¿Por qué tanto odio contra México?

  • Rodrigo Rosales Escalona

Partamos de que toda nación requiere diversos objetivos de planteamientos y estrategias para sostener e incrementar su desarrollo económico, productivo y financiero, mismos que permitan sostener e incrementar la fortaleza como nación, donde los beneficios sean traducidos en equidad social, presupuestal, etcétera.

País que no tenga incertidumbre del presente ni futuro. A su vez, el equilibrio social estará garantizado por una democracia constitucional sin atavismos ni corrupción alguna, de lo contrario, la disparidad económica en unas cuantas manos, genera inestabilidad económica como crisis financiera, en menoscabo de la economía presupuestal y sus efectos negativos en la sociedad, derivando y profundizando en pobreza y marginación social, incluyendo en la educación, servicios de salud y más.

Lo anterior, se supone que no debe ser en una democracia madura, la cual no existe en el mundo capitalista, porque democracia y capitalismo eran y son una pareja difícil, su relación no es, de ningún modo, tan evidente e indisoluble como se supone vulgarmente. El “capitalismo democrático” establecido después de 1945 en Europa occidental y Norteamérica también ha entrado en crisis en sus países centrales, donde, en un plazo previsible, se podría establecer un capitalismo sin democracia política.

A partir del neoliberalismo salvaje, se enanchan las desigualdades sociales en le mundo, cuestión que ya se padecen sus estragos, sobre todo, con la pandemia llamada Covid-19, donde obliga al mundo a tomar medidas de aislamiento social, para evitar mayor contagio y muerte. Covid que desnuda al sistema capitalista neoliberal, que sometió a sus naciones a un ritmo de acumulación de capital, bajo el argumento de que el Estado y Gobierno, deben dejar el paso de la administración a la iniciativa privada, despojando de beneficios a el pueblo. Los servicios de salud son el reflejo de la crisis, porque son rebasados por la pandemia, misma que independientemente de que se cuenten con medicamentos para combatirla, lo cierto es que este virus no tiene referente en la historia de la humanidad y sus efectos serán permanentes, de acuerdo a científicos.

En el caso de México, el neoliberalismo fue impulsado por una casta tecnócrata con Carlos Salinas de Gortari, quien emprendió sistemáticamente la privatización de la nación, de acuerdo a intereses de Washington, quien sometió la política mexicana a su libre albedrío, es decir, mediante un acuerdo que permitiera a los gobiernos cumplir sus objetivos políticos inmediatos. Siendo el primer efecto el Tratado de Libre Comercio, cuyos efectos inmediatos de la estrategia norteamericana y sus allegados mexicanos con Salinas y Jaime Serra Puche, fue y es que pagara caro las consecuencias a Pemex, a la CFE y a la industria mexicana.

Las reformas constitucionales de los artículos que permiten la privatización, entre ellos el 27, dieron al traste con la economía nacional, beneficiando a una casta comprometida y cómplice con el salinato, abatiendo salarios y ensanchando el abismo entre ricos y pobres.

El panorama crítico de la nación, con el tiempo, se fue fraguando el proyecto de privar a la nación de soberanía energética y productiva, como también, de una corrupción bajo la embriaguez del poder.

Si quien paga los platos rotos es una sociedad y clase trabajadora que se aferra a la idea de que una Constitución contiene artículos que “garantizan sus derechos”, va descubriendo que le fue secuestrada y deformada a modo para satisfacer ese apetito salvaje.

Esas castas tecnócratas y apátridas, como hoy, sostienen que las protestas sociales son instigadas por la izquierda, acuñándole el concepto de “intolerante”, de un tal Greg Koukl, pretende desvirtuar que a toda causa una reacción,  es decir, si la corrupción sistemática de grupos políticos y económicos, son causales de toda injustica, las demandas sociales emprenden el tortuoso camino de exigir justica, emitiendo y redactando oficios a instancias gubernamentales, apegándose a la Constitución, demandas que no les dan seguimiento o guardadas en archivos y botes de basura. Luego entonces, al ser violados sus derechos, el camino es incrementar su voz y acciones de demandas mediante movilizaciones.

En muchos casos la reacción del sistema es la represión, que se traduce en detención de líderes sociales, incluso, ejecución y desaparición forzada. El país es una fosa clandestina.

Paradójico resulta que máximos asesores del capitalismo, sobre todo norteamericanos, reconocen que derivado de las crisis sistemáticas del capitalismo, es necesario iniciar una vez más, por leer y comprender a Karlos Marx, en sus textos sobre “ELEMENTOS FUNDAMENTALES PARA LA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA (GRUNDRISSE) (Editorial Siglo XXI, México, 1980), sobre todo EL CAPITAL (Editorial Siglo XXI, 8 Vols. México, 1981), para poder traducir y explicar, el por qué y cómo el capitalismo cae en sus propias contradicciones.

En México, los tecnócratas, al ser formados bajo el modelo norteamericano en y desde sus universidades, carecen de una idea que, apegándose a la Constitución sin deformarla, se va construyendo una nación con justicia, no para privatizar y despojar de futuro a un pueblo, porque las raíces de Salinas de Gortari de ir preparando el terreno para esa privatización, tendría que ir venciendo oposición social y política contra esa denigrante postura.

