben asumir, además del encierro forzoso, tareas docentes que no les correspondían y para las que no se encuentran preparados.   

El estrés provocado en supervisores, directivos escolares, docentes, madres y padres de familia, niños, niñas y adolescentes, sujetos al cumplimiento de tareas y el envío de evidencias pedidas sin ton ni son, han sido consecuencia de medidas tomadas a la carrera, sin la planeación adecuada y que, a pesar de la toma de decisiones consensuadas entre autoridades federales y locales, deja un gran margen de discrecionalidad para que autoridades intermedias de ambos niveles de gobierno, interpreten las órdenes de “los altos mandos” y saturen con tareas absurdas a quienes de ellos dependen, generando un uso y un abuso del tiempo de las nuevas tecnologías, incluida la televisión educativa. “No por mucho madrugar amanece más temprano” Gracia, que por más ganas que le echen, siempre habrá nuevos pendientes.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Gustavo Santín Nieto

Poblano por elección. Profesor Educación Primaria, licenciatura en Economía UNAM y Maestro en Administración Pública INAP Puebla. Asesor de SEP en varios estados. Miembro SNTE. Dirige IUP y Coordina la AUIEMSS