Ernesto Vega y lo sublime

  • Rodrigo Rosales Escalona

México cuenta con grandes exponentes y prolíficos en cuanto a expresiones artísticas todas. Ubicando que sus logros son una síntesis de le herencia y raíces prehispánicas, que se fueron fundiendo a través del tiempo entre el pueblo mexicano.

EL ESCULTOR ERNESTO VEGA

1958: Nace en el Saucillo, San Luis Potosí.

1970: Se traslada a Puebla.

Estudios: Profesor de Educación Primaria (1978), taller del Escultor Emilio Hernández, “El Gato” (1975-1980); Taller del Maestro Adolfo Villa, colabora en la Escultura “Lagartija Negra”, para el Centro Ceremonial Otomí “Temoaya Estado de México” (1981).

Se traslada a la Ciudad de México e ingresa al Taller del Escultor Ernesto Tamariz con el cual participa en la elaboración del monumento al “Papá Juan Pablo II” para la Basílica de Guadalupe.

Regresa a Puebla y trabaja en el taller del Maestro José Lazcarro, donde realiza obra y exposiciones colectivas.

De sus obras destacan: “La Cruz de la Nueva Evangelización” de 8 metros de altura, ubicada en el Santuario de Schoenstatt, perteneciente al municipio de Juan Díaz, obra que le fue inspirada en el libro “Del catecismo en Pictogramas de Fray Pedro de Gante” del padre Justino Cortés Castellanos (Madrid, 1987), que por cierto, nos comenta Ernesto Vega, hasta el momento, el texto y su autor Justino, es una joya que tiene Puebla y reconocido en Europa en cuanto a que se le considera como una de las mejores Tesis Doctoral sobre este tema; Ponce, Puerto Rico, (1991) y el “Viacrucis” Aibonito en el mismo País; Un Busto al Obispo Arturo Vélez, en la Catedral de Toluca, Estado de México (1981); Dos Esculturas a Ignacio Zaragoza, uno para el Chamizal y otro para Corpus Cristi, Texas; Una obra Escultórica en el Colegio “Jean de la Fontaine Roanne Francia (1998).

Ernesto Vega, comenta que desde niño se inicia trabajando esculturas en piedra caliza, con figuras caprichosas:

  • Ya lo traía con migo, imaginando en las piedras  figuras plásticas, haciendo también dibujos.
  • Al no tener medios económicos para ir practicando mejores resultados y mejores materiales pétreos, empleaba el migajón de pan. En conjunto, buscaba extraer de la imaginación diversos elementos al hacer cosas simples.
  • Precisamente, gracias al maestro Emilio Hernández, “El Gato”, es el primero en orientarme e instruyéndome en la escultura, junto con otros maestros en la pintura.

De momento, vamos encontrando coincidencias entre Ernesto Vega y la frase escrita de José Clemente Orozco: “Si no hubiera sido pintor, hubiera querido ser pintor” (17 de septiembre de 1949). El Maestro Vega profundiza y manifiesta que:

  • En el aprendizaje y el hombre, no se precisa el momento la vida del artista, es una continua búsqueda de qué decir

En México existen un diversificado mundo de fuerzas artísticas, quienes cuentan con ideas nuevas, sentimientos nuevos, escalando y venciendo nuevos medios con los cuales realizar arte. Los artistas se plantean el desafío de los valores establecidos, y en su retorno a loa valores primigenios, volviendo la mirada a hacia la particularidad de sí mismo como creado. Rescatando lo exótico y lo marginado, el artista mexicano siente que rescata, en acto de justicia, una porción de lo humano. En nuestra historia, los artistas se ligaron a las luchas de liberación contra los opresores extranjeros. Rebelándose contra el clasicismo y contra el absolutismo. En cada uno de ellos vemos la exaltación de los regionalismos como manera de incitar a los pueblos a hallar su propia identidad y a luchar contra imposiciones que los degradan. La dominación extranjera –solapada o abierta- aviva la conciencia nacional y da sustento al nacionalismo cultural. Por lo que: Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Clemente Orozco, José Luis Cuevas, el pintor oaxaqueño Juan Alcázar fallecido este 7 de febrero de 2013, Francisco Toledo, Luis Zárate, Rubén Leyva…

De ahí que Vega insiste en que el arte adquiera esa proporción de identidad y conciencia de lo humano, como forma de liberación:

  • Hay un eje en todo lo mexicano, la búsqueda de identidad de lo nuestro, alimentándose en las expresiones indígenas, el lenguaje de los nuestros se hace universal, al hacerse entender en cualquier parte del mundo.
  • Pervive el espíritu que llevamos los mexicanos.
  • Hoy en Europa, su espíritu humanista y estético se agota la vitalidad en el arte, y, nosotros aún lo tenemos, a pesar de todo.
  • Lo mexicano y los pensadores mexicanos, tratamos de mirar hacia lo otro y no a sí mismo, descubriéndolo hacia nuevos caminos.
  • El sincretismo supera y coincide con nuevos rostros, nuevas voces hacia el reencuentro con nuestra cultura e identidad, dado que en la actualidad, los paradigmas deben ser vencidos.
  • Para el mexicano, el tiempo es nuestro, continuamos admirando al sol, así lo hicieron los aztecas y otros pueblos, quienes además de adorar, también le imprimieron toda una cosmología hacia lo agrícola.
  • Ninguna cultura, hasta ahora, a dominado el concepto del tiempo como lo hicieron loa mayas y aztecas, siendo que hoy les concedemos su conocimiento en cuanto que tenemos meses de 30 y 28 días, y cada 4 años el bisiesto.
  • ES PROPIO DE LO LATINOAMERICANO.
  • CONSIDERO QUE ES CONGRUENTE QUE ACTUEMOS BAJO NUESTRA CONCIENCIA HUMANISTA, SIENDO QUE LA TEOLOGÍA INDÍGENA DEBE SER NUESTRO REENCUENTRO. PROBLEMA ECLESIÁSTICO QUE NO LO CONCIBE ASÍ, DE AHÍ SU ALEJAMIENTO DE LOS CREYENTES.
  • De ello, busco que mi obra sea entendida por cualquier persona, no en las galerías, yo no soy de ellos.
  • Al negarme a ciertos lineamientos que pretenden una línea, considero que se hace abstracto absoluto el arte, no entendible ni comprensible. Debo ser y que me sientan comprensible como abierto.
  • Entre el simbolismo y la realidad, en Ernest Cassirer encontré inicialmente una parte de la búsqueda plástica y escultórica, con el fin de escarbar entre la realidad y lo sublime del pensamiento.
  • No nada más en Cassirer, también en Leopoldo Zea y Mauricio Beuchot, sobre todo, quienes elaboran un pensamiento humanista, que se manifiestan por el respeto a nuestras culturas, en contra de la violación de los derechos humanos, rescatar la dignidad e identidad de nuestros pueblos en sí.

La trayectoria de Vega es impresionante, sobre todo en este país México, donde la cultura, identidad, valores, humanismo…, están devaluados; sin embargo, Vega va más lejos, al pregonar, mediante su plasticidad artística, ese quehacer humanista al manifestarse por un Arte Orgánico Icónico, es decir, hacer de las voces del espíritu humanista, una herramienta para despojarlo de la inamovilidad en la que nos han sometido; hacer de la vitalidad forma y color, sin que pierda su color el pensamiento social. Cierto, si volteamos a cualquier parte de nuestro país, encontramos un mosaico de colores, formas y expresiones artísticas, sobre todo entre nuestros pueblos campesinos e indígenas, a quienes se les acuñe el concepto de Folclor. No, son expresiones vivas de ese fusionar de cultural, sobre todo la mesoamericana.

Ernesto Vega es quien mejor nos representa con humildad y sencillez, apreciando de nuestro pueblo lo sensible. Por lo que Vega amplía y dice:

  • En nuestros pueblos existe aún la magia y los mitos, como si entre ellos estuvieran los escultores náhuatl, recogiendo el viento y su movimiento, para hacerlo orgánico, para correlacionarse con la poesía en flor y canto.
  • La naturaleza es representada hacia sí misma y simplificada por nuestros poetas de antaño y presentes.
  • Para mí, si observamos un caracol marino, vemos en su superficie ese movimiento en sus líneas, donde los escultores aztecas retomaron su simbología del caracol en la figura de Quetzalcóatl.
  • En el pasado y presente, la naturaleza es usada como elemento artístico.
  • El arte como instrumento de comercio lo mata, lo despersonaliza la mercadotecnia, con el fin de persuadir y enajenar a comprar por impulso.
  • El ser es despojado de lo humano, para convertirlo en un despojo al capricho de ellos.
  • Necesitamos recuperar al poeta, que sea el espejo de lo humano, para adentrarnos en su sensibilidad y diálogo interno.

Ernesto Vega ha expuesto en Francia, específicamente en El Instituto de Artes y Oficios en París, donde entregaró una escultura de madera, que representa una figurar religiosa titulada “Corazón de Santa Mónica”, esto se dio luego de que las autoridades de cultura francesa y eclesiásticas, convocaran a artistas que tengan qué decir, proponer y conceptualización estética artística, con espiritualidad, sobre todo, con una amplia cosmovisión cultural. De ello, es como designan a nuestro maestro Ernesto Vega.

Anteriormente, en Belem, Brasil, en 2009, se llevó a cabo el Foro Mundial Indigenista, por lo cual, el sacerdote Leonardo Boff, hizo una crítica excelente sobre su trabajo, catalogándolo como uno de los máximos representantes del foro. A su vez, el padre Justino Cortés lo recomienda para que se le invite a pertenecer a un grupo de artistas en Toledo, España. Ante ello, el Papa Benedicto XVI, Ratzinger, adquirió una obra de él. Esto fue cuando Ratzinger es enterado de los trabajos de Vega, en Alemania, por lo que le solicitaron dos copias, una para el Santuario de la Santísima en Koblenz, y otra para Ratzinger, cuando era cardenal.

SU PRESENCIA EN SÍNTESIS

El Panel “Agua e Terra” en el Foro Mundial Social Belem 2009, Brasil; Un mural en Huehuetla, Puebla, para la Parroquia.

Ha participado en los simposios de “Teología Indígena, Guatemala (2008-2012).

Exposiciones: En el World Trade Center” de la Ciudad de México (1998), con el grupo “Les Amis des Arts de Roanne” Francia (1999-2000); en Belem Brasil (2009), Xenacoj, Guatemala (2012).

Su obra se encuentra en: Francia, Alemania, Puerto Rico, República Dominicana, Estado Unidos, Brasil, España y Puebla, México.

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx

Analista político y de prospectiva social

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Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.