Con la llegada de Vicente Fox, se va dando forma a esa embriaguez del poder entre aliados del PRI y PAN, acomodando los objetivos, mediante, una vez más, “reformas constitucionales”, donde el conjunto social no está representado, porque las demandas chocan con esos intereses. Dando ya un panorama cierto, entre Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, al consolidar la “Reforma Energética”, misma que no fue para actualizar, modernizar y hacer eficiente a Pemex ni a la CFE, todo lo contrario, mediante artilugios criminales del poder, se efectuaron contratos leoninos en todo.

El agro, la industria textil, bienes nacionales, sistema de salud, educación, ciencia y tecnología, la cuestión salarial y laboral, todo, padece estragos, donde ignoraron la pobreza y marginación que padece un pueblo trabajador, quien vive en precariedad económica y social.

El extinto Filósofo Adolfo Sánchez Vázquez, en su libro “Ética”, dice: “Abordar la moral como una forma peculiar de conducta humana cuyos agentes son los individuos concretos, pero individuos que sólo actúan moralmente en sociedad, ya uqe la moral existe necesariamente para cumplir una función social con justica”. (Etica, Ed. Grijalbo, México, 1975)

Moral y éticamente, la derecha y los tecnócratas, se embriagaron de poder, para violentar tales preceptos, al grado de que sumen a la nación y pueblo, a una profunda crisis económica, cuyos intereses derivan en contratos leoninos con la empresa petrolera brasileña Odebrecht desde Fox inicialmente, fortaleciendo con Calderón, y rematar con Peña Nieto.

En agosto de 2017 Emilio Lozoya, negó actos de corrupción, sin embargo, tal corrupción es tan pesada, que terminó por romper el blindaje que habían creado, para que salga a luz dicho entramado de varios sexenios.

Los expedientes de la inmundicia, demuestran el juego político, ambos actúan bajo el poder, aprovechándose de que México es un país de contradicciones para lograr su confort como élites, apostando al fuero, la inmunidad. Entre tanto, el otro negocio del crimen organizado, es parte del entramado: Genaro García Luna, de momento, es el más revelado.

Cada condición de violación de la Constitución, está sangrando, con heridas profundas y sangrantes, donde un pueblo herido, reclama y exige justica sin más.

Una vez más. Desde los 80, los más golpeados por el comercio global fueron y son los obreros y campesinos, quienes han perdido derechos constitucionales.

La pregunta original es ¿Por qué tanto odio contra México?

La respuesta es corrupción salvaje por parte de estas castas apátridas.

Por cierto, para poder identificar ese odio a una nación, de acuerdo a Aaron T. Beck, en su libro titulado “Prisioneros del Odio” ( Editorial Paidós, México, 1999), explica que el odio, tiene diversos orígenes, pero, en el caso del poder, y sus promotores del mismo, el odio no lo tienen identificado, porque para ellos, satisfacer un modo de vida de bienestar, ignoran que del otro lado, las masas sociales, padecen todo, por lo que si éstas protestan, son acusados de intolerantes, en cuanto a que resultan hostiles y violentos, por el simple hecho de protestar. Siendo que se apegan a una falsa moral dogmática, incluso, a los demandantes, les imprimen el sello de rijosos y comunistas. Total, impedir que su estatus quo, jamás sea perdido de dicho confort.

Por lo anterior, tal parecieran que su odio a evidenciar la protesta social, los impulsa a actuar contra una nación, bajo un disfraz de democracia, de respetar leyes y con una moral falsa.

Entre las paradojas y nombres, además de Salinas, Fox, Calderón y Peña, los hay también gobernadores que también son o tienen expedientes definidos de esta trama, algunos no reconocen sus pecados, otros, cínicamente se dicen perseguidos políticamente, algunos están presos. Todos, están en espera de usar ropa tipo Cebra, por sus rallas, falta que la ley los alcance y someta.

Destaquemos paradojas. El primer caso, corresponde al momento en que un representante de un legislador, recibe dinero para campaña electoral, después, pasando años, al descubrirse la trama más apoyo “parlamentario” para emitir su voto para la “reforma Energética”, el desliz es fácil, no es ni me enteré de ese dinero.

Otro caso, Javier Duarte, privatizó el servicio de agua potable, en condiciones aberrantes, en cuanto a que empeñó o vendió el servicio, en condiciones irracionales por años. Se parece a lo que hizo Rafael Moreno Valle en Puebla con Agua de Puebla.

Si un recurso público está etiquetado para ejercerlo en acciones de gobierno, así como para inicio del mismo, como el caso Querétaro, imposible que candidato ignore origen del dinero, lo mismo para inicio de gobierno. Entonces, si el ya gobernante exige claridad de ese dinero, considerando que no sea desviado ni consecuencia de la corrupción, ¿cómo es posible que ese dinero lo recibió y firmó personal de su confianza?

Si finge ignorancia, entonces tratará de imponer una cortina de humo, culpando a otros funcionarios de que malversaron ese dinero. Claro que prepara un entramado jurídico, para sembrar dichos y falsas evidencias, con total poder e impunidad, para ocultar que es culpable original de ese mal uso de dinero. Pues eso está pasando en Puebla.

Daremos más cuenta de este entramado gubernamental.

rodirgo.ivan@yahoo.com.mx

Analista político y de prospectiva social

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.