¿Existe la 4a transformación?

  • Héctor Olmedo

El discurso que evocaba AMLO desde el 2006 no es muy diferente al pronunciado en el 2018, acabar con la corrupción, desmantelar la oligarquía en el poder y serenar al país a través de la reactivación económica. El discurso no sólo se quedaba en la implementación de políticas públicas, sino que en sus propias palabras “cambiar el régimen”. Pero, ¿qué es un régimen político? ¿y qué implica cambiarlo?

Un régimen político puede definirse como el conjunto de normas, reglas, procedimientos y la estructura del poder que garantiza y da forma a la competencia política. 

Desde la perspectiva del autor en la historia de México podemos ubicar sucesos políticos que motivaron transformaciones radicales y la forma en la que se ejercía la política, de esta manera podemos identificar a la Independencia como uno de los procesos más complejos e importantes en la historia nacional, que no sólo forjó el carácter incipiente de nación, sino que construyó una representación política propia, el segundo proceso de la historia nacional es la Revolución que a través de la vía armada logró la toma del poder y el decaimiento de un sistema político que operaba bajo la figura del Gral. Díaz como una dictadura, (un periodo por cierto con una gran cantidad de logros),  finalmente uno de los sucesos más destacados del siglo XX es la transición a la democracia del año 2000, un término que aún resulta debatible por los resultados de la administración de Vicente Fox y sobre todo por las irregularidades detectadas en su campaña vinculadas al financiamiento ilícito. Sin embargo, este hecho terminó con el modelo de partido hegemónico y puso en funcionamiento nuevas prácticas por lo menos en el terreno electoral.

Los posteriores conflictos electorales que se generaron pusieron en la mira de la sociedad la autenticidad de la oposición que continúo con gran parte de las prácticas que ejercía el PRI. 

La llegada de la izquierda al poder en el año 2018 prometió convertirse en la esperanza del país, la combinación de un tres veces candidato a la presidencia, un discurso bien logrado y condiciones de hartazgo fueron factores claves para lograr este ascenso.

La serie de medidas tomadas desde el año 2018 como la austeridad republicana,  la venta del avión presidencial, el recorte de personal en distintas área del gobierno, entre algunas otras, han tenido una recepción y una aprobación social. Sin embargo el cambio de régimen no sólo implica tomar medidas que en apariencia son “benéficas”, es algo aún más complejo, es modificar la forma en la que se operacionaliza la política, los procedimientos tradicionales, por ejemplo, la forma en la que se eligen los candidatos al interior de los partidos, implica establecer un andamiaje en el que los procesos judiciales no sean relatos noticiosos de primera plana y utilizados como estrategia política.  Como puede apreciar el lector, la transformación de un régimen político son hitos históricos que marcan un antes y un después. Aún restan cerca de 3 años y medio en el que podremos estudiar más a fondo las decisiones que son tomadas por esta llamada 4T para evaluar sí los resultados son auténticos y propios de una transformación para trascender en la historia o aún se quedan en buenas intenciones. 

Le dejo a nuestros lectores dos preguntas: ¿existe la 4T? y ¿significa un cambio de régimen o son las mismas prácticas de antaño? 

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Héctor Olmedo

Licenciado en Administración Pública y maestro en Ciencias Políticas por la BUAP; especialista en Derecho Electoral y Cultura Política. Se ha desempeñado en áreas de la administración pública federal y en órganos electorales federales y locales. Miembro de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales.