Los niños de hoy

  • María José Zapata Moreno Valle

Las primeras clases de este ciclo escolar comenzaron, y por suerte, tuve la bendición de poder volver a encontrarme con mis alumnos y seguir presente con ellos a pesar de la distancia. Llegan a mí muchos sentimientos encontrados al tener que iniciar el curso escolar de esta manera, no poder abrazarlos y cambiar la metodología de enseñanza con la cual todos estábamos acostumbrados en la que nos podíamos mover y la interacción se daba sin tantos limitantes como los que tenemos ahora (audio, conexión, interferencia ambiental, etc.) Ante esta situación, he decidido cambiar por un momento mi forma habitual de escribir, y redactar en esta ocasión algo más personal; es por ello, que el presente escrito va dedicado a mis alumnos actuales, exalumnos y a todos los alumnos de México:

Puebla, Pue. 27 de agosto del 2020

Queridos niños,

El mundo está cambiando y nos tocó vivir una época difícil a todos, con retos, preguntas y cosas nuevas por enfrentar. Me entristece ver que están viviendo una infancia diferente a la que yo tuve, y opuesta a la que todos los adultos quisiéramos para ustedes; sin embargo, tienen toda mi admiración y respeto porque a pesar de estas circunstancias, ustedes nos han dado el ejemplo de cómo afrontar las adversidades: con valentía, entusiasmo, perseverancia y sacando siempre lo mejor de cada situación.

Los mayores nos hemos enfocado tanto en nosotros mismos, en nuestras dificultades  y en todas las nuevas responsabilidades que trajo consigo esta pandemia, que nos hemos olvidado de ustedes: los pequeños héroes que aún sin comprender del todo lo que está pasando, lograron aceptar con buena cara y adaptarse a todos estos cambios que llegaron de un día para otro sin previo aviso.

Me llena de satisfacción, alegría y ternura ver sus caritas en las clases siempre entusiastas, así como darme cuenta de cómo ustedes siempre encuentran un espacio para la diversión y la creatividad. Esto, me motiva como docente a seguir ideando actividades y estrategias que les permitan continuar aprendiendo con tanta ánimo como lo han hecho hasta ahora.

Comprendo que ha sido complicado tener que adaptarse a tantos cambios repentinos, distanciarse de las personas que veían todos los días y tener que darle un giro total a las rutinas que tanto les gustaban; sin embargo, estoy segura de que todos estos “obstáculos” que se han presentado, también nos han enseñado grandes cosas que nos servirán a futuro, como lo es el hecho de apreciar las cosas que son realmente valiosas (salud, familia, la cercanía con nuestros seres queridos).

Me siento sumamente orgullosa de ustedes y al mismo tiempo, admiro el esfuerzo que sus padres han hecho durante esta pandemia. En ustedes veo el claro reflejo del empeño, cariño y dedicación que sus familias ponen para  que puedan seguir teniendo una infancia bonita aún a pesar de las adversidades. Además, la labor de los docentes se vuelve realmente gratificante cuando se puede colaborar en equipo con los papás y se aprecia tu trabajo; los desvelos y horas dedicadas valen la pena cuando ves que tus alumnos reciben con interés y disposición lo que les quieres enseñar; el distanciamiento se acorta cuando vemos  sus sonrisas e ilusión cada día en las clases virtuales.

Estoy segura que cuando nos podamos encontrar en el salón de clases, las alegrías, risas y cariño serán más grandes porque en este tiempo todos la hemos pasado mal en algún sentido, pero al mismo tiempo hemos aprendido a valorar todas las cosas que antes dábamos por sentado.

Aún nos falta un largo camino por recorrer, pero juntos continuaremos avanzando hacia momentos mejores.

Les envío un abrazo, mi admiración y cariño.

María José Zapata Moreno Valle

Opinion para Interiores: 

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María José Zapata Moreno Valle

Licenciada en Psicología, Máster en Pedagogía y Educación Especial. 

Docente de primaria, forma parte del departamento de Inclusión en el Colegio Humboldt; se ha desempeñado como terapeuta infantil.