¡Puro show!

  • Elmer Ancona Dorantes

Como ciudadano, me encanta la encarnizada lucha que el gobierno de la 4T está operando para combatir la corrupción ¿A qué mexicano, bien nacido, no le gustaría que este cáncer social sea eliminado de tajo?

Un país con menos corrupción, con menos personas deshonestas y transas, por supuesto que ofrecería mejores condiciones de vida para todos, porque los recursos públicos incrementarían y habría mayores servicios en materia de salud, educación, cultura, obra pública, deporte y entretenimiento.

Lo cierto es que México, es un país de políticos corruptos, barbajanes, ignorantes, gandallas y aprovechados; la vida familiar se ha ido deshumanizando y la vida social se ha descompuesto. Esa es nuestra triste realidad. Y eso genera pobreza.

La transa y la corrupción ha convertido a México en un país de miserables, de pobres y de “clasemedieros” venidos a menos. El dinero cada vez rinde menos en los bolsillos.

Los últimos reportes oficiales son lamentables, pero los extraoficiales son aterradores: el desempleo se dispara, las personas en condición de calle aumentan, predominan las viviendas precarias con carencias sanitarias y hacinamiento.

Los asentamientos irregulares cada vez son más visibles y -dicen los legisladores- una situación que merece la atención es el crecimiento de la pobreza entre los niños y adultos mayores.

Así la situación en México. Ninguna autoridad municipal, estatal o federal puede decir que en el país las cosas marchan bien. Todos lo sabemos. Los pobres siguen siendo pobres, algunos pasaron a miserables, y la clase media ha sido duramente golpeada. Bajó escalones.

Una lucha politizada

Lo lamentable del caso, es que el presidente Andrés Manuel López Obrador no está dando una lucha sincera, honrada, transparente contra la corrupción. Todo es producto de venganzas políticas.

El mismo sabe que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y la llamada Cuarta Transformación se hicieron con dinero sucio, enlodado, producto de enredos y contubernios con la mafia del poder.

Los videoescándalos revelados, donde aparece su hermano Pío López Obrador con David León Romero, ex coordinador nacional de Protección Civil (su funcionario “modelo”), le tiró todo el teatro, todo el show, todo el discurso oficial.

Salió a flote la hipocresía de un político que, como candidato a la Presidencia de la República, recibió, por interpósita persona (su hermano) “donativos” salidos de los sótanos más podridos del poder.

Es una realidad que ni los mismos seguidores de López Obrador pueden negar; por eso se puede asegurar que el discurso “anticorrupción” no es más que un “numerito político”.

Manosear las políticas públicas de la lucha contra la corrupción, el fortalecimiento de la transparencia y rendición de cuentas, es un insulto a los mexicanos. A López Obrador, lamentablemente, ya no le queda ese discurso teatrero.

Y el escándalo sindical…

Y los sindicatos no se quedan atrás en estos asuntos de la corrupción. Recientemente, la Unión Nacional Independiente de Trabajadores y Empleados de Limpieza (Unityel) anunció un nuevo manual de operación en materia de higiene que, supuestamente, pretende “prevenir infecciones relacionadas con el Covid-19”.

La intención de este gremio, liderado por Marco Antonio Reyes Saldívar, es crear una nueva “certificación” que sea parte de los requisitos para obtener contratos relacionados con la limpieza de las dependencias públicas.

Por ejemplo, eso sucedió en la Secretaría de Relaciones Exteriores, en donde se incluyó el requerimiento de contar con los certificados ECO 960 y ECO 961, ambos expedidos por Unityel y que, casualmente, sólo empresas ligadas a Reyes Saldívar los cumplen.

Lo penoso del caso, es que Unityel ha sido señalada por diferentes empresas del sector de la limpieza por favorecer con dudosas certificaciones de capacitación a empresas relacionadas con su familia.

Por mencionar algunas: Limpieza y Mantenimiento Xielsa o Mer Solutions, representadas legalmente por los hermanos de este personaje.

La lista de empresas ligadas al líder de la Unityel es larga, lo mismo que las anomalías que este personaje ha tejido para obtener todo tipo de canonjías.

Esto, a pesar de que este gremio debe tener como prioridad proteger los intereses de los vulnerables trabajadores, y no para ser usado en beneficio personal de su dirigente.

Dentro de este importante sector se afirma que la actividad de Reyes Saldívar contradice la intención del nuevo gobierno federal, que se propone dar fuerza al combate a la corrupción.

La corrupción, lo hemos dicho, es el cáncer que más daño ha hecho a México y, desafortunadamente, no ha permeado como debiera en todos los niveles de gobierno y, en particular, en el ambiente de los sindicatos.

Ojalá que la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, tome en cuenta las denuncias contra este personaje que, lejos de apoyar las condiciones laborales de los trabajadores del gremio, se dedica a traficar con certificaciones para acaparar contratos en el gobierno federal.

 

@elmerando

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Elmer Ancona Dorantes

Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y Maestrante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UNAM. Catedrático. Escribe en diversos espacios de comunicación. Medios en los que ha colaborado: Reforma, Notimex, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.